La prueba vasca se ha convertido en la más deseada de España y la organización cree que hay que conseguir una manera mucho más justa de repartir los pocos dorsales que salen a la venta
La Behobia-San Sebastián estudia un modelo de inscripción que evite que 'ganen' los que tienen la conexión wifi más rápida tras el caos de recibir 400.000 peticiones para solo 14.000 dorsales
La carrera vasca multiplica su demanda y para repartir sus dorsales ya busca un modleo más justo que el actual.
Solo aquellos con la conexión más rápida de internet tuvieron la suerte de conseguir uno de los 14.000 dorsales que se pusieron a la venta la semana pasada para conseguir un dorsal para correr la Behobia-San Sebastián que se celebrará el próximo 9 de noviembre.
![[Img #62025]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/05_2025/9236_behobia-1-min.jpg)
El caos y la indignación fueron los protagonistas de un proceso que llegó a tener a 400.000 dispositivos conectados para conseguir darle al botón de comprar.
La demanda disparada para conseguir un dorsal ha hecho pensar a la organización de la prueba que lo más lógico es establecer, de cara a futuras ediciones, un nuevo sistema más justo que evite el colapso, caídas de la web y la indignación.
Se valoran varias opciones para cambiar la manera de inscribirse
Las quejas se han repetido. No hay más que ver los comentarios publicados en los perfiles de redes sociales de la Behobia. En el propio CD Fortuna, organizador de la carrera, son conscientes de que tienen que "darle una vuelta" a este tema. Pero ¿qué opciones tienen? No quieren aventurarse a decir qué es lo que harán el año que viene "sin un análisis de lo ocurrido. Volver al sistema de reservas que teníamos antes es una opción, pero no la única". Ya tendrán tiempo para aclarar cómo funcionará el sistema cuando abran las inscripciones de la edición de 2026.
![[Img #62024]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/05_2025/4982_behobia-2-min.jpg)
Un ejemplo que se estudia está en el maratón de Nueva York, también con una gran demanda. Hay un cupo de dorsales garantizado para corredores que hayan completado un determinado número de maratones de la ciudad estadounidense. Y otro es para los que cumplan unas marcas mínimas, acreditadas en otras carreras. Además, agencias de viajes con las que colaboran también tienen un número de inscripciones reservado, así como corredores que participen colaborando con una causa solidaria.
Pero lo más interesante está en que no obligan a los interesados en correr a tener que conectarse a una determinada hora para poder optar a lograr uno de los codiciados dorsales, como ocurrió con la última edición de la Behobia. Hacen un sorteo para el que establecen un periodo de tiempo para apuntarse, evitando así la saturación de la web y que los interesados tengan que esperar durante horas sin saber si lo lograrán o no.
En España el ejemplo es la Quebrantahuesos
Los dorsales destinados al sorteo en la ciudad estadounidense (unos 15.000 de los poco más de 50.000 plazas) los dividen en tres grupos: neoyorquinos, estadounidenses y participantes internacionales. estableciéndose también un cupo para cada uno de estos perfiles. Más de 200.000 personas se han apuntado a este sorteo este año.
Un buen ejemplo en España de prueba masificada que utiliza el modelo del sorteo es la marcha cicloturista Quebrantahuesos, que suele ofrecer unos 11.000 dorsales que sortea entre los más de 100.000 interesados que se apuntan cada año.
No es la única fórmula, pero, sin duda, y teniendo en cuenta que habría que estudiar muy bien cómo establecer los cupos, podría ser una vía válida para mejorar el sistema actual y hacerlo más justo; y generando menor frustración al mismo tiempo.
Solo aquellos con la conexión más rápida de internet tuvieron la suerte de conseguir uno de los 14.000 dorsales que se pusieron a la venta la semana pasada para conseguir un dorsal para correr la Behobia-San Sebastián que se celebrará el próximo 9 de noviembre.
El caos y la indignación fueron los protagonistas de un proceso que llegó a tener a 400.000 dispositivos conectados para conseguir darle al botón de comprar.
La demanda disparada para conseguir un dorsal ha hecho pensar a la organización de la prueba que lo más lógico es establecer, de cara a futuras ediciones, un nuevo sistema más justo que evite el colapso, caídas de la web y la indignación.
Se valoran varias opciones para cambiar la manera de inscribirse
Las quejas se han repetido. No hay más que ver los comentarios publicados en los perfiles de redes sociales de la Behobia. En el propio CD Fortuna, organizador de la carrera, son conscientes de que tienen que "darle una vuelta" a este tema. Pero ¿qué opciones tienen? No quieren aventurarse a decir qué es lo que harán el año que viene "sin un análisis de lo ocurrido. Volver al sistema de reservas que teníamos antes es una opción, pero no la única". Ya tendrán tiempo para aclarar cómo funcionará el sistema cuando abran las inscripciones de la edición de 2026.
Un ejemplo que se estudia está en el maratón de Nueva York, también con una gran demanda. Hay un cupo de dorsales garantizado para corredores que hayan completado un determinado número de maratones de la ciudad estadounidense. Y otro es para los que cumplan unas marcas mínimas, acreditadas en otras carreras. Además, agencias de viajes con las que colaboran también tienen un número de inscripciones reservado, así como corredores que participen colaborando con una causa solidaria.
Pero lo más interesante está en que no obligan a los interesados en correr a tener que conectarse a una determinada hora para poder optar a lograr uno de los codiciados dorsales, como ocurrió con la última edición de la Behobia. Hacen un sorteo para el que establecen un periodo de tiempo para apuntarse, evitando así la saturación de la web y que los interesados tengan que esperar durante horas sin saber si lo lograrán o no.
En España el ejemplo es la Quebrantahuesos
Los dorsales destinados al sorteo en la ciudad estadounidense (unos 15.000 de los poco más de 50.000 plazas) los dividen en tres grupos: neoyorquinos, estadounidenses y participantes internacionales. estableciéndose también un cupo para cada uno de estos perfiles. Más de 200.000 personas se han apuntado a este sorteo este año.
Un buen ejemplo en España de prueba masificada que utiliza el modelo del sorteo es la marcha cicloturista Quebrantahuesos, que suele ofrecer unos 11.000 dorsales que sortea entre los más de 100.000 interesados que se apuntan cada año.
No es la única fórmula, pero, sin duda, y teniendo en cuenta que habría que estudiar muy bien cómo establecer los cupos, podría ser una vía válida para mejorar el sistema actual y hacerlo más justo; y generando menor frustración al mismo tiempo.
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