El fenómeno noruego explica cuál ha sido su compromiso con el entrenamiento y su increíble volumen de kilómetros desde los 9 años para convertirse con 21 años en un atleta que suma 13 medallas entre Juegos Olímpicos, mundiales y europeos
Jakob Ingebrigtsen: “No me he saltado ni un entrenamiento desde que tengo 5 años y desde los 10 me controlan con dos tomas de lactato semanales"
Jakob Ingebrigtsen va camino de ser una de las mayores leyendas del atletismo mundial. Con solo 21 años ya suma 13 medallas entre europeos, mundiales y juegos olímpicos. De esas 13 medallas, una es u oro olímpico, otro oro mundial y siete son a nivel europeo.
![[Img #53957]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/08_2022/945_jakob-1-min.jpg)
La primeras dos medallas de oro de su impresionante carrera los consiguió con 17 años en el Europeo al aire libre de Berlín. Desde entonces no ha parado de crecer y es el único europeo que se mide de igual a igual con las grandes estrellas africanas y les gana cada vez en más ocasiones.
"Desde los 9 años corro unos 120-140 kms semanales"
El joven talento nórdico posee un talento descomunal, pero sus éxitos serían imposibles de haberse conseguido sin haber seguido un plan estricto de entrenamiento diseñado por su padre. Gjert Ingebrigtsen convirtió a un chaval de 10 años en una máquina de entrenar, con una disciplina férrea. De hecho, a esa edad ya controlaba los ritmos de Jakob de manera obsesiva. "Mi padre me tomaba dos pruebas de lactato a la semana cuando tenía 10 años y eso no es normal en el mundo del atletismo".
Jakob Ingebrigtsen sorprende cuando habla de los volúmenes de entrenamiento que acumula desde que era un chaval de 9 años: "Cuando tenía 9-10-11, corría entre 120 y 140 kilómetros algunas semanas. El kilometraje que corrí cuando era más joven es más grande de lo que mucha gente puede pensar como sano, pero a mí me ha dado una base increíble. Ahora normalmente corro 180km a la semana durante el entrenamiento de invierno".
Esos altos volúmenes no son habituales en atletas de medio fondo y se circunscriben más bien para maratonianos, pero la clave de ese alto volumen está en que Jakob Ingebrigtsen está siempre controlado a través de las mediciones de lactato para no quemarse.
"Me levantaba a las 6 de la mañana para entrenar con 13 años antes del cole"
Jakob Ingebrigtsen es un enamorado del entrenamiento, ama el sacrificio: “Me consideraba un corredor profesional ya cuando tenía 13 años, y gran parte de mi día a día desde entonces se ha centrado en hacer bien ese trabajo".
De hecho, comparte un aspecto del entrenamiento que resulta impactante: "Me levantaba a las seis de la mañana, hacia un entrenamiento de una hora y me iba a la escuela. Por la tarde muchas veces volvía a entrenar. Tras salir de la escuela con 13 años casi todos los días visitaba a nuestro fisioterapeuta".
El dato más sorprendente del atleta noruego es su compromiso y disciplina con el entrenamiento: "“No me he saltado ninguna sesión de carrera que Gjert (entrenador y padre) me haya indicado que haga desde que tenía cinco o seis años”.
Jakob Ingebrigtsen va camino de ser una de las mayores leyendas del atletismo mundial. Con solo 21 años ya suma 13 medallas entre europeos, mundiales y juegos olímpicos. De esas 13 medallas, una es u oro olímpico, otro oro mundial y siete son a nivel europeo.
La primeras dos medallas de oro de su impresionante carrera los consiguió con 17 años en el Europeo al aire libre de Berlín. Desde entonces no ha parado de crecer y es el único europeo que se mide de igual a igual con las grandes estrellas africanas y les gana cada vez en más ocasiones.
"Desde los 9 años corro unos 120-140 kms semanales"
El joven talento nórdico posee un talento descomunal, pero sus éxitos serían imposibles de haberse conseguido sin haber seguido un plan estricto de entrenamiento diseñado por su padre. Gjert Ingebrigtsen convirtió a un chaval de 10 años en una máquina de entrenar, con una disciplina férrea. De hecho, a esa edad ya controlaba los ritmos de Jakob de manera obsesiva. "Mi padre me tomaba dos pruebas de lactato a la semana cuando tenía 10 años y eso no es normal en el mundo del atletismo".
Jakob Ingebrigtsen sorprende cuando habla de los volúmenes de entrenamiento que acumula desde que era un chaval de 9 años: "Cuando tenía 9-10-11, corría entre 120 y 140 kilómetros algunas semanas. El kilometraje que corrí cuando era más joven es más grande de lo que mucha gente puede pensar como sano, pero a mí me ha dado una base increíble. Ahora normalmente corro 180km a la semana durante el entrenamiento de invierno".
Esos altos volúmenes no son habituales en atletas de medio fondo y se circunscriben más bien para maratonianos, pero la clave de ese alto volumen está en que Jakob Ingebrigtsen está siempre controlado a través de las mediciones de lactato para no quemarse.
"Me levantaba a las 6 de la mañana para entrenar con 13 años antes del cole"
Jakob Ingebrigtsen es un enamorado del entrenamiento, ama el sacrificio: “Me consideraba un corredor profesional ya cuando tenía 13 años, y gran parte de mi día a día desde entonces se ha centrado en hacer bien ese trabajo".
De hecho, comparte un aspecto del entrenamiento que resulta impactante: "Me levantaba a las seis de la mañana, hacia un entrenamiento de una hora y me iba a la escuela. Por la tarde muchas veces volvía a entrenar. Tras salir de la escuela con 13 años casi todos los días visitaba a nuestro fisioterapeuta".
El dato más sorprendente del atleta noruego es su compromiso y disciplina con el entrenamiento: "“No me he saltado ninguna sesión de carrera que Gjert (entrenador y padre) me haya indicado que haga desde que tenía cinco o seis años”.
Miguel | Sábado, 20 de Agosto de 2022 a las 18:48:39 horas
Es importante incidir en el hecho de que parte de ese entrenamiento matinal a edades tempranas, lo hacía patinando en el garaje. De esa manera preservada sus articulaciones
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