El genial ciclista francés reconoce que sin esa arriesgada decisión que fue objeto de burla fue clave para ganar su quinto tour de Francia y supuso uno de las mayores revoluciones de la historia del ciclismo
"Todos se reían de Hinault en el Tour de 1985, era el 'loco del pedal automático', hasta que una caída masiva les demostró que estaban equivocados y comenzaron a llamar como posesos para conseguirlos"
Actualmente no llevar un pedal automático es impensable si buscar rodar rápido en carretera. sin embargo, hace 38 años solo hubo un ciclista que se atrevió a competir con ellos. fue Bernard Hinault en el Tour de 1985 y su apuesta, que todos veían como una locura, le salió tan bien que ganó esa edición de la ronda francesa y llevó a una auténtica revolución en el ciclismo.
"En el Tour de 1985 todos se reían de Bernard Hinault, le llamaban 'el loco del pedal automático', nadie entendía que apostara por esa tecnología a la que nadie le veía utilidad. sin embargo, una caída masiva en la que él salió casi ileso y se libró de un golpe mayor hizo cambiar de idea a todos. Al día siguiente recibimos cientos de llamadas de auténticos posesos para conseguirlos. A partir de ahí ya fue imparable su llegada al ciclismo", recuerda el creador de los pedales automáticos.
![[Img #58224]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/12_2023/2583_tour-1-min-1.jpg)
La llegada de esta tecnología no fue bien vista a mitad de los años 80 por parte de los ciclistas profesionales. La mayoría se resistió con fuerza a su integración y fue un genio del ciclismo como Bernard Hinaul quien más apostó por ellos y quien acabó con las reticencias del resto del pelotón profesional tras comprobar que daban una gran ventaja respecto al pedal tradicional.
El 'tejón' siempre fue un enamorado de los avances tecnológicos que aparecían en el ciclismo y le gustaba arriesgar con el uso de elementos que llegaban como una evolución para el ciclismo.
Los ciclistas de los 80 no creían en este tipo de avances, como recuerdan desde Look, creaodr de los pedales automáticos, "preferían llevar rastrales y apretar una especie de cinturón al máximo para llevarlos muy fijos y pedalear de manera más solida. Eso hacía que la sangre apenas circulara por el pie y generaba problemas. Además, en caso de caída estaban vendidos al no poder sacar los pies".
Look, una empresa mítica en el mundo del esquí, inventó a principios de los años 80 del pasado siglo las fijaciones automáticas para los esquíes, al darse cuenta de que cuando los esquiadores caían necesitaban soltar rápido los pies para evitar lesiones graves. Hasta ese momento los esquíes se fijaban con correas, como en las bicicletas. A partir de ahí la empresa piensa que ese invento puede tener su continuidad en el ciclismo.. Los directores de la marca francesa decidieron adaptar su fijación de esquí al ciclismo. La empresa desarrolló el PP65, el primer pedal automático, diseñado para aportar al ciclista seguridad, y a su vez un rendimiento inigualable.
"Esos pedales fueron clave para ganar el Tour de 1985"
Al año siguiente, durante el Tour de Francia, mientras que los ciclistas fijaban sus pies a los pedales con correas, Bernard Hinault fue el único que utilizar esta revolución. "Nadie entendía por qué Hinault se la jugaba en el Tour con esos pedales automáticos que llevaban los esquiadores", recuerda Dominique Aranaud, compañero de Hinault en La vie Claire.
![[Img #58225]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/12_2023/8248_tour-2-min.jpg)
El ciclista francés no solo consiguió pedalear de manera más eficaz y aprovechando al máximo su potencia, sino qude incluso evitó un accidente más grave gracias a su uso. Al final de la decimocuarta etapa, cerca Saint-Etienne, sufrió una fuerte caída durante el sprint final. Tras cruzar la meta, con la cara ensangrentada y la nariz rota, declaró a la prensa que "sin los PP65, la caída habría sido muchísimo peor y seguramente no sería capaz de tomar la salida mañana. Es la evolución técnica más importante de los últimos 30 años”.
