El ciclista manchego perdió la paciencia tras el enésimo acto de violencia que pone en riesgo a los integrantes del pelotón de la Vuelta y se fue a por el activista para pedirle explicaciones...o algo más
El Movistar Javier Romo pierde los nervios y persigue a la carerra a un activista que le tiró cuando iba escapado
Lo de las manifestaciones propalestina se está desmadrando de una manera vergonzosa en esta Vuelta a España. Todo se inició con el boicot al equipo Israel en la contrarreloj por equipos, después siguió tirando a un ciclista en Navarra y continuo con una reacción muy violenta en la llegada en Bilbao que obligó a suspender la etapa.
Sin embargo, lo que se vivió en la primera etapa con paso por Galicia fue surrealista. De entre los setos a falta de 55 kilómetros para la meta en Monforte de Lemos salió un tipo con una bandera de Palestina que provocó un accidente impresentable.
![[Img #63180]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/09_2025/4728_romo-1-min.jpg)
Ese activista salió de detrás de un matorral e intentó meterse dentro del pelotón. Un guardia civil que estaba cerca viéndolo todo, reaccionó y pasó muy cerca de los ciclistas para evitar que el impresentable provocara un accidente.
Sin embargo, no se pudo evitar una caída. Javier Romo, ciclista de Movistar, fue víctima de esa maniobra sin sentido del activista y dio con su cuerpo en el suelo.
NO TE PIERDAS EL VÍDEO DEL INCIDENTE IMPRESENTABLE
![[Img #63181]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/09_2025/940_romo-2-min.jpg)
El ciclista manchego iba en un segundo grupo de escapados que seguía a la cabaza de carrera. Tras caer comprobó que su bicicleta estaba dañada y no dudó en comenzar a correr para buscar explicaciones...o algo más.
Esta reacción, que no se sabe aún si acabó en trifulca física, demuestra que a los ciclistas se les ha agotado la paciencia con unas protestas que pueden ser legítimas si de realizan con respeto pero que pasan a ser pura delincuencia si se atenta contra la integridad de unos profesionales que lo único que hacen es cumplir con su trabajo.
Lo de las manifestaciones propalestina se está desmadrando de una manera vergonzosa en esta Vuelta a España. Todo se inició con el boicot al equipo Israel en la contrarreloj por equipos, después siguió tirando a un ciclista en Navarra y continuo con una reacción muy violenta en la llegada en Bilbao que obligó a suspender la etapa.
Sin embargo, lo que se vivió en la primera etapa con paso por Galicia fue surrealista. De entre los setos a falta de 55 kilómetros para la meta en Monforte de Lemos salió un tipo con una bandera de Palestina que provocó un accidente impresentable.
Ese activista salió de detrás de un matorral e intentó meterse dentro del pelotón. Un guardia civil que estaba cerca viéndolo todo, reaccionó y pasó muy cerca de los ciclistas para evitar que el impresentable provocara un accidente.
Sin embargo, no se pudo evitar una caída. Javier Romo, ciclista de Movistar, fue víctima de esa maniobra sin sentido del activista y dio con su cuerpo en el suelo.
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El ciclista manchego iba en un segundo grupo de escapados que seguía a la cabaza de carrera. Tras caer comprobó que su bicicleta estaba dañada y no dudó en comenzar a correr para buscar explicaciones...o algo más.
Esta reacción, que no se sabe aún si acabó en trifulca física, demuestra que a los ciclistas se les ha agotado la paciencia con unas protestas que pueden ser legítimas si de realizan con respeto pero que pasan a ser pura delincuencia si se atenta contra la integridad de unos profesionales que lo único que hacen es cumplir con su trabajo.
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