Gabriel Berg, ciclista francés de 18 años que apuntaban como la gran joya francesa del futuro, anuncia que deja el Soudal Quick-Step y se retira a causa "de la obsesión de los equipos por conseguir a la nueva joya joven del ciclismo"
"Se acabó, no todos los ciclistas jóvenes somos Pogacar o Evenepoel, no tenemos vida, solo pedaleo y pedaleo y caídas en cada carrera..."
La búsqueda de talentos superlativos están provocando que se presione cada vez más a los ciclistas a un edad en la que deberían estar aprendiendo y con menos exigencias competitivas.
En los últimos años los equipos ´profesionales de ciclismo están obsesionados en la búsqueda del próximo Tadej Pogačar o Remco Evenepoel y contratan a corredores con mucho talento directamente de las categorías inferiores. Se trata de ciclistas que llevan una vida de entrenamiento, descanso y nutrición calcada a la de los profesionales desde los 13 años. A una edad muy temprana dedican su vida a competir y entrenar para perseguir sus sueños. Para algunos ciclistas adolescentes eso se ha convertido en una experiencia traumática y deciden rendirse para recuperar una vida normal menos sacrificada.
![[Img #60610]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/10_2024/236_berg-1-min.jpg)
Este es el caso de Gabriel Berg, ciclista del Sodal Quick-Step, que anunció que decidía abandonar el ciclismo profesional al estar saturado de una vida llena de sacrificios. El ciclista francés compartió sus emociones y temores en una larga entrevista con L'Equipe el pasado viernes.
Berg le dijo a L'Equipe y escribió en su página de Instagram que decidió abandonar el deporte antes de que los miedos y las presiones del deporte lo consumieran. Ahora espera competir a nivel local en 2025: "Tomé la decisión de dejar el ciclismo al más alto nivel y volver al ciclismo que amaba, con menos dolores de cabeza, menos limitaciones y quizás incluso con más placer".
"No tenía la madurez para dejarlo todo por el ciclismo"
El joven ciclista francés resume expone en esa entrevista lo que le ha convencido para dejarlo tan joven: "Me encanta el ciclismo y convertirme en profesional era un sueño para mí, pero este año me hizo darme cuenta de que no era necesariamente para mí debido a muchos sacrificios, tiempo lejos de mis seres queridos, accidentes repetidos, tensión constante y poco tiempo para hacer otra cosa".
Berg dijo a L'Equipe que le afectó ver a otros corredores gravemente heridos en accidentes y cómo le afectaron las muertes de su ex compañero de equipo Thomas Bouquet y Andre Drege, contra quien había competido. Berg se fracturó la muñeca en el verano y las semanas que pasó fuera le dieron tiempo para reflexionar sobre su carrera.
![[Img #60611]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/10_2024/4594_berg-2-min.jpg)
"Hoy les toca a ellos, podría haber sido yo. Mi cuerpo está dañado y tengo cicatrices para toda la vida. El pasado mes de julio, durante una carrera en Bélgica, sufrí cuatro caídas en diez kilómetros. Tenía un poco de miedo", indica Berg.
La vida de Berg giraba 24 horas y siete días a la semana en torno al ciclismo y tenía la sensación de que estaba tirando por la borda su juventud: "La edad influyó en mi decisión de parar. A los 18 años no estaba preparado, era demasiado pronto. No tenía la madurez para dejarlo todo por el ciclismo. No sabía cómo convertir mi pasión en una carrera. Me sentía atrapada en una rutina, pedaleando, pedaleando, pedaleando, todo el tiempo. Aparte de pedalear, no veía a nadie. Ya no tenía vida social. Cuando mis amigos me sugerían ir de vacaciones o hacer una caminata, yo me negaba. Esas pequeñas cosas se acumulan".
"Al principio me avergonzó, lo vi como un fracaso"
La última carrera de Berg fue la Dwars door Wingene en Bélgica el pasado 13 de julio. Se estrelló antes del Tour de Alsacia y eso le hizo darse cuenta de que necesitaba cambiar de vida: "Me sentí avergonzado porque al principio lo vi como un fracaso. No acepté inmediatamente que no había logrado vivir en ese mundo. Pero tuve la madurez de dejarlo antes de sentir asco por el ciclismo".
Gabriel Berg cree que la obsesión de los equipos por encontrar talentos similares a Pogacar o Evenepoel están llevando al límite a ciclistas muy jóvenes: "Los equipos de desarrollo no quieren perderse a la próxima joya, el futuro Pogačar, el futuro Evenepoel. Por eso, en cuanto un ciclista juvenil consigue resultados, lo fichan, aunque no todos somos como Pogačar o Remco".
