Dos triatletas pierden muchos miles de euros en el Ironman de Vitoria a causa de la irrupción de "las bandas de robos de cabras por encargo"

A las pruebas de triatlón de media y larga distancia ya no solo van los competidores, sus familiares y amigos sino también acuden bandas de delincuentes con el objetivo de vigilar a los triatletas y ver si cometen algún error al dejar sin vigilancia por algún momento su bicicleta o si la guardan en un vehículo. Se trata de organizaciones criminales que "roban cabras de triatlón por encargo" según indican las autoridades policiales al diario El Correo.

En el Ironman de Vitoria dos triatletas volvieron a su casa sin sus dos bicicletas debido a estas bandas que estaban al acecho. Uno perdió una 'cabra' valorada en 6.000 euros y el otro una de 10.000 euros.

El primer incidente ocurrió el pasado viernes. Un participante descubrió que le habían sustraído el vehículo que iba a usar en la prueba. Interpuso denuncia ante la Policía Local de Vitoria. Con una descripción muy precisa del vehículo, agentes municipales indagaron, pero sin resultado alguno. Según varias fuentes, ese triatleta no pudo participar el domingo.

El segundo afectado sí. Tras acabar la prueba, guardó su bicicleta en su vehículo particular y lo estacionó cerca del centro cívico Aldabe. Sobre las 22.00 horas descubrió que alguien le había entrado en su automóvil y se había llevado la montura, entre otros objetos. Ya en el Half de triatlón, celebrado el pasado 1 de junio, el segundo clasificado también sufrió un robo similar. En su caso, cuando subió al podio a recoger su trofeo. El autor fue detenido y la bici, recuperada.

El alto precio de estos vehículos atraen a los amigos de lo ajeno. De hecho, algunos participantes se percataron de que desconocidos «vigilaban» sus rutinas en los hoteles que habían cogido en la capital alavesa.

A dónde van estas bicicletas

Desde la policía subrayan que el alto precio de estas monturas -muchas diseñadas personalmente para su propietario- acarrean que sean "muy atractivas en el mercado negro". Insisten en que podría haber demanda de "robos por encargo".

Con más de 400 denuncias al año sólo en la Policía Local de vitoria, la pregunta es; ¿a dónde van estas bicicletas robadas? Una vez sustraídas, las bicicletas arrebatadas a sus dueños suelen dejarse 'enfriar' en lonjas, camarotes y pisos de diferentes barrios.

Después de tres o cuatro días ocultas, los ladrones materiales las colocan a un 'mayorista'. Según ha sabido El Correo, las apilan en el interior de furgonetas -no más de diez ejemplares para no llamar la atención- y las llevan a un pabellón ubicado en una provincia limítrofe. Allí las tunean y bajan a Andalucía o el Norte de África.