Hinault llevaba dos años sin ganar el Tour, tenía 31 años y reconoció que "esos pedales fueron una de las claves para lograr el triunfo de nuevo en 1985". El buen resultado del ciclista francés con el uso de esa tecnología acabó con las dudas de sus rivales y a partir de ahí se multiplicó su uso, aunque algunos siguieron resistiendo algunos años con las calas y rastrales, pero finalmente todos se riendieron pronto ante un material que era indiscutiblemente muy superior en prestaciones de lo que existía hasta entonces.
"En el Tour de 1985 todos se reían de Bernard Hinault, le llamaban 'el loco del pedal automático', nadie entendía que apostara por esa tecnología a la que nadie le veía utilidad. sin embargo, una caída masiva en la que él salió casi ileso y se libró de un golpe mayor hizo cambiar de idea a todos. Al día siguiente recibimos cientos de llamadas de auténticos posesos para conseguirlos. A partir de ahí ya fue imparable su llegada al ciclismo", recuerda el creador de los pedales automáticos.
La llegada de esta tecnología no fue bien vista a mitad de los años 80 por parte de los ciclistas profesionales. La mayoría se resistió con fuerza a su integración y fue un genio del ciclismo como Bernard Hinaul quien más apostó por ellos y quien acabó con las reticencias del resto del pelotón profesional tras comprobar que daban una gran ventaja respecto al pedal tradicional.
El 'tejón' siempre fue un enamorado de los avances tecnológicos que aparecían en el ciclismo y le gustaba arriesgar con el uso de elementos que llegaban como una evolución para el ciclismo.
Los ciclistas de los 80 no creían en este tipo de avances, como recuerdan desde Look, creaodr de los pedales automáticos, "preferían llevar rastrales y apretar una especie de cinturón al máximo para llevarlos muy fijos y pedalear de manera más solida. Eso hacía que la sangre apenas circulara por el pie y generaba problemas. Además, en caso de caída estaban vendidos al no poder sacar los pies".
Look, una empresa mítica en el mundo del esquí, inventó a principios de los años 80 del pasado siglo las fijaciones automáticas para los esquíes, al darse cuenta de que cuando los esquiadores caían necesitaban soltar rápido los pies para evitar lesiones graves. Hasta ese momento los esquíes se fijaban con correas, como en las bicicletas. A partir de ahí la empresa piensa que ese invento puede tener su continuidad en el ciclismo.. Los directores de la marca francesa decidieron adaptar su fijación de esquí al ciclismo. La empresa desarrolló el PP65, el primer pedal automático, diseñado para aportar al ciclista seguridad, y a su vez un rendimiento inigualable.
"Esos pedales fueron clave para ganar el Tour de 1985"
Al año siguiente, durante el Tour de Francia, mientras que los ciclistas fijaban sus pies a los pedales con correas, Bernard Hinault fue el único que utilizar esta revolución. "Nadie entendía por qué Hinault se la jugaba en el Tour con esos pedales automáticos que llevaban los esquiadores", recuerda Dominique Aranaud, compañero de Hinault en La vie Claire.
El ciclista francés no solo consiguió pedalear de manera más eficaz y aprovechando al máximo su potencia, sino qude incluso evitó un accidente más grave gracias a su uso. Al final de la decimocuarta etapa, cerca Saint-Etienne, sufrió una fuerte caída durante el sprint final. Tras cruzar la meta, con la cara ensangrentada y la nariz rota, declaró a la prensa que "sin los PP65, la caída habría sido muchísimo peor y seguramente no sería capaz de tomar la salida mañana. Es la evolución técnica más importante de los últimos 30 años”.
Hinault llevaba dos años sin ganar el Tour, tenía 31 años y reconoció que "esos pedales fueron una de las claves para lograr el triunfo de nuevo en 1985". El buen resultado del ciclista francés con el uso de esa tecnología acabó con las dudas de sus rivales y a partir de ahí se multiplicó su uso, aunque algunos siguieron resistiendo algunos años con las calas y rastrales, pero finalmente todos se riendieron pronto ante un material que era indiscutiblemente muy superior en prestaciones de lo que existía hasta entonces.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.187