Fue el primer caso en la historia en la que a un ganador de la Vuelta a España se le quitaba el triunfo final tras dar positivo por dopaje
Esta fue la ridícula sanción que recibió el ganador de la Vuelta a España en 1982 tras confirmarse su positivo por dopaje
En 1982 se produjo el primer caso de dopaje que supuso la desposesión de un título en la Vuelta a España. Ocurrió dos días después del final de la carrera, cuando Ángel Arroyo, junto a otros cuantos ciclistas, fueron descalificados y el español perdió su victoria en favor de Marino Lejarreta. El corredor solicitó un contraanálisis y volvió a dar positivo.
![[Img #54521]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/10_2022/8111_2.jpg)
La comisión de control médico de la Federación Española de Ciclismo confirmó el positivo de Ángel Arroyo tras detectarse en el análisis y, en el posterior contranálisis metilfenidato y facetoperano, sustancias en esos años prohibidas por la UCI.
Aunque parezca increíble a Ángel Arroyo se le quitó el triunfo en la Vuelta a España pero recibió una sanción de chiste de un mes de suspensión de licencia, descalificación a la última plaza de la etapa con el tiempo real, diez minutos de penalización en la general y una multa de mil franco suizos.
Arroyo, al conocer el resultado del contranálisis, defendió su inocencia. “Soy el vencedor de la Vuelta a España, pese a todo. No tomé nada que no hubiese ingerido desde la etapa prólogo y si en ninguna di positivo, pese a lo que diga el contraanálisis no entiendo cómo a la decimoséptima etapa si lo he dado y, curiosamente, con la misma sustancia que Pedro Muñoz y Vicente Belda. No creo que Reynolds tome ninguna represalia contra mí. No tomé nada que estuviese prohibido, y menos ese producto. Ahora, para callar a la gente, lo que tengo que hacer es volver a ganar. Si hubiera querido drogarme lo habría hecho en la contrarreloj y no en la montaña, donde mejor marcho”, comentó el ciclista del Reynolds.
![[Img #54520]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/10_2022/4906_1.jpg)
El triunfo final de esa Vuelta a España fue para Marino Lejarreta, una victoria que nunca le gustó que llegase de esa manera. “No sé hasta qué punto soy el vencedor de la Vuelta a España. Las carreras hay que ganarlas en la carretera. Este tipo de hechos perjudican al ciclismo y, por tanto, también para mí son malos. No hay derecho a que nos traten como a drogadictos”, comentó el ‘Junco de Berriz’.
En 1982 se produjo el primer caso de dopaje que supuso la desposesión de un título en la Vuelta a España. Ocurrió dos días después del final de la carrera, cuando Ángel Arroyo, junto a otros cuantos ciclistas, fueron descalificados y el español perdió su victoria en favor de Marino Lejarreta. El corredor solicitó un contraanálisis y volvió a dar positivo.
La comisión de control médico de la Federación Española de Ciclismo confirmó el positivo de Ángel Arroyo tras detectarse en el análisis y, en el posterior contranálisis metilfenidato y facetoperano, sustancias en esos años prohibidas por la UCI.
Aunque parezca increíble a Ángel Arroyo se le quitó el triunfo en la Vuelta a España pero recibió una sanción de chiste de un mes de suspensión de licencia, descalificación a la última plaza de la etapa con el tiempo real, diez minutos de penalización en la general y una multa de mil franco suizos.
Arroyo, al conocer el resultado del contranálisis, defendió su inocencia. “Soy el vencedor de la Vuelta a España, pese a todo. No tomé nada que no hubiese ingerido desde la etapa prólogo y si en ninguna di positivo, pese a lo que diga el contraanálisis no entiendo cómo a la decimoséptima etapa si lo he dado y, curiosamente, con la misma sustancia que Pedro Muñoz y Vicente Belda. No creo que Reynolds tome ninguna represalia contra mí. No tomé nada que estuviese prohibido, y menos ese producto. Ahora, para callar a la gente, lo que tengo que hacer es volver a ganar. Si hubiera querido drogarme lo habría hecho en la contrarreloj y no en la montaña, donde mejor marcho”, comentó el ciclista del Reynolds.
El triunfo final de esa Vuelta a España fue para Marino Lejarreta, una victoria que nunca le gustó que llegase de esa manera. “No sé hasta qué punto soy el vencedor de la Vuelta a España. Las carreras hay que ganarlas en la carretera. Este tipo de hechos perjudican al ciclismo y, por tanto, también para mí son malos. No hay derecho a que nos traten como a drogadictos”, comentó el ‘Junco de Berriz’.
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