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Miércoles, 07 de Mayo de 2025
Javier Díez, veterano maratoniano y triatleta, confronta con aquellos que critican la medida cada vez más común de descalificar o penalizar a quien entre de la mano en meta con alguien de su familia para celebrar su logro

"Hablando mal y claro, los que quieren entrar de la mano de sus hijos en una maratón son unos irresponsables e insolidarios que por un capricho ponen en riesgo a todos los demás"

Cada vez más pruebas prohíben la entrada de los corredores junto a sus hijos por una cuestión de seguridad.

La última edición de la Maratón de Madrid será recordada, entre otras muchas cosas, por el enfado de muchos corredores a causa de la 'amenaza' por escrito de los organizadores con descalificar a cualquiera que entrara en meta con alguna persona sin dorsal. En pocas palabras, que se prohibía con posibilidad de sanción ejemplar a quien acabara la prueba con, por ejemplo, sus hijos en brazos.

 

 

"Sabemos que cruzar la meta de una gran carrera como el Zurich Rock ‘n’ Roll Running Series Madrid es un momento inolvidable. Pero también sabemos que la emoción no puede poner en riesgo tu seguridad ni la de los miles de participantes que te acompañan. Te recordamos que está terminantemente prohibido entrar en meta acompañado de personas no inscritas en la carrera, incluyendo menores de edad. Es una norma clara del reglamento, pero sobre todo es una cuestión de responsabilidad y compañerismo. Por el bien de todos, este año habrá personal de seguridad, organización y jueces en la línea de meta que descalificarán y sancionarán a los corredores que incumplan esta norma. No habrá excepciones, salvo en el caso de corredores con necesidades especiales previamente autorizadas", explicaba la organización de la Maratón de Madrid.

 

 

Javier Díez, veterano maratoniano y triatleta, confronta con todos los corredores que critican esta decisión y defiende que se trata de una manera muy sensata de evitar problemas:

 

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"Todos los que participamos en una carrera buscamos lo mismo: llegar a meta. Da lo mismo la distancia en la que participemos. He visto a gente acabar una carrera de 10 kilómetros y celebrarlo como si acabarán de ganar una ultra. Eso está bien. Cada uno sabe sus objetivos y cada uno tiene claras cuales son sus metas.

 


Lo que ya no está tan bien, y creo que debería prohibirse siempre o bien a penalizar, es entrar en meta en una media maratón o maratón con nuestros hijos, sobrinos, pareja… Pero antes de que me empecéis a tirar la caballería por encima, me explicaré.

 


A todos nos gustaría entrar con nuestro hijo (supongo, porque todavía no tengo churumbeles), o con nuestro sobrino, o incluso con nuestra pareja, sobre todo cuando hemos conseguido vencer a nuestros miedos, y alcanzar una meta que seguramente hace unos meses resultaba inalcanzable. Pero, ¿os habéis parado a pensar en lo que puede pasar si entrando en meta con un niño provocamos la caída de otro participante? ¿Y si al llevar a tu hijo en brazos, cansado como llegas después de, por ejemplo, 36 kilómetros de trail, tropiezas y el niño se hace daño? ¿A quién responsabilizarás?

 

[Img #61987]

 


Hablando mal y claro, los que quieren entrar de la mano de sus hijos en una maratón son unos irresponsables e insolidarios que pir un capricho ponen en riesgo a todos los demás.

 

Muchos maratones y en triatlón la franquicia IRONMAN descalifican a los participantes que entran en meta acompañados. El año pasado (no recuerdo en que prueba sucedió), un corredor se tropezó llevando a su hijo en brazos. Afortunadamente no pasó nada.

 

 

Recuerdo que mientras esperaba en la meta de la Cinc Cims de Corbera vi como algunos participantes (muchos), querían entrar en meta con uno o dos niños cogidos de la mano, en brazos… Unos de ello incluso con dos niños, y su mujer corriendo a su lado mientras los grababa con el móvil.

 


Otros participantes que entraban en meta, tuvieron que esquivar a más de uno de estos padres. Está claro que es un momento alegre y lo queremos compartir, pero tenemos que entender que no es adecuado. No estoy hablando ni de 10, ni de 20 personas que entraron acompañadas… Habla de mucha más gente que quiso cruzar la meta con sus peques.

 

 

Insisto. Ya no es solo por lo que pueda pasar en caso de que ese niño pequeño se haga daño porque te caes con él en brazos. Lo digo también por ese niño que llevas de la mano y que tropieza, y al hacerlo, obstaculiza a otro corredor que entra en meta solo. ¿Y si le pisa? ¿Y si le hace daño?

 


Y ya aprovecho y le envío un mensaje también al público que viene a recibirnos a meta. No corremos solos. Detrás (y delante) hay más corredores. Aunque «tu» participante haya entrado en meta, sigue habiendo más gente en carrera. No te cruces por donde tienen que pasar los corredores. Igual que a tu corredor no quieres que le molesten, no molestes al resto de participantes.

 


Espero que esta reflexión no moleste a nadie. Desde la barrera y con total objetividad he visto más de una vez lo que puede suceder en estos casos. soy consciente de lo que podemos entorpecer al resto de participantes y provocar más de un tropezón por culpa de querer entrar con los niños de la mano. Evitemos accidentes. Disfrutemos de las entradas en meta y celebremos con las familias después".

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