Martes, 09 de Septiembre de 2025

ddt2
Miércoles, 29 de Enero de 2025
Con 39 años y 8 hijos comienza en unos días un impresionante reto de 7 maratones en 7 días en 7 continentes en el que teme que "el peaje va ser acabar lesionada"

La influencer Verdeliss paga 40.000 euros de su bolsillo por su última 'locura' maratoniana que incluye "una cláusula por posibles amputaciones, no dormir apenas y comer poco y mal"

La famosa corredora popular navarra se ha propuesto acabar un reto mayúsculo en el queen una semana estará 60 horas volando y sumará 295 kilómetros corriendo.

Estefania Unzu, más conocida por Verdeliss por su faceta como influencer, tiene 39 años, ocho hijos y pese a su complicada vida personal ha sumado 27 maratones en los últimos dos años. No contenta con eso ha decidido afrontar un reto mayúsculo que le llevará a correr 7 maratones en 7 continentes en 7 días. Ese desafío no solo tendrá un coste físico sino un elevado coste económico: "Me va a costar 40.000 euros de mi bolsillo porque no tengo patrocinador para esta aventura. Además, da un poco de miedo porque una de las cláusulas del contrato con la empresa que lo organiza es que se pueden producir amputaciones por culpa del frío en la Antártida".

 

[Img #61302]

 


La maratoniana popular navarra explica en una entrevista con 20 Minutos su pasión por los retos cada vez más extremos: "Para empezar, me apetece vivir la vida intensamente, porque he encontrado en correr una forma de disfrute. Además, creo que estoy en esta crisis vital, cuando te acercas a los 40, y me he dado cuenta de que los miedos solo suponen limitaciones y esto lo estoy disfrutando, me lo estoy pasando bien.

 

60 horas de vuelo en 7 días

 


Verdeliss entiende que muchos consideren una 'locura' un reto de este nivel: "Es cierto que escuchar 7 maratones en 7 días en 7 continentes parece algo imposible, incluso a nivel logístico. No obstante, siento que mi mayor reto va a ser la Antártida, porque nunca me he enfrentado a correr a unas temperaturas tan bajas y tampoco sé lo que es correr con unas zapatillas de clavos. Además, voy a correr sobre una superficie que va a estar congelada, con hielo y con nieve. Nos han dicho que las variables climatológicas son una lotería, la temperatura puede ir de -10 a -20 grados, pero la sensación térmica depende totalmente de los vientos, de las tormentas. No sé qué tal voy a sentir correr con una máscara en la cara, la sensación de sofoco, el correr con tantas capas encima, porque tampoco me he puesto a prueba. De hecho, si soy sincera, no he hecho un test de correr en frío, de ir aclimatándome ni siquiera a la equipación. Me voy a quedar con la sensación de decir que he pisado ese continente, algo que pocas personas lo pueden tener en su currículum de vida, y eso es lo que me voy a llevar".

 

 


De los siete maratones el de la Antártida es el que presenta más complicaciones: "La maratón en la Antártida se puede retrasar según el tiempo, ese es el motivo de que sea la primera maratón que se corre en todo el reto, porque el avión tiene que poder aterrizar y depende de que no haya demasiado viento. Dentro del reto, la Maratón de la Antártida es la que puede sufrir estas variaciones debido a las condiciones tan extremas. Sin embargo, una vez la corramos, el resto va a ir rodado. Son aproximadamente 168 horas en total, 60 horas de vuelo y el restante entre correr las maratones y, básicamente, ir apurada al aeropuerto a coger el próximo vuelo, a descansar entre las horas de avión, a comer como buenamente se pueda. Supervivencia pura y dura".

 

 

[Img #61301]


 

Este desafío no es algo personal sino que está diseñado y organizado por una empresa y en 2025 se han apuntado más de 60 corredores: "La logística es muy importante, ya que un particular no puede organizar un proyecto así. Entre otras cosas, porque las maratones, normalmente, se organizan los fines de semana. Esto son maratones que se han creado específicamente para cumplir este reto. Están homologadas por World Athletics. Para hacerlo se necesita un vuelo chárter, por lo que la organizadora fleta un vuelo, que es como un jet privado, y este nos va llevando a cada una de las localizaciones".

