El ciclista murciano fue uno de los pioneros en el control de la nutrición para mejorar su rendimiento pero sin necesidad de llegar a los extremos actuales que están generando una enorme ansiedad entre los ciclistas jóvenes
Valverde no envidia a los ciclistas actuales: "Hasta hace poco con un plato de pasta y pollo podías ganar un Tour, ahora tienes a 120 personas encima de ti cada día"
El ciclista murciano fue un adelantado a su tiempo, cuando la nutrición no era un aspecto tan fundamental como ahora ya cuidaba ese aspecto hasta el extremo.
Asegura Óscar Pereiro, ganador del Tour de Francia de 2008, que no ha conocido en su carrera a "nadie que se cuidara tanto con la alimentación como Alejandro Valverde. Antes de que llegaran los nutricionistas deportivos a los equipos él ya sabía perfectamente cómo y cuánto tenía que comer para estar a tope. Jamás le ví tomarse una cerveza o unas patatas fritas en los meses de competición, era una disciplina increíble".
![[Img #60846]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/11_2024/5724_valverde-1-min-1.jpg)
El genial ciclista murciano pudo alargar hasta los 42 años su carrera como ciclista de elite gracias a una profesionalidad espectacular y un control absoluto de la nutrición y el entrenamiento. Al campeón mundial en 2018 le tocó competir en la era del control obsesivo de los vatios y de la comida pero no necesitó caer en esa dinámica para seguir siendo competitivo.
De hecho, en una entrevista con Rouleur reconoce que tras retirarse hace dos años no echa de menos esa parte del ciclismo que supone una enorme presión para los ciclistas jóvenes a los que ve "difícil que puedan aguantar ese ritmo más de 10 años".
"El ciclismo ha cambiado mucho. Antes entrenabas bien y te cuidabas y poco más, pero ahora es todo mucho más metódico con los vatios. La alimentación también es fundamental con todo medido, antes era un plato de pasta y pollo —reconoce mientras ríe—. Hoy en día existe el post que te tomas nada más terminar la etapa, en esa ventana abierta de 30 o 45 minutos después. También han cambiado las bicicletas, la forma de correr, la forma de dirigir… Un equipo como el nuestro a lo mejor era una plantilla de 50 personas y ahora hay una plantilla de más de 120", apunta Alejandro Valverde.
Alejandro Valverde entiende que los tiempos cambian y su deporte evoluciona como todo: "Creo que lo que hay ahora stá bien. El ciclismo de ahora es puro espectáculo con las nuevas generaciones que lo mismo te atacan a 50 que a 80 kilómetros. Es que no se lo piensan. Hubo una época en la que el ciclismo estaba demasiado medido, como por ejemplo cuando empezó el equipo Sky, estaba todo muy controlado. Decían: ‘Es que esa gente no arranca’. No, es que no se puede arrancar porque lo tenían todo tan excesivamente controlado que era imposible atacar. Ahora todo es mucho más espontáneo y creo que el ciclismo está viviendo una buena etapa".
"Me gusta el gravel pero yo siempre he sido carretero y lo seguiré siendo"
El ciclista murciano ahora se siente aliviado pero reconoce que el año siguiente a su retirada vivió angustiado con muchas gamnas de volver a competir profesionalmente, pero gracias al gravel pudo mitigar esas ganas: "La verdad que me ayudó muchísimo, porque a mí me faltaba algo. El año pasado tenía el gusanillo de competir y sobre marzo más o menos pensé: ‘Quiero volver’. Pero bueno, en abril hice la Indomable, encadené alguna prueba y ya ese gusanillo se iba apagando poco a poco. Aun así, en octubre se lo comenté a Eusebio, pero me dijo: ‘Alejandro, ¿dónde vas? No tienes necesidad’. Me veía en la obligación de plantearle la idea, pero no fue ni mucho menos insistir porque vi que no era necesario".
A pesar de su creciente afición por el gravel, Valverde no cambia su pasión por el asfalto: " Yo siempre he sido carretero y seguiré siendo carretero, pero en el gravel la verdad que tienes la oportunidad de ver esos paisajes que no puedes ver en la carretera y, además, tienes la tranquilidad de no tener coches. Y luego la bici, que es muy parecida a la de carretera y la sensación que te da cuando te adentras en caminos con esa velocidad, adrenalina, de poder disfrutar… Y eso también es bonito".
Tras dos años fuera del pelotón profesional ha podido analizar su decisión y cree que fue acertada: "Fue un buen momento, porque me retiré estando a un gran nivel y en mi última carrera, que fue Lombardía, estando entre los cinco primeros. O sea que estoy muy contento. El año pasado fue un año un poco de transición, haciendo un poquito de gravel, haciendo otras cosas, estando con el equipo, y este año sí que es cierto que mejor todavía, porque en tu primer año después de estar toda la vida haciendo lo mismo se te hace raro. Es difícil afrontar la retirada, pero también vas descubriendo cosas nuevas. Tengo la suerte de poder seguir entrenando bien, disfrutando de la bici y de seguir ligado a Movistar, que para mí es un placer".
