La gran favorita al triunfo en el Ironman de Hawaii se ve obligada a retirarse tras una vergonzosa negligencia de los organizadores que la dejaron abandonada

Anne Haug, plusmarquista mundial de triatlón en distancia ironman (8:02.38), llegaba al Ironman de Hawaii, que este año se celebraba en Niza en categoría femenina, como máxima favorita, pero tras acabar el segmento de natación y llevar solo 200 metros del sector de ciclismo se vio obligada a abandonar tras vivir una situación desesperante.

La triatleta alemana no podía dar crédito a lo que le ocurría. Nada más comenzar a competir con su bicicleta escuchó una pequeña explosión que provenía del neumático trasero. Se paró a revisar el tamaño del problema y se dio cuenta de que la rueda "estaba completamente destrozada". Suponía un contratiempo pero estaba convencida de que una prueba del prestigio y el poderío económico de Ironman le podría resolver el problema.

Más tarde le informaron que los mecánicos de la organización que podrían haberla ayudado estaban siguiendo a las 10 primeras en la carrera mientras el coche de servicio neutral estaba en el punto del km 5, lo que significaba que Haug quedó en el limbo.

"Ya no tenía sentido..."

“Estaba esperando a los mecánicos, pero después de 25 minutos me dijeron que no venía nadie, así que decidí terminar mi carrera, no tenía sentido seguir esperando para hacer un esfuerzo después que no tenía sentido", explicaba Anne Haug.

La prueba no estuvo a la altura de su prestigio y no dio la talla para ayudar a una de las grandes estrellas de la prueba. El espectáculo se vio muy tocado por la ausencia de una triatleta a la que era fácil de ayudar con una organización menos caótica.

Para Anne Haug este ha sido un golpe devastador y más teniendo en cuenta que tiene 41 años y llegaba en el mejor momento de forma de su carrera: "Te preparas para esta carrera una vez al año y luego no funciona. Esto, por supuesto, es trágico".

"Esto es traumático. Este deporte a veces puede ser simplemente cruel", apunta Lucy Charles-Barclay, la campeona vigente del Ironman de Hawaii, que estaba como espectadora en Niza, ya que a menos de 24 horas del inicio de la carrera canceló su participación por problemas musculares.