Tras el caso de dopaje de la plusmarquista mundial de maratón, los responsables de la lucha contra los tramposos explican una situación cada vez más preocupante porque "asumen riesgos que nadie, ningún otro atleta controlado en Europa tomaría normalmente"
"En Kenia los maratonianos se dopan sin miedo a las consecuencias porque saben que una mejor marca de 2:07 solo les da para trabajar en el campo y particpar en carreras populares por hobbie"
Los responsables mundiales antidopaje reconocen que la situación con los atletas keniatas les está sobrepasando.
Kenia no deja de producir atletas dopados de primer nivel. el último caso es el de la plusmarquista mundial de maratón Ruth Cepngetich, a quien han cazado con un producto enmascarador de otras sutancias que seguramente potenciaban su rendimiento. La culrura del dopa se ha instalado en ese país y los casos se multiplican, ya sea en grandes estrellas o atletas discretos que buscan progresar a base de atajos ilegales.
"Con 2h 5m los atletas keniata pueden aspirar a algo. 2h 6m ya no es nada en el máximo nivel, 2h 8m ya solo les vale para trabajar de agricultores. Para ganar algo de dinero necesitan estar muy por debajo. Y las marcas comerciales presionan muchísimo para que mejoren siempre los récords. Una victoria en un maratón normal son unos 40.000 euros... Construirse una casa en Kenia son 6.000 euros... Es una dinámica endiablada: para ganar lo mismo hay que correr más. Y el cuerpo tiene un límite", explica Miguel Ángel Mostaza, uno de los grandes mánagers mundiales del atletismo.
![[Img #58445]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/01_2024/9614_kenia-1-min-1.jpg)
¿Eso que significa?, pues como asegura otro mánager como Ken Smith "que esos atletas se van a drogar como posesos, se la van a jugar y les va a dar igual las consecuencias. Saben que es difícil que les pillen y con 40.000 o 50.000 euros tienen el futuro solucionado".
La estrategia que están manejando muchos atletas keniatas es doparse "como posesos" de cara a un maratón de segundo nivel y una vez conseguido el dinero volver a un entrenamiento más limpio, ya que han conseguido el objetivo.
"Esta tentación de doparse que no existe en ninguna otra parte del mundo"
En Kenia, existe desde hace años "una tentación de doparse que no se parece a ninguna otra parte de nuestro deporte, ni siquiera de cerca”, asegura Brett Clothier, jefe de la Unidad de Integridad del Atletismo, el organismo independiente creado en 2017 para supervisar la lucha contra el atletismo internacional. operaciones de dopaje y que Kenia ha mantenido muy ocupada.
El primer punto que Clothier destacó en una entrevista con The Associated Press antes del campeonato mundial en Budapest, es que es necesario entender a Kenia para comprender la crisis de dopaje que se ha desatado en Kenia. La gran mayoría de los cientos de corredores de fondo que salen de los campos de entrenamiento de gran altitud de Kenia no compiten por medallas de oro en los campeonatos mundiales y los Juegos Olímpicos ni por orgullo nacional: "Primero compiten por los cheques de pago, huyendo de la pobreza".
![[Img #58446]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/01_2024/6515_kenia-2-min.jpg)
Clothier apunta que "este dinero del que estamos hablando cambia vidas. No sólo para ellos, sino para sus familias, sus comunidades enteras. En esencia, lo importante es el dinero".
Si bien eso no lo justifica, muestra por qué el dopaje para salir adelante es quizás más una tentación en Kenia que en Estados Unidos o Europa. Clothier dijo que los atletas kenianos, debido a su necesidad económica, "asumen riesgos que nadie, ningún otro atleta controlado por nosotros, tomaría normalmente".
"Es increíblemente difícil de controlar"
El número de atletas también significa que mientras otros países centran sus pruebas antidoping en sus principales contendientes, que podrían ser cinco atletas en cada una de unas pocas pruebas, Kenia tiene cientos de corredores de fondo capaces de ganar, desde un maratón hasta un 800 metros: "Eso es increíblemente difícil de controlar ya aunque la cultura del dopaje surgió en las carreras de ruta, sin duda también se apoderó de los corredores de pista".
El responsable antidopaje asegura que la culpa también era clara de las propias barreras antidopaje de Kenia, que eran endebles en el mejor de los casos e inexistentes durante gran parte del tiempo antes del inicio de un cambio de rumbo en los últimos 12 meses. Kenia no estableció una agencia nacional antidopaje hasta 2016, una anormalidad teniendo en cuenta que ha sido la fuerza dominante en las carreras de distancia durante décadas y ha ganado la segunda mayor cantidad de medallas en todos los ámbitos en la historia del mundo, detrás de Estados Unidos.
