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Viernes, 27 de Septiembre de 2024
Luis Diego comparte su experiencia para alertar a otros corredores de los riesgos de seguir compitiendo tras sentir algo parecido a lo que él sintió y dio poca importancia

Un destacado corredor popular comparte su increíble historia "acabando una carrera de 30 kms sin saber que los 3 últimos los había cubierto tras sufrir un infarto"

Un corredor popular advierte de una situación que puede sucederle a cualquiera en una carrera o entrenamiento y que puede llevar a la muerte al confundir los síntomas y seguir corriendo.

Luis Diego, un destacado corredor popular con una mejor marca de 1:20 en media maratón, peleaba el pasado fin de semana por subir al podio de su grupo de edad en una carrera de 30 kilómetros cuando sintió un dolor agudo y una perdida súbita de energía. No le dio importancia y acabó la prueba, pero horas después tuvo que acudir a un hospital y le aseguraron que había salvado la vida por muy poco.

 

 


ASÍ FUE SU INCREÍBLE Y DRAMÁTICA EXPERIENCIA

 

 


El sábado pasado corrí los 30 kilómetros del Tamarindo Beach Marathon, una carrera para la que me había preparado mucho y la verdad tenía mucha ilusión de correr, porque además del ejercicio, era pasar un lindo fin de semana en Tamarindo, una de mis playas favoritas.

 


Pero como dice el dicho: “el hombre propone y Dios dispone”, ocurrió una de las cosas que cualquier deportista teme: tuve un infarto.

 


Tenía la esperanza de lograr podio en mi categoría, pero en el Km 27, sentí un gran cansancio y un poco de dolor en el pecho. Después de descansar un poco, decidí seguir (el orgullo me venció) y terminé los 30k. Estuve un rato en la calle, esperando que me pasara el dolor y el cansancio, pero no pasó. Me bañé y me acosté, pero nada cambiaba.

 

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Entonces decidimos ir a un centro médico cerca, y para resumir el asunto, me diagnosticaron un infarto y me trasladaron en ambulancia hasta el hospital de Liberia y luego al de Heredia.
En estos días creo que he recibido la mayor lección de humildad en toda mi vida. Dios me sacó de mi burbuja y me está mostrando cómo es el mundo real.

 


Todavía estoy en la etapa de cuestionamientos: ¿por qué me pasó esto si yo hago ejercicio, madrugo, me acuesto temprano, no fumo, no tomo, no consumo drogas? Trato de ser buena persona, de hacer el bien y ser honesto… pero creo que tratar de ser perfecto me pasó la factura.

 

 


Traté siempre de mantener la calma, pero estuve muy asustado. No le temo a la muerte, pero encomendé mi alma a Dios y le pedí perdón por mis pecados. Infinitas gracias a Él, estaba con mi familia, y eso es lo que creo que me tiene todavía por aquí contando la historia.

 


Además de esa parte, estar internado en un hospital, donde la mayoría de los pacientes son ancianos, y muchos en estado de desnutrición, es un golpe fuerte de realidad. La CCSS es una bendición, se debe proteger y hacerla más eficiente. La atención de primer nivel y lo mejor es ver la amabilidad del personal con la gente más vulnerable.

 

 

Ahora estoy a la espera de un cateterismo, y esperar instrucciones de lo que sigue en mi vida".

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