"Indurain ya pudo ganar su primer Tour en 1990 pero era un caballero qué prefería descolgarse y ayudarme a mi"

Miguel Induráin intentó en 1996 ganar su sexto Tour de forma consecutiva pero no lo consiguió en una edición que fue ganada por el dopado confeso Bjarne Riis.

Todo el mundo piensa que ese sexto triunfo en el Tour de Francia debería haber llegado en 1996 pero eso pudo haber sucedido en 1995 ya que el ciclista navarro podía haber ganado su primer Tour en 1990 en caso de no haber tenido que hacer de gregario de Perico Delgado en una edición en la que estaba más fuerte que el corredor segoviano.

Perico Delgado recuerda como Miguel Induráin “fue un caballero” trabajando para él de gregario en ese Tour de Francia de 1990 en la que el segoviano quedó cuarto, el navarro décimo y que fue ganada por el estadounidense Greg Lemond. “Indurain era un caballero. Pudo ganar el Tour del 90, pero el cambio de galones se hizo año a año. Él no creía ser un corredor para una prueba de tres semanas, pero tenía potencial de sobra. Recuerdo que en una ocasión se fue por delante con los favoritos y yo quedé rezagado. Prefirió esperarme a mí. Se entregaba por el compañero por delante de sus intereses”, comenta Delgado.

Delgado recuerda que entregar los galones del equipo a Induráin al año siguiente fue una liberación para él. “Entregar los galones a Indurain en el Tour de Francia de 1991 fue una liberación. Sentí un gran alivio”, comenta el ganador del Tour de Francia en 1988.

Delgado señala que la relación de todos los corredores del Reynolds y el Banesto era la de una gran familia. “Antes éramos como una familia de unas 16 personas que coincidíamos durante todo el año y cada uno aportaba una parte de su personalidad. Por ejemplo Ángel Arroyo te animaba en carrera, Rodríguez Magro mejoraba la convivencia y leía muy bien la carrera y Miguel Induráin siempre estaba callado pero aprendía mucho de todo”, comenta el ciclista segoviano.