Jacobo soler, atleta de elite y entrenador, denuncia una situación insostenible en Pontevedra por la actitud de un trabajador "que ha llegado a expulsar de las instalaciones de mala manera a menores que entrenaban y hasta a un chaval discapacitado"
La brutal denuncia de los atletas gallegos por el acoso de un conserje: "Se pone a un centímetro de la cara, como que te escupe y te reta a que le pegues para denunciarte".
Los atletas que entrenan en las pistas de atletismo del Centro Galego de Tecnificación Deportiva, ubicadas en la ciudad de Pontevedra, denuncian que están viviendo un auténtico infierno cada día a causa de la actitud desafiante y chulesca de un trabajador de esas instalaciones.
El diario gallego Atlántico se hace eco de las quejas del atleta vigués Jacobo Soler, que asegura que él y muchos deportistas ya no pueden más. Asegura que los más de 100 atletas que gestiona como director deportivo del Rías Baixas de Pontevedra viven “una situación insostenible” provocada por uno de los conserjes del centro.
El atleta y entrenador señala que esta persona "desde hace años insulta y grita de forma arbitraria a los usuarios, incluidos menores y personas con discapacidad intelectual, llegando a expulsarlos en algunas ocasiones".
![[Img #63771]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/11_2025/9087_acoso-3-min.jpg)
Jacobo Soler apunta que ha conocido numerosos casos de acoso que considera vergonzosos: “Antes no era consciente como atleta individual. Pero, a partir de llevar el club, me llegan todos los problemas. De dos años para aquí se ha vuelto una locura. Es vox populi aquí. Cualquiera que vaya al centro va a saber de qué persona hablamos".
El atleta vigués señala los "abusos de poder del único empleado con el que ha habido problemas. Y aquí trabajan 6 conserjes y 15 personas de mantenimiento. Se te encara y se te pone a un centímetro de la cara. Como que te escupe y te reta a que le pegues para denunciarte".
El atleta y entrenador relata cómo se ha llegado a este límite: "Este año estaba mentalizado para intentar darle la razón en todo y no enfrentarme en absoluto. Pero ya no podemos más. A varios de mis atletas los expulsó del gimnasio recientemente aludiendo a que esas personas no estaban en una lista de acceso. Cuando se le rebate, se inventa normas”.
En el momento de ese suceso, Jacobo estaba en una reunión con el director del centro, que vio con sus propios ojos el comportamiento del empleado: "Como la dirección está por la mañana y él trabaja por la tarde, creo que no había conciencia real de la gravedad del problema".
También pone sobre la mesa otros ejemplos "como cuando expulsó a tres niñas de la pista. Eso está prohibidísimo porque son menores. Como los padres no estaban, nos fuimos fuera con ellas. He tenido que entrar con varios niños porque le tienen miedo”.
Una tesitura muy similar la vive con un grupo de deportistas con discapacidad intelectual al que entrena, relatando que llegó a expulsar uno de ellos hace unos días, algo que colmó su paciencia: “El chaval llegó una hora antes de entrenar y se sentó en la cafetería con sus cascos. No molestaba a nadie. Él atravesó todo el recinto para gritarle y lo acabó echando”.
Soler ya ha interpuesto una queja en la Xunta, y la Federación Gallega de Atletismo y la propia dirección del CGTD le han dado su apoyo: “Había que dar el paso. Estamos hartos de padecer un estrés constante. Yo antes venía encantado a la pista. Ahora estoy enfadado porque él me lleva a esto. Estoy hecho polvo a nivel mental".
Los atletas que entrenan en las pistas de atletismo del Centro Galego de Tecnificación Deportiva, ubicadas en la ciudad de Pontevedra, denuncian que están viviendo un auténtico infierno cada día a causa de la actitud desafiante y chulesca de un trabajador de esas instalaciones.
El diario gallego Atlántico se hace eco de las quejas del atleta vigués Jacobo Soler, que asegura que él y muchos deportistas ya no pueden más. Asegura que los más de 100 atletas que gestiona como director deportivo del Rías Baixas de Pontevedra viven “una situación insostenible” provocada por uno de los conserjes del centro.
El atleta y entrenador señala que esta persona "desde hace años insulta y grita de forma arbitraria a los usuarios, incluidos menores y personas con discapacidad intelectual, llegando a expulsarlos en algunas ocasiones".
![[Img #63771]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/11_2025/9087_acoso-3-min.jpg)
Jacobo Soler apunta que ha conocido numerosos casos de acoso que considera vergonzosos: “Antes no era consciente como atleta individual. Pero, a partir de llevar el club, me llegan todos los problemas. De dos años para aquí se ha vuelto una locura. Es vox populi aquí. Cualquiera que vaya al centro va a saber de qué persona hablamos".
El atleta vigués señala los "abusos de poder del único empleado con el que ha habido problemas. Y aquí trabajan 6 conserjes y 15 personas de mantenimiento. Se te encara y se te pone a un centímetro de la cara. Como que te escupe y te reta a que le pegues para denunciarte".
El atleta y entrenador relata cómo se ha llegado a este límite: "Este año estaba mentalizado para intentar darle la razón en todo y no enfrentarme en absoluto. Pero ya no podemos más. A varios de mis atletas los expulsó del gimnasio recientemente aludiendo a que esas personas no estaban en una lista de acceso. Cuando se le rebate, se inventa normas”.
En el momento de ese suceso, Jacobo estaba en una reunión con el director del centro, que vio con sus propios ojos el comportamiento del empleado: "Como la dirección está por la mañana y él trabaja por la tarde, creo que no había conciencia real de la gravedad del problema".
También pone sobre la mesa otros ejemplos "como cuando expulsó a tres niñas de la pista. Eso está prohibidísimo porque son menores. Como los padres no estaban, nos fuimos fuera con ellas. He tenido que entrar con varios niños porque le tienen miedo”.
Una tesitura muy similar la vive con un grupo de deportistas con discapacidad intelectual al que entrena, relatando que llegó a expulsar uno de ellos hace unos días, algo que colmó su paciencia: “El chaval llegó una hora antes de entrenar y se sentó en la cafetería con sus cascos. No molestaba a nadie. Él atravesó todo el recinto para gritarle y lo acabó echando”.
Soler ya ha interpuesto una queja en la Xunta, y la Federación Gallega de Atletismo y la propia dirección del CGTD le han dado su apoyo: “Había que dar el paso. Estamos hartos de padecer un estrés constante. Yo antes venía encantado a la pista. Ahora estoy enfadado porque él me lleva a esto. Estoy hecho polvo a nivel mental".




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