Andrés sánchez es uno de los 'seis magníficos' que ha corrido todas las ediciones de la Maratón de Madrid y cree que uno de los grandes cambios es que "ahora se va más pendiente de hacerse un selfie que de disfrutar del recorrido"
"De mis 46 maratones de Madrid, el primero fue muy loco, fui con tiradas largas de 20 minutos, zapatillas de tenis y ropa con la que acabé sangrando en medio cuerpo pero me enganchó..."
En 1978 Andrés Sánchez se presentó en la Maratón de Madrid con la intención de probar y retirarse en el kilómetro 20. Decidió acabarla "como un zombie" y se enganchó para el resto de su vida a esta distancia.
Andrés Sánchez es miembro de una de las cofradías madrileñas más exiguas y admirables; es uno de los seis históricos corredores que ha participado en todas las ediciones del Maratón Popular de Madrid. "Poco a poco nos vamos retirando, el tiempo no perdona», cuenta desde este legenadario corredor popular.
![[Img #59244]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/04_2024/8722_andres-2-min.jpg)
"En 1978 yo tenía 28 años y me dedicaba a jugar al fútbol. Un día vimos el anuncio de que se organizaba un maratón y, así, a lo tonto, me apunté con un amigo. No para terminarla, sino para ver lo que era", recuerda Andrés.
"En el esteno mi intención era hacer 20 kms y retirarme pero..."
La idea en el primer maratón era salirse a mitad de carrerea pero el plan acabó siendo completamente diferente: "Yo estaba medio entrenado y nuestra intención era correr solo 20 kilómetros. Cuando llegamos, decidimos seguir y conseguimos terminar. Y ya está". Hasta ahora. Convertido en leyenda, hoy Andrés se abrocha sus zapatillas para enfrentarse por 46 año consecutivo a uno de los maratones más exigentes de las grandes ciudades.
Andrés recuerda que por entonces se mantenía en forma porque jugaba al fútbol de forma federado, aunque sus entrenamientos para el debut en los 42 kilómetros se reducían a salidas "de 10 ó 15 minutos con un amigo. "Y decíamos, 'ya está, ya hemos entrenado'. La ignorancia, claro. Era una cosa nueva, la ropa no era adecuada, llevábamos unas zapatillas de tenis, un pantalón que te rozaba y acababas la carrera sangrando por medio cueroi. Era horroroso".
A pesar de que la experiencia fue traumática terminó enganchándose al maratón de una manera total y aprendió métodos muy alejados de las 'salvajadas' de su estreno: "Aprendí que tenía que hacer fondo, alguna tirada de hasta 30 kilómetros, pero era un poco por intuición, con algún amigo que te decía, que te comentaba, luego llegaron las revistas y empezaron a sacar planes de entrenamiento. Ahora ya se encuentran mil cosas", celebra.
![[Img #59243]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/04_2024/399_andres-1-min.jpg)
"Antes todos nos ayudábamos, ahotra no conoces a nadie"
Cuando el domingo empiece a correr recordará aquellos lejanos inicios: "Era muy diferente a lo de ahora. En todo. El vestuario era de época, camiseta de baloncesto, calzón de fútbol, zapatillas quién sabe de qué. Recuerdo a la gente que llegaba sangrando por las rozaduras de la ropa, coja, a rastras. Entonces era algo cercano. A pesar de que corría mucha gente, nos conocíamos; los corredores y los organizadores. Todos nos ayudábamos. Hoy no conoces a nadie y la organización no te hace mucho caso".
Andrés desde esa primera experiencia accidental no ha dejado de correr: "Calculo que he hecho más de 1.400 carreras, de ellas 60 son maratones y 200 medias. Nunca pude salir a correr al extranjero por el trabajo".
Ahora se prepara por los caminos de Pinto, y mejor a su bola que acompañado, por tiempo y no por distancia: "Cojo y hago una semana de cuatro horas con la tirada más larga de una hora, y a la siguiente cinco horas y la tirada más larga de hora y media, lo más dos horas y cuarto, para ir cogiendo fondo. Nada de series, un poco de estiramientos y ya está, porque no llevamos un ritmo para que se te rompan los músculos, y a esta edad no interesa llegar muy cansado al domingo", explica.
"Ahora en el maratón van pendientes del selfie"
¿Y qué prefiere, la maratón madrileña de los inicios, tan improvisada, o la Zurich Rock 'n' Roll Running Series Madrid tan masiva y profesionalizada de ahora? :"Pues no sé qué decirte. Antes me gustaba más porque nos conocíamos casi todos y ahora hay más gente y no conoces a nadie. Los chavales van todo el rato con el móvil, pendiente de hacerse selfie más que de correr y disfrutar del recorrido, de no sé qué, y no se ocupan de mirar al lado. En eso estamos".
De todas las maratones que ha hecho se queda con Madrid como la favorita: "Correr por tu ciudad es muy bonito. A pesar de que antes se nos valoraba mucho más. Ahora los chavales pasan de nosotros".
