¿Beneficia a Ironman el mensaje de que aumentarán las sanciones por drafting?
Ironman tiene una dualidad difícil de entender. Habla de controlar el drafting con medidas más severas pero apuesta por sobredimensionar las pruebas con 3.500 o 4.000 inscritos.
¿Es posible controlar el drafting con 3.500 inscritos? Desde DDT consideramos que es prácticamente imposible y más en circuitos donde se dan dos vueltas de 90 km o incluso 4 vueltas.
Si ya es difícil controlar el drafting en un circuito a una vuelta de 180 km, en dos de 90 es un caos como ha quedado demostrado en múltiples pruebas.
![[Img #18453]](upload/img/periodico/img_18453.jpg)
Además, los nuevos propietarios de Ironman tienen claro que han comprado la franquicia de triatlón para ganar dinero. Han pagado 650 millones de euros y quieren rentabilizar esa inversión y ¿cómo se consigue rentabilidad?, pues es sencillo, atiborrando las pruebas de inscritos.
Hay otra contradicción. Si Ironman se muestra duro e inflexible con el drafting tendría que echar de la carrera a muchísimos triatletas. ¿Lanzar el mensaje de que hay grandes posibilidades de ser excluido de la carrera es beneficioso para el negocio de Ironman?
Si el drafting ha sido moneda común en pruebas Ironman de 2.000 o 2.500 participantes, en las que se acerquen a 3.500-4.000 que es a lo que va el mercado de larga distancia se convertirá en una auténtica utopía, salvo que se salga con decenas de oleadas y sólo haya circuitos a una vuelta de 180 km. Algo muy complicado de ver.
Así que el anuncio del control del drafting y la posibilidad real de conseguirlo en pruebas masificadas es algo difícil de creer, aunque no imposible.
Ironman tiene una dualidad difícil de entender. Habla de controlar el drafting con medidas más severas pero apuesta por sobredimensionar las pruebas con 3.500 o 4.000 inscritos.
¿Es posible controlar el drafting con 3.500 inscritos? Desde DDT consideramos que es prácticamente imposible y más en circuitos donde se dan dos vueltas de 90 km o incluso 4 vueltas.
Si ya es difícil controlar el drafting en un circuito a una vuelta de 180 km, en dos de 90 es un caos como ha quedado demostrado en múltiples pruebas.
Además, los nuevos propietarios de Ironman tienen claro que han comprado la franquicia de triatlón para ganar dinero. Han pagado 650 millones de euros y quieren rentabilizar esa inversión y ¿cómo se consigue rentabilidad?, pues es sencillo, atiborrando las pruebas de inscritos.
Hay otra contradicción. Si Ironman se muestra duro e inflexible con el drafting tendría que echar de la carrera a muchísimos triatletas. ¿Lanzar el mensaje de que hay grandes posibilidades de ser excluido de la carrera es beneficioso para el negocio de Ironman?
Si el drafting ha sido moneda común en pruebas Ironman de 2.000 o 2.500 participantes, en las que se acerquen a 3.500-4.000 que es a lo que va el mercado de larga distancia se convertirá en una auténtica utopía, salvo que se salga con decenas de oleadas y sólo haya circuitos a una vuelta de 180 km. Algo muy complicado de ver.
Así que el anuncio del control del drafting y la posibilidad real de conseguirlo en pruebas masificadas es algo difícil de creer, aunque no imposible.
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