Viernes, 05 de Septiembre de 2025

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Viernes, 05 de Septiembre de 2025
Tom Evans relata como una noche que se pasó con el alcohol le llevó a un cambio radical de vida al pasar de ser capitán del ejercito a profesional del trail en solo tres años

"Soy ganador del UTMB de 2025 porque hace 9 años me emborraché e hice una apuesta loca sobre correr un ultramaratón...y quedé tercero"

El ganador de la prueba más prestigiosa de trail running tuvo un inicio singular en las carreras de montaña.

El ganador de la UTMB 2025, la prueba de ultratrail más prestigiosa del mundo, fue Tom Evans, un corredor de montaña que tiene detrás una historia singular. Hasta 2016 su relación con el running se reducía a alguna carrera esporádica en la que jamás había superado los 10 kilómetros de distancia. Una noche algo desfasada con unos amigos le hizo cambiar el chip y transformar su vida completamente.

 

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¿Alguna vez has planteado una apuesta loca estando borracho? Si es así, lo más probable es que hayas terminado tomándote una pinta, enviando un mensaje a tu ex o, en general, haciendo el ridículo. Probablemente no terminaste un años después a causa de esa insensatez alcohólica en el podio del Marathon Des Sables, una carrera de 251 km en varias etapas por el desierto del Sahara .

 


Pero eso fue exactamente lo que le ocurrió a Tom Evans en 2016. El entonces capitán del ejército británico disfrutaba de unas copas con amigos que acababan de terminar esa carrera por el desierto, cuando, borracho, sugirió que podía batir sus tiempos, a pesar de no haber corrido nunca más de 10 km. Diez meses después, cumplió su palabra, convirtiéndose en el primer hombre no subsahariano en terminar entre los tres primeros.
Al hacerlo, se topó con el centro de un diagrama de Venn que incluía actividades que le encantaban y otras en las que destacaba por encima de todo. Así, en 2019, con 28 años, dejó el ejército para dedicarse por completo al ultratrail, fue fichado por Red Bull y ha cosechado importantes triunfos que le han convertido en una de las grandes referencias en las carreras de montaña.

 

 

"Cuando miro hacia atrás no puedo más que sorprenderme de donde estoy ahora. En 2016 esa apuesta parecía una tontería más de una noche de alcohol pero ahora estoy ganándome la vida con carreras de 170 kilómetros. Es alucinante", destaca el corredor británico.

 

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"El entrenamiento del ejercito fue el que me ayudó para competir en ultratrail"

 

 

Tom Evans fue poco a poco enamorándose de las largas distancias apoyado en lo que le había enseñado el ejercito: "Creo que el entrenamiento que recibí del ejército fue fantástico. No solo físico, sino también mental. Competir en ultras requiere mucha disciplina, determinación y ser positivo cuando las cosas se ponen feas. Además, gracias a mi entrenamiento militar, he desarrollado mi robustez y mi capacidad para controlarme, preparándome para el siguiente día de competición. En concreto, en algunas carreras cuando estoy muy cansado soy capaz de controlarme: comer, beber y preparar el equipo para el día siguiente. Es esa fortaleza mental la que es tan importante en los deportes de resistencia".

 

 

Nueve años después ha conseguido disfrutar y domar la distancia gracias a su fortaleza mental: "El ultratrail no es solo un desafío físico, sino posiblemente uno mental aún mayor. Tu mente es lo que lo desbloquea. Quiero ver hasta dónde puedo llegar y busco constantemente ese límite. Western States se describe como "una vida en un día": pasas por los altibajos más altos y los más bajos, y lo importante es cómo los gestionas. Aprendes muchísimo sobre ti mismo. En este deporte, hay más factores incontrolables que controlables, así que tienes que resolver problemas y tomar decisiones tácticas con rapidez. No me emocioné tanto corriendo en ruta como en pista".

 

 

Lo que hace nueva años parecía una locura ahora es algo que se ha convertido en algo natural para Tom Evans: "Competir en un ultratrail para mí es relativamente fácil: corro cuatro o cinco veces al año, pero entreno 350 días y no hay nadie mirándote ni animándote. Así que, si una carrera sale bien, es casi un alivio que todo lo que hice haya funcionado. Es muy emotivo, tanto las victorias como las derrotas. El año pasado escuché una frase en un podcast: «Que la euforia no se te suba a la cabeza ni que la tristeza te llegue al corazón». Creo que eso es fundamental. Quiero estar en la línea de salida sabiendo que no he escatimado esfuerzos".

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