 

 

"Con la comida tendré que buscarme la vida"

 


Verdeliss va a tener muy poco tiempo entre carera y carrera y comer bien no será una tarea fácil: "Con la comida me tendré que buscar la vida. Nos han indicado que en el avión va a haber comida, pero esta va a ser comida menú de avión y los maratonianos necesitamos una comida específica. Para mi gusto, la comida de avión es muy minimalista. Por lo tanto, la idea es que cuando hagamos parada en los aeropuertos y veamos una cafetería de camino, pues aprovechar para comprar un bocadillo, por ejemplo. Incluso, en cada una de las localizaciones, quizás tenemos más o menos tiempo para aprovechar e ir a un restaurante y comer bien. Es también un reto de autogestión".

 

 


Verdeliss está convencida de que llega "bien preparada. Es cierto que no en un espacio tan reducido de tiempo, pero llevo 27 maratones en dos años y estas han sido muy diversas entre sí. He corrido en diferentes altitudes, desde Brasil (a más de 1000 m con muchos desniveles) a San Francisco (unos 500 de desnivel). En Argentina, corrí con bastante frío y ahora acabo de correr en Doha, que ha sido todo lo contrario, con bastante humedad y calor. También en Camboya, con poco descanso y un día entero de vuelo. He corrido de noche, de día y también algunas bastante encadenadas entre sí, como tres maratones en una semana. Así que este nivel de fatiga creo que lo he ido preparando bastante bien".

 

 


Con 8 hijos y tantas horas de viaje y carrera, comunicarse con la familia va a reducirse a la mínima expresión: "En cuanto a la cobertura, en la Antártida está descartado. Vamos a estar incomunicados. En el resto de localizaciones, cuando estemos volando tampoco. Una tercera parte de todo el tiempo que invierta se va en vuelos, por lo que no creo que tenga tiempo de estar pendiente de revisar los contenidos, de editarlos o de publicarlos. Voy a estar prácticamente dos semanas desaparecida y esto no es gratis. Hay que pagar un peaje importante porque el mundo me necesita y estos días estoy pegándome una maratón de verdad para conseguir cerrar muchos temas y para adelantar otros en lo relativo a nivel profesional. A nivel logístico familiar, tengo ocho hijos. Mi marido se queda con todos ellos y eso también tengo que dejarlo organizado. Además, el fin de semana se juntan partidos y competiciones y él no tiene disponibilidad para multiplicarse. También nos tiene que echar una mano nuestra familia".

 

 

"Lesionarme creo que es un peaje que creo que puedo tener que pagar"

 

 

La corredora navarra tiene mucho mérito ya que carece "de un equipo que ayude. Voy a mi bola totalmente, algo que me ha permitido establecer una continuidad. De esta manera, respeto mis tiempos y energía. Mi día a día es muy irregular y caótico. Lo mismo se me juntan varias noches que no he podido dormir nada, pues porque los niños me han dado una mala noche, porque estaba mal de la tripita o he tenido que madrugar más de la cuenta. Las redes sociales son muy imprevisibles, de repente se pueden juntas muchos contenidos que hay que generar, o se me juntan varias reuniones. Con los entrenamientos, escucho mucho mis sensaciones en cada momento".

 

 


Verdeliss ha aprendido a entrenarse de manera autónoma salvo en un aspecto fundamental para evitar lesiones: "No tengo entrenador para la parte cardiovascular, pero para la de fuerza, como no me gusta nada, aunque es muy portante para evitar lesiones, es mi padre quien me los lleva. Él es entrenador de atletismo. Vengo de una familia de atletas, de hecho, era la oveja negra. Mi padre tiene esta responsabilidad de obligarme y de presentarse en mi casa dos veces por semana. Por lo tanto, no me puedo escaquear y me hace de entrenador personal para trabajar la fuerza".

 

 


Tras este reto llegarán nuevos desafíos: "La idea es continuar corriendo. El 21 de abril tengo dorsal para la Maratón de Boston y supone obtener mis seis medallas del World Marathon Majors (Tokio, Boston, Londres, Berlín, Chicago y Nueva York), un gran reto deportivo para todo maratoniano. Me gustaría también presentarme al Campeonato de España de 100 km. Además, tengo más viajes preparados por el mundo y más maratones. Aunque es cierto que viajar es extraordinario, pero donde más a gusto corro es en España, por lo que me gustaría seguir haciendo carreras en España. Todo esto en el caso de que no me lesione, que es un escenario que estoy contemplando y que es un peaje que creo que puedo tener que pagar. Lo cierto es que parte de la incertidumbre de este reto es si no voy a acabar lesionada cuando llegue a Miami o que a mitad de camino vea que no puedo continuar corriendo. Y si me lesiono, lo que intento plantearme es que he estado dos décadas de mi vida sin correr, por lo que creo que podría superarlo".

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.185

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.