Después de ese día en el Mundial de Colombia las relaciones en el seno del Banesto estaban destrozadas y era imposible una reconciliación
La ‘jugarreta sucia' de Olano que aceleró la retirada de Indurain
Miguel Induráin no es de los que se oculta y siempre ha hablado claro. El ciclista navarro y José Miguel Echavarri, director del Banesto en los 5 Tour y 2 Giros del navarro, no acabaron teniendo una buena relación, algo que confirmó la leyenda del ciclismo español años después de su retirada. “No soy una persona a la que le guste hablar de personas que no están presentes pero la verdad es que las cosas no acabaron bien ente nosotros”, comentó en una rueda de prensa en 2013 pentacampeón del Tour de Francia.
Todo el mundo piensa que las malas relaciones entre Miguel Indurain y José Miguel Echavarri se debieron al obligar al ciclista navarro a correr la Vuelta a España en 1996 pero los problemas venían de antes. Las relaciones comenzaron a enturbiarse mucho en el Mundial de Colombia de 1995 que ganó Abraham Olano y en el que Miguel Indurain finalizó segundo. Indurain era el jefe de filas pero Olano no lo veía de la misma manera y en los días previos lo confirmó con sus declaraciones “Si me preguntas por un favorito, soy yo”, comentó Olano en una clara muestra de que no iba a aceptar trabajar para Indurain.
Las relaciones entre los corredores del Banesto en Colombia fueron complicadas, algo que también afectó a las de Indurain con Echavarri y Unzúe.
![[Img #53681]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/07_2022/3914_1.jpg)
El Banesto se marcó como objetivo que Miguel Indurain ganase la triple corona en Colombia logrando el oro de la contrarreloj en Paipa, el campeonato mundial de ruta en Duitama y, una semana después, el récord de la hora en el velódromo de Bogotá.
Indurain se concentró en Colorado junto al Chava Jiménez y Santi Blanco para aclimatarse a la altura, todo ello supervisado por el médico Sabino Padilla.
El guión comenzó como estaba previsto con el oro en el mundial contrarreloj pero en la prueba en ruta todo saltó por los aires por un Abraham Olano ambicioso que nunca aceptó su papel de gregario dejando claro que él tenía su propio plan.
Ataque de Olano
Induráin era el gran favorito al oro. Antes de pasar por penúltima vez por el Alto del Cogollo, 2.800 metros, Olano atacó aprovechando la vigilancia extrema de los suizos e italianos hacia Induráin. El ciclista navarro, que siempre fue un señor, cumplió una ley no escrita en el ciclismo en la que no puedes ponerte a perseguir a un compañero que está con claras opciones de ganar. Pantani, Richard y Gianetti tampoco saltaron ante el temor que Indurain les dejase tirados y se conformaron por luchar por la plata y el bronce.
![[Img #53680]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/07_2022/3650_2.jpg)
Olano acabó colgándose el oro corriendo los últimos kilómetros con una rueda pinchada. 35 segundos después Indurain llegó a la meta muy enfadado haciéndose con la plata tras ganar al sprint a Pantani.
Horas después en el hotel de concentración de la selección española se masticó la tensión y no se celebró el oro y la plata de una forma normal ya que todo el mundo tenía claro que Olano le había dado una ‘puñalada trapera’ a Indurain.
La acción de Olano afectó a las relaciones en el seno del Banesto que ya nunca volvieron a ser las mismas. Echavarri y Unzúe, lejos de alegrarse por Olano vieron su triunfo como una afrenta a los verdaderos intereses del equipo que pasaban por el triunfo de Indurain.
Siete días después Miguel Induráin intentó el récord de la hora pedaleando en su espada de Pinarello pero no lo logró. Echávarri y Unzué quisieron que el ciclista navarro lo volviese a intentar pero este se negó al estar las relaciones totalmente rotas.
Al año siguiente Induráin, tras finalizar 11º en el Tour de Francia, fue obligado a correr la Vuelta a España y todo saltó por los aires anunciado su retirada pocos meses después. Indurain se bajó de la bicicleta en la etapa de los Lagos de Covadonga pero su retirada se comenzó a fraguar en el mundial de Colombia un año antes.
