La Behobia-San Sebastián evitó una tragedia gracias a una "bendita casualidad"

La Behobia-San Sebastián estuvo cerca de vivir una tragedia el pasado fin de semana que se puedo evitar gracias a una bendita casualidad...

Un novato en la carrera comenzó a sentirse muy mal en el kilómetro 10, sintió que se mareaba y cayó desplomado al suelo. En ese momento, a pocos metros se encontraban dos 'ángeles de la guarda' que actuaron a toda velocidad y le salvaron la vida.

Una enfermera de anestesia, un médico de la UCI de Burgos y otro médico de UCI que participaban en la prueba iniciaron la reanimación básica, sin material, de este paciente hasta que llegaron los sanitarios de la DYA, que lograron estabilizarlo antes de que fuera trasladado en una ambulancia medicalizada de Osakidetza a un centro hospitalario. 

Familiares del corredor explicaron a Diario Vasco que llegaba bien preparado a la prueba  tras haberse probado en otras carreras en las últimas semanas como la 15K de San Sebastián.  El objetivo de este donostiarra pasaba por completar la Behobia en un tiempo aproximado de dos horas así que cuando tuvo el incidente rondaría la hora de esfuerzo.

Tras las primeras maniobras de reanimación por parte de sus 'ángeles de la guarda', el corredor fue trasladado al hospital y según apuntan desde la organización "no tiene mal pronóstico". Las próximas horas determinarán su evolución. 

Este fue el caso más grave de los cinco traslados que se realizaron, los otros cuatro por golpes de calor, a pesar de que se salió con una fantástica temperatura para correr de 11 grados y se llegó al mediodía con 18. Es en esas horas, entre las 12 y las 14 horas, cuando llegaron a meta los corredores que a priori más tiempo pasan sobre el asfalto y por tanto más expuestos están a sufrir los efectos del calor. 

Como siempre, al margen de estos casos, otros corredores fueron atendidos por dolores musculares, torceduras o mareos pero ningún caso derivó en situaciones peligrosas para la salud de los atletas populares.