El joven ciclista francés está convencido de que ha hecho lo correcto y envía un consejo a los ciclistas juveniles que suelan con llegar a ser profesionales: "No me arrepiento de mis decisiones. Fue una gran experiencia. En dos o tres años, incluso podría volver a intentarlo. Todavía sigo montando. Voy a sacarme de nuevo la licencia amateur. Y cuando voy a entrenar todavía me pongo la camiseta del Quick-Step. Sólo quiero decirles a los ciclistas jóvenes que aprovechen al máximo sus años juveniles, que son los mejores. Y que no abandonen sus estudios. Necesitan algo por si las cosas van mal, es sólo una carrera ciclista".
En los últimos años los equipos ´profesionales de ciclismo están obsesionados en la búsqueda del próximo Tadej Pogačar o Remco Evenepoel y contratan a corredores con mucho talento directamente de las categorías inferiores. Se trata de ciclistas que llevan una vida de entrenamiento, descanso y nutrición calcada a la de los profesionales desde los 13 años. A una edad muy temprana dedican su vida a competir y entrenar para perseguir sus sueños. Para algunos ciclistas adolescentes eso se ha convertido en una experiencia traumática y deciden rendirse para recuperar una vida normal menos sacrificada.
Este es el caso de Gabriel Berg, ciclista del Sodal Quick-Step, que anunció que decidía abandonar el ciclismo profesional al estar saturado de una vida llena de sacrificios. El ciclista francés compartió sus emociones y temores en una larga entrevista con L'Equipe el pasado viernes.
Berg le dijo a L'Equipe y escribió en su página de Instagram que decidió abandonar el deporte antes de que los miedos y las presiones del deporte lo consumieran. Ahora espera competir a nivel local en 2025: "Tomé la decisión de dejar el ciclismo al más alto nivel y volver al ciclismo que amaba, con menos dolores de cabeza, menos limitaciones y quizás incluso con más placer".
"No tenía la madurez para dejarlo todo por el ciclismo"
El joven ciclista francés resume expone en esa entrevista lo que le ha convencido para dejarlo tan joven: "Me encanta el ciclismo y convertirme en profesional era un sueño para mí, pero este año me hizo darme cuenta de que no era necesariamente para mí debido a muchos sacrificios, tiempo lejos de mis seres queridos, accidentes repetidos, tensión constante y poco tiempo para hacer otra cosa".
Berg dijo a L'Equipe que le afectó ver a otros corredores gravemente heridos en accidentes y cómo le afectaron las muertes de su ex compañero de equipo Thomas Bouquet y Andre Drege, contra quien había competido. Berg se fracturó la muñeca en el verano y las semanas que pasó fuera le dieron tiempo para reflexionar sobre su carrera.
"Hoy les toca a ellos, podría haber sido yo. Mi cuerpo está dañado y tengo cicatrices para toda la vida. El pasado mes de julio, durante una carrera en Bélgica, sufrí cuatro caídas en diez kilómetros. Tenía un poco de miedo", indica Berg.
La vida de Berg giraba 24 horas y siete días a la semana en torno al ciclismo y tenía la sensación de que estaba tirando por la borda su juventud: "La edad influyó en mi decisión de parar. A los 18 años no estaba preparado, era demasiado pronto. No tenía la madurez para dejarlo todo por el ciclismo. No sabía cómo convertir mi pasión en una carrera. Me sentía atrapada en una rutina, pedaleando, pedaleando, pedaleando, todo el tiempo. Aparte de pedalear, no veía a nadie. Ya no tenía vida social. Cuando mis amigos me sugerían ir de vacaciones o hacer una caminata, yo me negaba. Esas pequeñas cosas se acumulan".
"Al principio me avergonzó, lo vi como un fracaso"
La última carrera de Berg fue la Dwars door Wingene en Bélgica el pasado 13 de julio. Se estrelló antes del Tour de Alsacia y eso le hizo darse cuenta de que necesitaba cambiar de vida: "Me sentí avergonzado porque al principio lo vi como un fracaso. No acepté inmediatamente que no había logrado vivir en ese mundo. Pero tuve la madurez de dejarlo antes de sentir asco por el ciclismo".
Gabriel Berg cree que la obsesión de los equipos por encontrar talentos similares a Pogacar o Evenepoel están llevando al límite a ciclistas muy jóvenes: "Los equipos de desarrollo no quieren perderse a la próxima joya, el futuro Pogačar, el futuro Evenepoel. Por eso, en cuanto un ciclista juvenil consigue resultados, lo fichan, aunque no todos somos como Pogačar o Remco".
El joven ciclista francés está convencido de que ha hecho lo correcto y envía un consejo a los ciclistas juveniles que suelan con llegar a ser profesionales: "No me arrepiento de mis decisiones. Fue una gran experiencia. En dos o tres años, incluso podría volver a intentarlo. Todavía sigo montando. Voy a sacarme de nuevo la licencia amateur. Y cuando voy a entrenar todavía me pongo la camiseta del Quick-Step. Sólo quiero decirles a los ciclistas jóvenes que aprovechen al máximo sus años juveniles, que son los mejores. Y que no abandonen sus estudios. Necesitan algo por si las cosas van mal, es sólo una carrera ciclista".
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