La corredora mexicana Candelaria Rivas, india raramuri mexicana, participó en la primera carrera de su vida y ganó en un recorrido de ¡63 kilómetros!
"Vi a una vecina que ganó una ultramaratón, me dio envidia y anduve 14 horas para correr una...y ¡la gané!"
Una india raramuri de Méxixo ha dejado atónito al mundo del running con una exhibición en su primer ultramaratón...y sin entrenar.
"Vi a una vecina que ganó una ultramaratón, me dio envidia y anduve 14 horas para correr una...y ¡la gané!" Esta es la increíble historia de una corredora mexicana muy singular que debutó con 30 años en este tipo de carreras sin haber participado jamás en ninguna otra distancia.
Sin experiencia previa, pero con determinación pura, Candelaria Rivas Ramos, una india raramuri de México, logró conquistar los 63 kilómetros del Ultramaratón de los Cañones conn un tiempo de siete horas y media.
Los raramuri son una tribu famosa por su capacidad de resistencia y sus buenos resultados en carreras de ultrafondo pese a no competir con calzado avanzado ni seguir ningún tipo de entrenamiento específico más allá de que cada día suelen sumar muchos kilómetros en las montañas en la vida diaria, pero no haciendo deporte sino trabajando.
![[Img #62474]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/07_2025/1468_raramuri-1-min.jpg)
A sus 30 años, Candelaria debutó en este tipo de carreras y lo hizo con victoria. "Realmente estoy muy contenta. Este triunfo se lo dedica a mi familia", expresó emocionada tras finalizar el recorrido, luego de vencer a corredoras más experimentadas.
Ganó 320 euros tras su enorme esfuerzo
El trayecto para competir fue tan desafiante como la propia carrera. "Llegué con mi esposo desde el municipio de Guadalupe y Calvo a una comunidad que se llama Choreachi. Del otro lado de la barranca de la Sinforosa", relató sobre su largo traslado. Solo para llegar a Guachochi, la atleta recorrió 14 horas a pie desde su comunidad, esfuerzo que deberá repetir para regresar. Su triunfo fue reconocido con un premio de 320 euros, bolsa de esta edición.
Candelaria destacó su voluntad y compromiso: "Ya conocía la carrera que se da aquí cada año. Nunca había participado, pero mi vecina me hizo que me entraran ganas".
Candelaria sentía que ella estaba tan capacitada como su vecina u otros componentes de su tribu que corrían en algunas competiciones: "Me daba cuenta cómo mis compañeros ganaban y corrían todos los años y me dije, yo también puedo".
No entrenó con tecnología ni en pistas modernas, pero su constancia y el ejemplo de sus seres queridos fueron clave. "Eso me animó más. Mi familia me animó este año a venir a convivir".
"Vi a una vecina que ganó una ultramaratón, me dio envidia y anduve 14 horas para correr una...y ¡la gané!" Esta es la increíble historia de una corredora mexicana muy singular que debutó con 30 años en este tipo de carreras sin haber participado jamás en ninguna otra distancia.
Sin experiencia previa, pero con determinación pura, Candelaria Rivas Ramos, una india raramuri de México, logró conquistar los 63 kilómetros del Ultramaratón de los Cañones conn un tiempo de siete horas y media.
Los raramuri son una tribu famosa por su capacidad de resistencia y sus buenos resultados en carreras de ultrafondo pese a no competir con calzado avanzado ni seguir ningún tipo de entrenamiento específico más allá de que cada día suelen sumar muchos kilómetros en las montañas en la vida diaria, pero no haciendo deporte sino trabajando.
A sus 30 años, Candelaria debutó en este tipo de carreras y lo hizo con victoria. "Realmente estoy muy contenta. Este triunfo se lo dedica a mi familia", expresó emocionada tras finalizar el recorrido, luego de vencer a corredoras más experimentadas.
Ganó 320 euros tras su enorme esfuerzo
El trayecto para competir fue tan desafiante como la propia carrera. "Llegué con mi esposo desde el municipio de Guadalupe y Calvo a una comunidad que se llama Choreachi. Del otro lado de la barranca de la Sinforosa", relató sobre su largo traslado. Solo para llegar a Guachochi, la atleta recorrió 14 horas a pie desde su comunidad, esfuerzo que deberá repetir para regresar. Su triunfo fue reconocido con un premio de 320 euros, bolsa de esta edición.
Candelaria destacó su voluntad y compromiso: "Ya conocía la carrera que se da aquí cada año. Nunca había participado, pero mi vecina me hizo que me entraran ganas".
Candelaria sentía que ella estaba tan capacitada como su vecina u otros componentes de su tribu que corrían en algunas competiciones: "Me daba cuenta cómo mis compañeros ganaban y corrían todos los años y me dije, yo también puedo".
No entrenó con tecnología ni en pistas modernas, pero su constancia y el ejemplo de sus seres queridos fueron clave. "Eso me animó más. Mi familia me animó este año a venir a convivir".
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