En Kenia "el dopaje estaba campando a sus anchas, totalmente incontrolado. Ya se está trabajando para hacer test a cientos de atletas y aunque es difícil ya se va por el buen camino tras años de impunidad absoluta".
Kenia no deja de producir atletas dopados de primer nivel. el último caso es el de la plusmarquista mundial de maratón Ruth Cepngetich, a quien han cazado con un producto enmascarador de otras sutancias que seguramente potenciaban su rendimiento. La culrura del dopa se ha instalado en ese país y los casos se multiplican, ya sea en grandes estrellas o atletas discretos que buscan progresar a base de atajos ilegales.
"Con 2h 5m los atletas keniata pueden aspirar a algo. 2h 6m ya no es nada en el máximo nivel, 2h 8m ya solo les vale para trabajar de agricultores. Para ganar algo de dinero necesitan estar muy por debajo. Y las marcas comerciales presionan muchísimo para que mejoren siempre los récords. Una victoria en un maratón normal son unos 40.000 euros... Construirse una casa en Kenia son 6.000 euros... Es una dinámica endiablada: para ganar lo mismo hay que correr más. Y el cuerpo tiene un límite", explica Miguel Ángel Mostaza, uno de los grandes mánagers mundiales del atletismo.
¿Eso que significa?, pues como asegura otro mánager como Ken Smith "que esos atletas se van a drogar como posesos, se la van a jugar y les va a dar igual las consecuencias. Saben que es difícil que les pillen y con 40.000 o 50.000 euros tienen el futuro solucionado".
La estrategia que están manejando muchos atletas keniatas es doparse "como posesos" de cara a un maratón de segundo nivel y una vez conseguido el dinero volver a un entrenamiento más limpio, ya que han conseguido el objetivo.
"Esta tentación de doparse que no existe en ninguna otra parte del mundo"
En Kenia, existe desde hace años "una tentación de doparse que no se parece a ninguna otra parte de nuestro deporte, ni siquiera de cerca”, asegura Brett Clothier, jefe de la Unidad de Integridad del Atletismo, el organismo independiente creado en 2017 para supervisar la lucha contra el atletismo internacional. operaciones de dopaje y que Kenia ha mantenido muy ocupada.
El primer punto que Clothier destacó en una entrevista con The Associated Press antes del campeonato mundial en Budapest, es que es necesario entender a Kenia para comprender la crisis de dopaje que se ha desatado en Kenia. La gran mayoría de los cientos de corredores de fondo que salen de los campos de entrenamiento de gran altitud de Kenia no compiten por medallas de oro en los campeonatos mundiales y los Juegos Olímpicos ni por orgullo nacional: "Primero compiten por los cheques de pago, huyendo de la pobreza".
Clothier apunta que "este dinero del que estamos hablando cambia vidas. No sólo para ellos, sino para sus familias, sus comunidades enteras. En esencia, lo importante es el dinero".
Si bien eso no lo justifica, muestra por qué el dopaje para salir adelante es quizás más una tentación en Kenia que en Estados Unidos o Europa. Clothier dijo que los atletas kenianos, debido a su necesidad económica, "asumen riesgos que nadie, ningún otro atleta controlado por nosotros, tomaría normalmente".
"Es increíblemente difícil de controlar"
El número de atletas también significa que mientras otros países centran sus pruebas antidoping en sus principales contendientes, que podrían ser cinco atletas en cada una de unas pocas pruebas, Kenia tiene cientos de corredores de fondo capaces de ganar, desde un maratón hasta un 800 metros: "Eso es increíblemente difícil de controlar ya aunque la cultura del dopaje surgió en las carreras de ruta, sin duda también se apoderó de los corredores de pista".
El responsable antidopaje asegura que la culpa también era clara de las propias barreras antidopaje de Kenia, que eran endebles en el mejor de los casos e inexistentes durante gran parte del tiempo antes del inicio de un cambio de rumbo en los últimos 12 meses. Kenia no estableció una agencia nacional antidopaje hasta 2016, una anormalidad teniendo en cuenta que ha sido la fuerza dominante en las carreras de distancia durante décadas y ha ganado la segunda mayor cantidad de medallas en todos los ámbitos en la historia del mundo, detrás de Estados Unidos.
En Kenia "el dopaje estaba campando a sus anchas, totalmente incontrolado. Ya se está trabajando para hacer test a cientos de atletas y aunque es difícil ya se va por el buen camino tras años de impunidad absoluta".
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