Andrés se alegra de que después de tantos años corriendo la Maratón de Madrid ha conseguido tener un pequeño privilegio: "Ahora hemos conseguido por fin salir en el primer cajón, porque nos colocaban atrás. Nos decían que estorbábamos a la élite. Hoy no te saluda nadie. No es como antes, cuando, por ejemplo, al entrar en meta nos iban nombrando", A pesar de todo, Andrés no pierde las ganas y amenaza con seguir muchos más años corriendo los 42,195 kms de Madrid: "Ahora mi ilusión es cruzar la meta de la mano de mis nietos".
Andrés Sánchez es miembro de una de las cofradías madrileñas más exiguas y admirables; es uno de los seis históricos corredores que ha participado en todas las ediciones del Maratón Popular de Madrid. "Poco a poco nos vamos retirando, el tiempo no perdona», cuenta desde este legenadario corredor popular.
"En 1978 yo tenía 28 años y me dedicaba a jugar al fútbol. Un día vimos el anuncio de que se organizaba un maratón y, así, a lo tonto, me apunté con un amigo. No para terminarla, sino para ver lo que era", recuerda Andrés.
"En el esteno mi intención era hacer 20 kms y retirarme pero..."
La idea en el primer maratón era salirse a mitad de carrerea pero el plan acabó siendo completamente diferente: "Yo estaba medio entrenado y nuestra intención era correr solo 20 kilómetros. Cuando llegamos, decidimos seguir y conseguimos terminar. Y ya está". Hasta ahora. Convertido en leyenda, hoy Andrés se abrocha sus zapatillas para enfrentarse por 46 año consecutivo a uno de los maratones más exigentes de las grandes ciudades.
Andrés recuerda que por entonces se mantenía en forma porque jugaba al fútbol de forma federado, aunque sus entrenamientos para el debut en los 42 kilómetros se reducían a salidas "de 10 ó 15 minutos con un amigo. "Y decíamos, 'ya está, ya hemos entrenado'. La ignorancia, claro. Era una cosa nueva, la ropa no era adecuada, llevábamos unas zapatillas de tenis, un pantalón que te rozaba y acababas la carrera sangrando por medio cueroi. Era horroroso".
A pesar de que la experiencia fue traumática terminó enganchándose al maratón de una manera total y aprendió métodos muy alejados de las 'salvajadas' de su estreno: "Aprendí que tenía que hacer fondo, alguna tirada de hasta 30 kilómetros, pero era un poco por intuición, con algún amigo que te decía, que te comentaba, luego llegaron las revistas y empezaron a sacar planes de entrenamiento. Ahora ya se encuentran mil cosas", celebra.
"Antes todos nos ayudábamos, ahotra no conoces a nadie"
Cuando el domingo empiece a correr recordará aquellos lejanos inicios: "Era muy diferente a lo de ahora. En todo. El vestuario era de época, camiseta de baloncesto, calzón de fútbol, zapatillas quién sabe de qué. Recuerdo a la gente que llegaba sangrando por las rozaduras de la ropa, coja, a rastras. Entonces era algo cercano. A pesar de que corría mucha gente, nos conocíamos; los corredores y los organizadores. Todos nos ayudábamos. Hoy no conoces a nadie y la organización no te hace mucho caso".
Andrés desde esa primera experiencia accidental no ha dejado de correr: "Calculo que he hecho más de 1.400 carreras, de ellas 60 son maratones y 200 medias. Nunca pude salir a correr al extranjero por el trabajo".
Ahora se prepara por los caminos de Pinto, y mejor a su bola que acompañado, por tiempo y no por distancia: "Cojo y hago una semana de cuatro horas con la tirada más larga de una hora, y a la siguiente cinco horas y la tirada más larga de hora y media, lo más dos horas y cuarto, para ir cogiendo fondo. Nada de series, un poco de estiramientos y ya está, porque no llevamos un ritmo para que se te rompan los músculos, y a esta edad no interesa llegar muy cansado al domingo", explica.
"Ahora en el maratón van pendientes del selfie"
¿Y qué prefiere, la maratón madrileña de los inicios, tan improvisada, o la Zurich Rock 'n' Roll Running Series Madrid tan masiva y profesionalizada de ahora? :"Pues no sé qué decirte. Antes me gustaba más porque nos conocíamos casi todos y ahora hay más gente y no conoces a nadie. Los chavales van todo el rato con el móvil, pendiente de hacerse selfie más que de correr y disfrutar del recorrido, de no sé qué, y no se ocupan de mirar al lado. En eso estamos".
De todas las maratones que ha hecho se queda con Madrid como la favorita: "Correr por tu ciudad es muy bonito. A pesar de que antes se nos valoraba mucho más. Ahora los chavales pasan de nosotros".
Andrés se alegra de que después de tantos años corriendo la Maratón de Madrid ha conseguido tener un pequeño privilegio: "Ahora hemos conseguido por fin salir en el primer cajón, porque nos colocaban atrás. Nos decían que estorbábamos a la élite. Hoy no te saluda nadie. No es como antes, cuando, por ejemplo, al entrar en meta nos iban nombrando", A pesar de todo, Andrés no pierde las ganas y amenaza con seguir muchos más años corriendo los 42,195 kms de Madrid: "Ahora mi ilusión es cruzar la meta de la mano de mis nietos".
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