"Hace cuatro años no me había bajado de un zapato de tacón en mi vida y ahora soy la campeona de una carrera de 110 kilómetros"

El trail running nos descubre habitualmente casos de deportistas que hasta hace poco tiempo no estaban familiarizados con la montaña y, aún menos, con el running. El caso de la gallega Ana Martínez, de 52 años, une el descubrimiento del trail running con el de un potencial impensable hace solo cuatro años cuando era una persona sedentaria sin ningún vínculo con el deporte.

"Hace cuatro años no me había bajado de un zapato de tacón en mi vida y ahora soy la campeona de una carrera de 110 kilómetros", analiza en La Voz de Galicia la mujer más rápida en completar el Camino Francés entre Sarria y Santiago de Compostela para subirse al primera cajón del podio en el IV Ecocamiño.

La sorprendente ganadora de esta prestigiosa prueba recuerda su nula relación con las zapatillas de running: "No hacía nada de nada deporte. Entré en una cadena hotelera y, con suerte y trabajo, me fui ganando ascensos, así que pasaba el día en traje y tacones".

Un día decidió que tenía que cambiar sus hábitos y se fijó en el running: "Empecé con las carreras cortas de asfalto, pero tras una hernia me aconsejaron pasarme al monte y, como ya tengo una edad y se me dan mejor las competiciones largas que las explosivas, me fui introduciendo en las ultras. La primera fueron los 48 kilómetros del Ecocamiño del año pasado, y luego hice otra en Ponferrada, los 100 del Barbanza, Somiedo... Hace solo dos semanas estuve en el maratón del Desafío Cantabria".

"Mi primera carrera fue un medio maratón en el que quedé última"

Ana explica que sus nuevas rutinas, en parte, se deben al apoyo de su pareja, Iván López Docobo, que también compitió en los 110 kilómetros del Ecocamiño, donde finalizó quinto absoluto tras 12 horas y 20 minutos: "Mi marido siempre hizo un montón de deporte. Le encantan la bici, el monte, el surf... Y poco a poco me fue introduciendo. Mi primera carrera fue el medio maratón de Langreo. Él iba a hacer el maratón y, como iba con él, me animé a competir sin saber ni siquiera cuántos kilómetros era un medio maratón. Terminé la última y entré en la meta con el policía que iba para cerrar, que me iba diciendo si quería retirarme, pero yo soy muy cabezón".

Tras esa última plaza no paró de mejorar: "Iván y yo nos ayudamos muchísimo. Él compitió en el Ecocamiño en sus cuatro ediciones y yo siempre fui a apoyarlo. El año pasado participé en los 48 kilómetros fui sexta, y este me animó a hacer los 110. Tiene más fe en mí que yo misma. Algún día le ganaré".

15 horas y 40 minutos fue el tiempo que necesitó la corredora gallega, que el próximo día 8 cumplirá 52 años, para completar el Camino desde Sarria al Monte do Gozo el pasado sábado: "Fuimos por Portomarín, Palas de Rei, Melide, Arzúa y O Pino, viendo a muchos peregrinos, aunque nosotros tiramos por senderos y ellos van algún tramo por la carretera. Llovió muchísimo, tuvimos barro, pero nada fuera de lo normal aquí. Eso sí, nada comparado con Picos de Europa. A mí me gusta correr con agua. Pasé por el primer avituallamiento, en el kilómetro 22, a cinco minutos de la primera. En el segundo, a los 46, ya la había pasado y terminé con más de una hora de ventaja. Voy de menos a más, mi cuerpo necesita un tiempo para ir entrando en calor. Se me dio todo muy bien, disfruté mucho. No llevaba más intención que acabar, y gané".