Corre 106 kilómetros por la montaña con la nariz rota y tras perder varios dientes y acaba ¡segundo!: "Me comí un árbol en el km 6, el dolor era enorme, no sé como pude seguir 9 horas"

Los corredores , aficionados, voluntarios y miembros de la organización del Ultratrail de Bretaña no daban crédito a lo que veían. Uno de los participantes corría sangrando abundantemente por la nariz y la boca pero se negaba a rendirse y retirarse. Se trataba de una situación inédita en este deporte, ya que jamás se había visto a nadie en esas condiciones que aguantara nueve horas con ese dolor, sin apenas poder respirar y, sin embargo, ser capaz de acabar ¡segundo!

Maxime Jaouen ganó la carrera con un cuarto de hora el pasado sábado pero el premio al coraje fue para su segundo clasificado, Jean-Marie Diverrez, quien terminó con la nariz y los dientes rotos después de golpearse violentamente por un tronco de árbol en el kilómetro 6 de la carrera.

Correr 112 kilómetros ya es un logro, pero ese tremendo hándicap convierte su experiencia en una heroicidad. Esta hazaña se engrandece al ser capaz de rendir al máximo nivel y subir al segundo cajón del podio cuando todo apuntaba que lo normar era ser trasladado a un hospital.

Jean-Marfie Diverrez relata cómo se complicó todo nada más arrancar la prueba: "Éramos cuatro en fila india y no vi que teníamos que agacharnos para evitar un tronco y me lo comí, me di de lleno en la cara. Fue escalofriante sobre todo porque pasó en plena oscuridad y daba más miedo".

"Me acompañó un rival varios kilómetros porque no me encontraba bien"

Ese tremendo golpe  no fue suficiente para desanimar al corredor de 48 años, que inicialmente se   quedó atónito antes de recibir la ayuda de otro corredor que estaba en cabeza con él en ese momento: "Se paró, me miró y me ayudó.  Salimos de nuevo en pareja, él me metió de nuevo en carrera y estuvo atento a mis reacciones porque durante el primer cuarto de hora no me encontraba realmente bien".

Reconoce que "el dolor era muy intenso. Costaba respirar pero conseguí aguantar y poder seguir durante 106 kms y más de nueve horas. aún no me creo que pudiera a acabar la carrera y encima segundo. En cada avituallamiento me revisaban para ver si tenía problemas pero pude continuar".

El sorprendente corredor francés no solo aguantó el dolor y acabó la prueba, sino que en los últimos kilómetros fue capaz de superar a otro competidor y pasar a la segunda plaza. Incluso superó a Guénaël Oliviero, que no dudó en aplaudir su hazaña "Cuando le vi pasarme con la cara destrozada no me lo podía creer. Para hacer 100 kilómetros así hay que tener una mentalidad loca, es una máquina".

Nada más acabar la prueba fue atendido por los servicios médicos de la carrera y fue trasladado a un hospital de la zona donde fue operado de la nariz. El siguiente paso será acudir a un dentista para ver el estado de su boca y cambiarse algunas piezas.