"He caminado mucho, llego bien preparado para bajar de 8 horas en este Maratón de Nueva York y no volver a quedar último como hace un año"

Joel Kaufman es uno de esos finishers de maratón que desprecian muchos corredores. No corre, solo anda durante los 42,195 kilómetros y tiene el dudoso honor de haber sido el más lento en el Maratón de Nueva York de 2023. Sin embargo asegura sentirse "orgulloso porque lo importante no es ser rápido sino cumplir con tus sueños y llegar a la meta en 2 o en 9 horas da igual mientras lo consigas".

Hace justo un año este maratoniano popular estadounidense fue el último corredor oficial en llegar a la meta del Maratón de la Ciudad de Nueva York. Ser el último competidor en cruzar la línea de meta en 8:43:34 es una distinción que el hombre de 66 años no fue ni mucho menos una experiencia traumática. "Solo significa que dediqué más tiempo dedicado de la carrera  para disfrutar de la experiencia", asegura orgulloso.

Para esta edición asegura que ha incrementado sus kilómetros de entrenamiento: "He caminado mucho más y creo que llegó mucho mejor preparado que en 2023. Mi objetivo es bajar de las 8 horas y evitar la última plaza, pero si pasa lo disfrutaré exactamente igual".

Para entrenar, Kaufman camina 9,6 km tres veces por semana y hace una caminata larga, normalmente de 21 km, los sábados. Normalmente alterna entre un minuto de caminata rápida y un minuto de caminata lenta, aumentando gradualmente la cantidad de caminata rápida en sus rutas hasta alcanzar un ritmo que le resulte cómodo el día de la carrera.

Ha acabado 13 maratones andando

Joel Kaufmann tiene 66 años y acabó su primer maratón en 2015. Desde entonces ha corrido y acabado en 13 ocasiones y siempre ha buscado una prueba en la que pudiera acabar en alrededor de 8 horas, ya que correr le produce muchos dolores pero se puede permitir andar para cumplir con su objetivo de recaudar fondos en la lucha contra el cáncer en cada carrera en la que participa.

"Siempre veo a los fenómenos de corren 2 horas en la televisión, y corren todo el recorrido, no se detienen, no chocan los cinco con la gente en la calle y no agradecen a la gente por traer agua. Sientes mucho más cariño cuando vas más lento”, defiende Joel Kaufman.

El caso de Joel Kaufman es una lección de vida sobre las razones por la que cada uno decide acabar un maratón y está claro que no siempre es por sacar pecho por hacer una gran marca. Para algunos eso es lo de menos...