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Sábado, 28 de Septiembre de 2024
Lucas Baez es un caso singular de persona obesa y sedentaria que acaba siendo un impresionante maratoniano en pocos años y que, pese a tener un trabajo e 40 horas a la semana acumula, tantos kilómetros a la semana como un atleta profesional

"Hace poco pesaba 100 kilos y me costaba andar, ahora hago 2;23 en un maraton, paso mis vacaciones aprendiendo a correr en Kenia y me meto 200 kms semanales de entrenamiento"

Casos como el de Lucas Báez demuestran que se puede pasar de no andar casi ni un kilómetro al día a ser un 'loco' del running en muy poco tiempo

Este próximo domingo en el Maratón de Berlín habrá decenas de miles de apasionados al running que buscarán cruzar la meta y cumplir con su sueño en una de las carreras más icónicas del mundo. Entre esa multitud de corredores populares habrá que uno al que como atleta aficionado nadie puede superar en dedicación y "locura por el running".  Lucas Báez, más conocido en Argentina como 'Gaucho runner' tiene tras de si una historia apasionante de superación y amor a correr que buscará bajar de 2:20 en un maratón cuando hace 7 años tenía hasta dificultades para andar un kilómetro a un paso decente.

 

 

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Este corredor popular argentino tiene una mejor marca de 2:23 pero en 2017 ni se le pasaba por la cabeza correr una prueba tan exigente. Pesaba 100 kilos con 1,75 de estatura y sus hábitos eran desastrosos para su salud. Ahora pesa 68 kilos y vuela en cada carrera.

 

 

Su cambio de enfoque en la vida ha sido tan radical que pese a que trabaja como arquitecto con un horario de 40 horas semanales de promedio, es capaz de acumular semanas de hasta 200 kilómetros de entrenamiento. Ese volumen le coloca seguramente como uno delos corredores populares con más kilómetros de preparación semanal en sus piernas de todo el mundo.

 

 

"Para alguien que ama el running es un sueño ir a entrenar a Kenia"

 

"Corro desde hace siete años porque estaba excedido de peso. Andaba en cien kilos. Durante los primeros dos años y medio, bajé 25 kilos. Ya estando en mi peso, tomé al deporte como algo más serio porque era algo que disfrutaba de hacer, entonces empecé a entrenar más fuerte. Lo asumí como responsabilidad y compromiso, dos ítems claves para hacer cualquier cosa en la vida. Al principio no fue fácil, peleé kilómetro por kilómetro, me costaba demasiado. El proceso para bajar de peso llevó entre dos o tres años. Poco a poco, pero lo conseguí”.", explica Lucas Báez.

 

 

Su entrega al running es de tal calibre, que busca cualquier recurso que le haga mejorar y ser aún más rápido. Por eso sus últimas vacaciones las gastó viajando a un campo de entrenamiento en Kenia donde acudió "para aprender a correr de los mejores " y conseguir dar ese salto de calidad necesario para "conseguir bajar de 2:20 en el Maratón de Berlín".

 

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Lucas Báez entiende a que a muchos corredores populares les parecerá una locura que alguien gaste un dineral en pasar sus vacaciones viajando a un país como Kenia y en lugar de descansar ponerse a entrenar 20 o 30 kilómetros diarios: "Para alguien como yo que ama el running esto ha sido cumplir un sueño por varios motivos: por estar en el lugar donde miles de atletas vienen a entrenar o han entrenado y han sido los mejores del mundo; y el crecimiento personal no solo referido a lo atlético sino estar con ellos y vivir su cultura y calidez humana".

 

 

"Kenia te genera fortaleza mental"

 


Maravillado con conocer un país que nunca imaginó, el corredor argentino resalta la calidad humana con la que se encontró en el país africano: "Es una región muy humilde con un corazón enorme. Todos se brindan con calidez, teniendo lo justo y necesario, y hacen que uno vuelva a la esencia y se despoje de todo lo que no sirve de la vida. Te permite verificar que no se necesita tanto para ser feliz".

 


Al estar a 2.300 metros de altura sobre el nivel del mar, la región keniata es beneficiosa para generar naturalmente una mejora en la oxigenación y la fortaleza física: "Aunque te cueste entrenar los primeros días por la deficiencia de oxígeno, después te vas fortaleciendo por estar en la altura, por lo duros que son los circuitos, y eso te genera una fortaleza más mental que el ejercicio para las piernas", explica.

 


Si bien se trazó como objetivo tratar de estar cerca de las 2 horas y 20 minutos y bajar su marca, el Gaucho Runner, que corre con su boina en honor a sus raíces, quiere divertirse en la Maratón: "Quiero dejar todo lo aprendido y disfrutarlo porque eso forma parte de este proceso".

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