El vigente campeón en Kona reconoce que empezó este año cuatro veces por semana y "aunque me duele como el infierno pero es efectivo"
Frodeno se apoya en el pilates para llegar mejor preparado al Ironman de Hawaii
Jan Frodeno ha encontrado una solución a los dolores que le suponían los largos y duros entrenamientos que conlleva ser un triatleta de elite en larga distancia. El alemán reconoce que hizo caso a su mujer, la triatleta Emma Snowsill, y este año introdujo el pilates como un elemento más para mejorar su rendimineto: "Voy cuatro veces por semana a clase de pilates con el entrenador que tiene mi mujer y la verdad es que me ha venido muy bien. Ahora me siento mucho más estable. Hasta hace poco me iba a la cama con dolor y ahora eso ha desaparecido. La verdad es que me duele como el infierno, pero es efectivo".
![[Img #20828]](upload/img/periodico/img_20828.png)
El alemán es el gran favorito para ganar en el Ironman de Hawaii. Todos le apuntan para revalidar el título en Kona y eso genera presión: "Soy consciente de que todos me miran y me colocan como favorito y eso es estresante. Intento mantenerme lo más calmado posible y no meterme presión".
![[Img #20829]](upload/img/periodico/img_20829.png)
La pizza y el vino
Otro de los cambios que ha introducido el vigente campeón del Ironman de Hawaii es la mayor tolerancia a pequeños 'vicios'. Frodeno considera que no hay que convertirse en una especie de monje del triatlón y debe darse algún capricho: "Me he dado cuenta de que cerrarse a ciertos placeres de la vida no hace bien a la mente del deportista. Tu cabeza debe estar feliz. Si algún día me apetece un vaso de vino y una pizza, pues no me prohibo tomarlo y así no envidio a nadie que lo hace ni me castigo. Lo que no recomiendo es beberse una botella de Whisky".
Jan Frodeno ha encontrado una solución a los dolores que le suponían los largos y duros entrenamientos que conlleva ser un triatleta de elite en larga distancia. El alemán reconoce que hizo caso a su mujer, la triatleta Emma Snowsill, y este año introdujo el pilates como un elemento más para mejorar su rendimineto: "Voy cuatro veces por semana a clase de pilates con el entrenador que tiene mi mujer y la verdad es que me ha venido muy bien. Ahora me siento mucho más estable. Hasta hace poco me iba a la cama con dolor y ahora eso ha desaparecido. La verdad es que me duele como el infierno, pero es efectivo".
El alemán es el gran favorito para ganar en el Ironman de Hawaii. Todos le apuntan para revalidar el título en Kona y eso genera presión: "Soy consciente de que todos me miran y me colocan como favorito y eso es estresante. Intento mantenerme lo más calmado posible y no meterme presión".
La pizza y el vino
Otro de los cambios que ha introducido el vigente campeón del Ironman de Hawaii es la mayor tolerancia a pequeños 'vicios'. Frodeno considera que no hay que convertirse en una especie de monje del triatlón y debe darse algún capricho: "Me he dado cuenta de que cerrarse a ciertos placeres de la vida no hace bien a la mente del deportista. Tu cabeza debe estar feliz. Si algún día me apetece un vaso de vino y una pizza, pues no me prohibo tomarlo y así no envidio a nadie que lo hace ni me castigo. Lo que no recomiendo es beberse una botella de Whisky".
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