Asegura Óscar Pereiro, ganador del Tour de Francia de 2008, que no ha conocido en su carrera a "nadie que se cuidara tanto con la alimentación como Alejandro Valverde. Antes de que llegaran los nutricionistas deportivos a los equipos él ya sabía perfectamente cómo y cuánto tenía que comer para estar a tope. Jamás le ví tomarse una cerveza o unas patatas fritas en los meses de competición, era una disciplina increíble".
El genial ciclista murciano pudo alargar hasta los 42 años su carrera como ciclista de elite gracias a una profesionalidad espectacular y un control absoluto de la nutrición y el entrenamiento. Al campeón mundial en 2018 le tocó competir en la era del control obsesivo de los vatios y de la comida pero no necesitó caer en esa dinámica para seguir siendo competitivo.
De hecho, en una entrevista con Rouleur reconoce que tras retirarse hace dos años no echa de menos esa parte del ciclismo que supone una enorme presión para los ciclistas jóvenes a los que ve "difícil que puedan aguantar ese ritmo más de 10 años".
"El ciclismo ha cambiado mucho. Antes entrenabas bien y te cuidabas y poco más, pero ahora es todo mucho más metódico con los vatios. La alimentación también es fundamental con todo medido, antes era un plato de pasta y pollo —reconoce mientras ríe—. Hoy en día existe el post que te tomas nada más terminar la etapa, en esa ventana abierta de 30 o 45 minutos después. También han cambiado las bicicletas, la forma de correr, la forma de dirigir… Un equipo como el nuestro a lo mejor era una plantilla de 50 personas y ahora hay una plantilla de más de 120", apunta Alejandro Valverde.
Alejandro Valverde entiende que los tiempos cambian y su deporte evoluciona como todo: "Creo que lo que hay ahora stá bien. El ciclismo de ahora es puro espectáculo con las nuevas generaciones que lo mismo te atacan a 50 que a 80 kilómetros. Es que no se lo piensan. Hubo una época en la que el ciclismo estaba demasiado medido, como por ejemplo cuando empezó el equipo Sky, estaba todo muy controlado. Decían: ‘Es que esa gente no arranca’. No, es que no se puede arrancar porque lo tenían todo tan excesivamente controlado que era imposible atacar. Ahora todo es mucho más espontáneo y creo que el ciclismo está viviendo una buena etapa".
"Me gusta el gravel pero yo siempre he sido carretero y lo seguiré siendo"
El ciclista murciano ahora se siente aliviado pero reconoce que el año siguiente a su retirada vivió angustiado con muchas gamnas de volver a competir profesionalmente, pero gracias al gravel pudo mitigar esas ganas: "La verdad que me ayudó muchísimo, porque a mí me faltaba algo. El año pasado tenía el gusanillo de competir y sobre marzo más o menos pensé: ‘Quiero volver’. Pero bueno, en abril hice la Indomable, encadené alguna prueba y ya ese gusanillo se iba apagando poco a poco. Aun así, en octubre se lo comenté a Eusebio, pero me dijo: ‘Alejandro, ¿dónde vas? No tienes necesidad’. Me veía en la obligación de plantearle la idea, pero no fue ni mucho menos insistir porque vi que no era necesario".
A pesar de su creciente afición por el gravel, Valverde no cambia su pasión por el asfalto: " Yo siempre he sido carretero y seguiré siendo carretero, pero en el gravel la verdad que tienes la oportunidad de ver esos paisajes que no puedes ver en la carretera y, además, tienes la tranquilidad de no tener coches. Y luego la bici, que es muy parecida a la de carretera y la sensación que te da cuando te adentras en caminos con esa velocidad, adrenalina, de poder disfrutar… Y eso también es bonito".
Tras dos años fuera del pelotón profesional ha podido analizar su decisión y cree que fue acertada: "Fue un buen momento, porque me retiré estando a un gran nivel y en mi última carrera, que fue Lombardía, estando entre los cinco primeros. O sea que estoy muy contento. El año pasado fue un año un poco de transición, haciendo un poquito de gravel, haciendo otras cosas, estando con el equipo, y este año sí que es cierto que mejor todavía, porque en tu primer año después de estar toda la vida haciendo lo mismo se te hace raro. Es difícil afrontar la retirada, pero también vas descubriendo cosas nuevas. Tengo la suerte de poder seguir entrenando bien, disfrutando de la bici y de seguir ligado a Movistar, que para mí es un placer".
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