Miguel Induráin no es de los que se oculta y siempre ha hablado claro. El ciclista navarro y José Miguel Echavarri, director del Banesto en los 5 Tour y 2 Giros del navarro, no acabaron teniendo una buena relación, algo que confirmó la leyenda del ciclismo español años después de su retirada. “No soy una persona a la que le guste hablar de personas que no están presentes pero la verdad es que las cosas no acabaron bien ente nosotros”, comentó en una rueda de prensa en 2013 pentacampeón del Tour de Francia.
Todo el mundo piensa que las malas relaciones entre Miguel Indurain y José Miguel Echavarri se debieron al obligar al ciclista navarro a correr la Vuelta a España en 1996 pero los problemas venían de antes. Las relaciones comenzaron a enturbiarse mucho en el Mundial de Colombia de 1995 que ganó Abraham Olano y en el que Miguel Indurain finalizó segundo. Indurain era el jefe de filas pero Olano no lo veía de la misma manera y en los días previos lo confirmó con sus declaraciones “Si me preguntas por un favorito, soy yo”, comentó Olano en una clara muestra de que no iba a aceptar trabajar para Indurain.
Las relaciones entre los corredores del Banesto en Colombia fueron complicadas, algo que también afectó a las de Indurain con Echavarri y Unzúe.
El Banesto se marcó como objetivo que Miguel Indurain ganase la triple corona en Colombia logrando el oro de la contrarreloj en Paipa, el campeonato mundial de ruta en Duitama y, una semana después, el récord de la hora en el velódromo de Bogotá.
Indurain se concentró en Colorado junto al Chava Jiménez y Santi Blanco para aclimatarse a la altura, todo ello supervisado por el médico Sabino Padilla.
El guión comenzó como estaba previsto con el oro en el mundial contrarreloj pero en la prueba en ruta todo saltó por los aires por un Abraham Olano ambicioso que nunca aceptó su papel de gregario dejando claro que él tenía su propio plan.
Ataque de Olano
Induráin era el gran favorito al oro. Antes de pasar por penúltima vez por el Alto del Cogollo, 2.800 metros, Olano atacó aprovechando la vigilancia extrema de los suizos e italianos hacia Induráin. El ciclista navarro, que siempre fue un señor, cumplió una ley no escrita en el ciclismo en la que no puedes ponerte a perseguir a un compañero que está con claras opciones de ganar. Pantani, Richard y Gianetti tampoco saltaron ante el temor que Indurain les dejase tirados y se conformaron por luchar por la plata y el bronce.
Olano acabó colgándose el oro corriendo los últimos kilómetros con una rueda pinchada. 35 segundos después Indurain llegó a la meta muy enfadado haciéndose con la plata tras ganar al sprint a Pantani.
Horas después en el hotel de concentración de la selección española se masticó la tensión y no se celebró el oro y la plata de una forma normal ya que todo el mundo tenía claro que Olano le había dado una ‘puñalada trapera’ a Indurain.
La acción de Olano afectó a las relaciones en el seno del Banesto que ya nunca volvieron a ser las mismas. Echavarri y Unzúe, lejos de alegrarse por Olano vieron su triunfo como una afrenta a los verdaderos intereses del equipo que pasaban por el triunfo de Indurain.
Siete días después Miguel Induráin intentó el récord de la hora pedaleando en su espada de Pinarello pero no lo logró. Echávarri y Unzué quisieron que el ciclista navarro lo volviese a intentar pero este se negó al estar las relaciones totalmente rotas.
Al año siguiente Induráin, tras finalizar 11º en el Tour de Francia, fue obligado a correr la Vuelta a España y todo saltó por los aires anunciado su retirada pocos meses después. Indurain se bajó de la bicicleta en la etapa de los Lagos de Covadonga pero su retirada se comenzó a fraguar en el mundial de Colombia un año antes.
Ander | Miércoles, 20 de Julio de 2022 a las 23:45:45 horas
En el año 1995 Olano corría en Mapei, no en Banesto...
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