La española intentó acabar sus cuartos Juegos con un fractura en el pie
La gesta de Ainhoa Murua pasará a la historia del triatlón olímpico
Ainhoa Murua acudió a Río para hacer historia al disputar sus cuartos Juegos Olímpicos, pero la española no pudo cruzar la línea de meta y acabó la carrera entre lágrimas. La de Zarautz lo dio todo, pero una fractura en el calcáneo de su pie izquierdo le impidió igualar a la suiza Nicola Spirig y la alemana Anja Dittmer, que son las dos únicas que han cruzado la meta en cuatro citas olímpicas.
Lo que sí hizo Murua es pasar a la historia del deporte olímpico por su gesta de tomar la salida e intentar algo que era imposible como es acabar un triatlón con una fractura en el pie. Iñaki Arenal, seleccionador español, declaró que “lo que ha hecho Ainhoa es una proeza”.
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Ainhoa Murua estuvo hasta el último minuto con la duda de si salir o no, pero la triatleta vasca quería hacer historia acabando sus cuartos Juegos Olímpicos y tomó una decisión que muy pocos deportistas habrían tomado ya que sabía lo que tendría que sufrir para poder lograrlo.“Antes de venir Ainhoa tuvo un problema y después de las pruebas que le hicieron aquí en la Villa Olímpica se vio que tenía el calcáneo roto. La cuidamos todo lo que hemos podido y hemos intentado que ella se cuidara también todo lo posible para que pudiera salir y hacer sus cuartos Juegos Olímpicos. Al final lo ha conseguido y ha sido emocionante. Lo que ha hecho es una auténtica pasada. No ha logrado un puesto, pero como espíritu deportivo, lo que ha hecho es una auténtica proeza: salir a competir con el calcáneo roto”, afirmó Arenal.
Unos dolores insoportables
“Cada zancada hasta entrar en el agua y cada zancada para salir de ella tuvieron que suponer un dolor tremendo. Luego, además el tramo que corrió después de dejar la bicicleta para ir al sitio donde estaba su novio, su hermana y sus amigos de Zarautz. Creo que ha sido un buen colofón a estos Juegos Olímpicos y, a lo mejor, a su carrera, pero con cuatro Juegos en la buchaca”, comentó el seleccionador español.
Ainhoa Murua quiso retirarse ante su gente y dándolo todo, pero fue imposible que cruzase la meta. “Fue su entrenador, Iñigo Mújica, el que me dijo que si pasaba la moqueta de la segunda transición, a unos cincuenta metros estaba toda su gente que había venido a verla desde Zarautz. Así se lo transmití y ella fue lo que hizo. Seguramente esto haya sido un final más reconfortante dentro del inmenso dolor físico que haya podido sufrir”, explicó Arenal.
Ainhoa Murua acudió a Río para hacer historia al disputar sus cuartos Juegos Olímpicos, pero la española no pudo cruzar la línea de meta y acabó la carrera entre lágrimas. La de Zarautz lo dio todo, pero una fractura en el calcáneo de su pie izquierdo le impidió igualar a la suiza Nicola Spirig y la alemana Anja Dittmer, que son las dos únicas que han cruzado la meta en cuatro citas olímpicas.
Lo que sí hizo Murua es pasar a la historia del deporte olímpico por su gesta de tomar la salida e intentar algo que era imposible como es acabar un triatlón con una fractura en el pie. Iñaki Arenal, seleccionador español, declaró que “lo que ha hecho Ainhoa es una proeza”.
Ainhoa Murua estuvo hasta el último minuto con la duda de si salir o no, pero la triatleta vasca quería hacer historia acabando sus cuartos Juegos Olímpicos y tomó una decisión que muy pocos deportistas habrían tomado ya que sabía lo que tendría que sufrir para poder lograrlo.“Antes de venir Ainhoa tuvo un problema y después de las pruebas que le hicieron aquí en la Villa Olímpica se vio que tenía el calcáneo roto. La cuidamos todo lo que hemos podido y hemos intentado que ella se cuidara también todo lo posible para que pudiera salir y hacer sus cuartos Juegos Olímpicos. Al final lo ha conseguido y ha sido emocionante. Lo que ha hecho es una auténtica pasada. No ha logrado un puesto, pero como espíritu deportivo, lo que ha hecho es una auténtica proeza: salir a competir con el calcáneo roto”, afirmó Arenal.
Unos dolores insoportables
“Cada zancada hasta entrar en el agua y cada zancada para salir de ella tuvieron que suponer un dolor tremendo. Luego, además el tramo que corrió después de dejar la bicicleta para ir al sitio donde estaba su novio, su hermana y sus amigos de Zarautz. Creo que ha sido un buen colofón a estos Juegos Olímpicos y, a lo mejor, a su carrera, pero con cuatro Juegos en la buchaca”, comentó el seleccionador español.
Ainhoa Murua quiso retirarse ante su gente y dándolo todo, pero fue imposible que cruzase la meta. “Fue su entrenador, Iñigo Mújica, el que me dijo que si pasaba la moqueta de la segunda transición, a unos cincuenta metros estaba toda su gente que había venido a verla desde Zarautz. Así se lo transmití y ella fue lo que hizo. Seguramente esto haya sido un final más reconfortante dentro del inmenso dolor físico que haya podido sufrir”, explicó Arenal.
Jose Luis | Domingo, 21 de Agosto de 2016 a las 12:55:49 horas
Gesta????Creo que más bien una irresponsabilidad y una pena no haber optado por una decisión más sensata y coherente como hizo Gómez Noya, es decir, si existía la opción de dejar su plaza/puesto a otra compañera que se encuentrara en óptimas condiciones de disputar la prueba y poder acabarla, creo que habría sido lo más acertado y digno de admiración. En lugar de hacer algo que desde un principio no vas a poder disputar (algo egoista más bien)
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