Así estaba modelando el malogrado Kiptum a la 'superliebre' que debía haberle llevado en Roterdam "a correr en 1:58 en el Maratón de Rotterdam"

"Kelvin y su entrenador lo tenían todo medido al milímetro, estaban convencidos de que en abril en Roterdam iba a ser el primer atleta en bajar de dos horas en maratón. Sabía lo que necesitaba y había trabajado para llegar ese día con todo lo necesario para conseguirlo". Quien se refiere así de los planes del malogrado plusmarquista mundial de maratón es Novestus Kirwa, que había sido contratado por Kiptum para ser su gregario en la prueba donde pretendía romper con la mítica barrera de los 120 minutos en una prueba oficial de 42,195 kms.

Novestus Kirwa no solo era amigo y compañero de equipo de Kiptum, sino también un pionero que buscaba reescribir la historia del maratón en todo el mundo. Novestus reveló que,Kiptum no solo se veía con piernas para bajar de dos horas sino para dejar un récord de leyenda en 1:58.

"Quería llegar a 2:48 o 2:49 de media al kilómetro 30"

"Kiptum y su entrenador sabían que su error para no haber bajado de dos horas en Chicago donde hizo 2:00.35 estuvo en que no tuvo ayuda de liebres de calidad y corrió solo toda la carrera. Ambos creían que si encontaban a un atleta que le llevara muy rápido hasta el km 30 no tendría problema para romper esa barrera", asegura Novestus Krwa.

La liebre elegida fue él tras verle en el medio maratón de Sevilla hacer esa labor hasta el kilómetro 15 y acabar la prueba en 60 minutos pelados: "Se suponía que yo sería su líder en la carrera de abril. Su fallecimiento me deja sintiéndome como un huérfano en el camino. Es triste que nunca pude correr esa carrera".

Gervais Hakizinama, entrenador de Kelvin Kiptum, le contrató y le dijo que iba a formar parte durante tres meses de los entrenamientos diarios del plusmarquista mundial: "Me trasladé a entrenar con ellos en Chepkorio y seguí sus mismos planes, con semanas de hasta 250 kilómetros. Solo querían a una liebre de confianza, con eso les bastaba, pero no querían las que pone la organización sino alguien que conocieran y en la que confiaran y supieran que iba a ser capaz de llevar a Kelvin al km 30 entre 2:48 y 2:49 como máximo".

"Estaba muy fuerte y con mucha confianza"

Las sensaciones que dejaba Kelvin Kiptum en los entrenamientos "eran impresionantes. Se le veía muy fuerte y, sobre todo, tenía una enorme confianza. A nivel mental estaba como nunca, se veía muy capaz de conseguir hacer historia".

Nosvestus Kirwa asegura que cuando le dijeron que era la liebre elegida dudó sobre sus posibilidades "pero su entrenador me dijo que en tres meses iba a estar completamente preparado para ir a los ritmos que necesitaba, me repetía que habían analizado a todas las liebres del mercado y no había nadie con tanta capacidad para poder escoltar a Kelvin hasta el kilómetro 30 a un ritmo tan alto y ayudando a que no se desgastara demasiado".

La liebre keniata elegida por el entrenador de Kiptum nunca sabrá si esa barrera habría sido superada si el trágico accidente no se hubiera producido pero "si alguien era capa de conseguirlo era él, a partir de ahora ese plazo para lograrlo creo que se va a alargar bastante".