Kipchoge busca redención en Londres tras su decepcionante retirada en la Maraton de los Juegos Olímpicos: "Antes de esa carrera pasaron muchas cosas y no buenas..."

Eliud Kipchoge acude a la Maratón de Londres con ánimo de redención tras un sombrío años 2024 en el que acabó en una decepcionante décima plaza en la Maratón de Tokio y donde vivió su primera retirada en maratón cuando un supuesto problema en la cadera le hizo abandonar en la prueba de los Juegos Olímpicos de París cuando iba en las últimas posiciones en el kilómetro 30.

El mito keniata reconoce que el año pasado fue duro pero no cree que fuera por una mala preparación sino por cuestiones extradeportivas: "No creo que tuviera errores en el entrenamiento pero cuando tienes esos resultados te hace dudar sobre tu trabajo. El problema fue que pasaron muchas cosas que prefiero no comentar. De todas formas prefiero pasar página y levantarme todos los días y estar listo para la siguiente carrera".

Los problemas a los que alude Eliud Kipchoge pero en los que no quiere profundizar radican en el acoso mediático y popular que sufrió en su país tras la muerte de Kelvin Kiptum, vigente plusmarquista mundial de maratón. A la leyenda keniata le señalaron como el inductor del accidente de tráfico que acabó con la vida del otro genio keniata. Esa persecución le hizo tener que estar protegido por guardaespaldas las 24 horas del y descentrarse de su objetivo deportivo. La ansiedad que le generaron las numerosas amenazas le hizo descentrarse del deporte y no poder mostrar su trabajo en el asfalto al competir.

Tras las últimas decepciones y ya difuminado el acoso que padeció, el mejor maratoniano de la historia se ha reencontrado con las sensaciones positivas en los entrenamientos: "Durante cuatro meses he entrenado a tope... Me siento muy cómodo con mi cuerpo, tengo las piernas bien, y de hecho, un día antes empiezo a revisar lo que he estado haciendo. Si lo que he estado haciendo ha salido como esperaba, al día siguiente estoy listo".

"He aprendido a ser paciente"

Con 40 años uno de las grandes virtudes de Eliud Kipchoge es la prudencia y la lectura sosegada de las competiciones: "He aprendido a ser paciente. He aprendido a ser realmente dedicado, he aprendido a ser un atleta responsable en los entrenamientos, en la vida familiar, en la vida deportiva, y eso es lo que me ha llevado a seguir en el deporte durante los últimos 22 años".

Kipchoge sabe que está en el ocaso de su carrera y que su cuerpo ya no es capaz de rendir en plenitud, pero confía en hacer un buen papel en la Maratón de Londres:  "Sé que hay atletas jóvenes mejores que yo pero no me preocupa. No creo en el éxito, pero sí en una buena preparación y planificación que lo lleven. Eso significa que si no trabajo duro durante cinco meses, no tendré éxito, pero si me planifico y me preparo bien, estoy seguro de que lograré el objetivo que me he marcado que es dar lo mejor de mí".

El mito keniata jamás pensó que estaría compitiendo como atleta de elite tras tantos años: "cuando empezaba no pensé que correría tanto tiempo. No sabía que seguiría compitiendo profesionalmente después de 22 años. Es duro, y por eso siempre les digo a los jóvenes: sean disciplinados en la vida, traten este deporte como una profesión y sigan adelante. Usemos el deporte como una fuerza positiva en nuestras".