Pidcock estalla contra el boicot que llevó a una decisión vergonzosa en la etapa de la Vuelta con final en Bilbao: "No estamos corriendo una maldita marcha cicloturista, ¿verdad?”

La etapa con final en Bilbao tuvo un desenlace vergonzoso debido al boicot de numerosos manifestantes propalestinos que obligaron a cancelar la meta y dejar sin ganador la jornada, pero dejó un interesante aspecto deportivo al verse a un  Tom Pidcock que presenta su candidatura al podio de La Vuelta tras hacer sufrir al líder Jonas Vingegaard en la explosiva subida a Pike Bidea (2,3 km al 8,9%), que se coronaba muy cerca de meta. El británico del Q36.5 llegó a descolgar al danés del Visma, que le alcanzó en el corto descenso antes de que la carrera se parara a falta de 3 km. 

El ciclista británico se encontró muy fuerte y con mucha ambición. Se veía ganador en la ciudad vasca y la cancelación de la etapa le dejó descolocado e indignado. El líder del equipo Q36.5 estalló con críticas feroces a los manifestantes y a la organización.

"Es difícil describir la decepción, para ser honesto. Sentía que hoy era mi día. Creo que siempre debería haber una línea de meta. No estamos corriendo una maldita marcha cicloturista, ¿verdad?”, afirmó ante los medios.

"Poniéndonos en peligro no vais a ayudar a vuestra causa"

El ciclista británico no pudo contenerse al valorar lo sucedido en Bilbao: “No es fácil. Creo que la Vuelta hizo lo que pudo para mantenernos seguros. No quiero decir nada político porque me metería en problemas, pero creo que mucha gente ha evitado hablar de esto públicamente. Y la verdad es que en el pelotón a veces da miedo”.

Pidcock pidió a los manifestantes que cesen en una actitud que pone en riesgo extremo a los ciclistas: “Mientras nuestra seguridad esté por delante, podemos seguir corriendo, que es lo que estamos aquí para hacer. El ciclismo no tiene nada que ver con lo que está pasando. Poniéndonos en peligro no vais a ayudar a vuestra causa. Todo el mundo tiene derecho a protestar lo que quiera, pero ponernos en peligro no es el camino”.

El ciclista británico prefiere no pensar en que podría haberse llevado una victoria y mira hacia adelante con optimismo tras sentir que le responden las piernas mejor de lo que pensaba: “Mucha gente habla de lo que está sobre el papel. No digo que hubiese ganado, pero tenía una buena oportunidad. Es decepcionante, aunque no voy a gastar energía en eso. Queda un camino muy largo en esta Vuelta. Por lo que me dijeron, hoy iba a ser el día con más protestas, así que espero que a partir de ahora todo vaya mejor”.