Chema Martinez se queda atónito ante la plusmarquista mundial de maratón (2:09.56) "que manda a freír espárragos cualquier teoría sobre el entrenamiento y la competición "

El legendario Chema Martínez está atónito y aún no da crédito a lo que vio en el Maratón de Chicago al ver entrar a Ruth Chepngetich con una marca alucinante de 2:09.56. La atleta keniata rebajó en 1:56 la anterior plusmarca de Tigst Assefa y llegó como si hubiera salido a trotar un rato por el parque.

"Estamos ante una marca salvaje. Me impresionó que después de entrar en meta estaba como si nada, se puso incluso a correr un par de rectas. En mi época nos tenían que ayudar a subir una escalera", señala el atleta madrileño.

A Chema Martínez le cuesta entender cómo se ha llegado a tal límite de rendimiento: "Es verdad que ahora consumen hidratos de carbono en carrera, que las nuevas zapatillas ayudan un 3-4%, entrenan en altura … no sé, yo vengo de otro atletismo, usábamos zapatillas minimalistas. El rendimiento ha cambiado".

"Es una gesto, yo era un buen atleta de elite y debuté en maratón en dos segundos menos nada más"

El que fuera campeón europeo de 10.000 metros señala que este récord "es una salvajada y para ponerlo en contexto lo que ha hecho esta mujer en Chicago es comparable a bajar de dos horas en hombres en maratón. Estamos hablando de correr a 3:02 el kilómetro . Salió los primeros 5 kilómetros a 3 minutos el kilómetro, a 20 kms por hora,  y llegó en 15 minutos, los 10 kilómetros en 30:14, que es el tiempo de paso que es la mínima para ir al Mundial de Tokio en esa distancia, el medio maratón en 1:04.16 y termina en 2:09.57... una pasada".

Chema Martínez compara este registro con su rendimiento en su primer maratón: "Por comparar, yo que era un atleta elite destacado debute en maratón con una marca de 2:09.54, que para un atleta masculino está muy bien. Su marca es una gesta increíble, es una locura. Le ha pegado un tijeretazo de dos minutos al récord mundial que es una pasada".

Para el atleta madrileño lo más sorprendente es el método que utiliza la plusmarquista mundial para rendir a un nivel tan estratosférico: "Lo más alucinante es que no tiene entrenador, trabaja de forma anárquica y entrena con liebres. Esta mujer manda a freír espárragos todas las teorías sobre entrenamiento y competición. Es una de las gestas del año".