El vigente ganador de la ronda italiana recuerda cómo le inspiró una sonada derrota del ciclista madrileño para ser ciclista profesional
Así 'ayudó' Alberto Contador a que Jay Hintley consiguiera ser el primer australiano en ganar el Giro de Italia
Jay Hindley se convirtió el pasado domingo en el primer ciclista australiano que gana el Giro de Italia y el segundo, tras Cadel Evans que ganó el Tour 2011, que gana una gran vuelta por etapas.
![[Img #53250]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/05_2022/3421_hindley-1-min.jpg)
El romance de este ciclista oceánico de 26 años por las bicicletas surgió en 2011 gracias a la consumación de una de las grandes derrotas de Alberto Contador en el Tour de Francia. Fue en 2011 a manos de su idolatrado compatriota Cadel Evans y desde ese día se convenció que quería ser como su héroe australiano que había hecho morder el polvo a una estrella del nivel internacional del ciclista madrileño.
El día que se quedó prendado fue el que tenía dos colosos de los Alpes como el Télégraphe y el Galibier y que acabab en Alpe D'Huez. Contador sacó toda su furia y atacó de manera inmisericorde al australiano Cadel Evans. El aussie exhibió una gran capacidad agonística en las rampas alpinas y sólo cedió 57 segundos con Pierre Roland (el ganador) y algo más de medio minuto con el español. El Tour quedaba prácticamente en las manos del australiano,que certificó su triunfo en la crono final.
![[Img #53252]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/05_2022/739_hindley-2-min.jpg)
"Recuerdo estar con 14 años todo el día pegado a la tele viendo ese Tour. Me enamoré del ciclismo y me puse el objetivo de ser ciclista profesional y ganar el Tour o una gran vuelta algún día. Cadel aguantó a Contador en la montaña y yo ya no podía quitare de la cabeza esa idea de ser ciclista", recuerda el vigente ganador del Giro de Italia.
Aquellas peleas cautivan a un chavalito flacucho, que poco después de terminar las etapas se montaba en su bici y volaba por las calles de Perth soñando que algún día sería como Evans, campeón del mundo en 2009. Le encantaba cómo su compatriota desafiaba a unos enemigos que eran más hábiles en las cumbres, pero más débiles en el llano. El esfuerzo y la capacidad de superación de Evans inspiraron a Hindley, que este domingo ha coronado una ronda que había dejado encarrilada el sábado en la Marmolada.
Tres años sin ver a su familia
A los 18 años viajó desde su Australia natal hasta Italia para hacer realidad su sueño de ser ciclista profesional. Lleva muchos años alejado de su familia y eso le ha proporcionado una fortaleza mental que le hace ser frío y calculador en carrera y no ponerse nunca nervioso. Sabe esperar su oportunidad como hizo en la penúltima etapa del pasado Giro, cuando descubrió la cara de sufrimiento de Carapaz.
Hindley habla de las grandes diferencias entre un ciclista europeo y australiano: “Cuando eres de Australia y eres un ciclista profesional, creo que tienes que ser bastante duro mentalmente. No me pasa como a los ciclistas europeos y subirme a un vuelo de Ryanair un fin de semana y regresar a casa por 50 euros o algo así. No es posible. Cuando agregas COVID a la mezcla, es realmente difícil. En mi caso llevo casi tres años sin ver a mi familia y mis amigos porque las medidas de Australia hacían muy complicado viajar".
Otro aspecto que le ha hecho más fuerte fue vivir un 2021 muy complicado en cuanto a enfermedades y lesiones: “El año pasado sufrí mucho en la bicicleta y fuera de la bicicleta y fue un año difícil. Creo que salí mejor por ello. Realmente puedo apreciar ver a mi familia nuevamente ahora. Creo que a finales de año iré a casa después de casi tres años y saborearé cada minuto”.
Jay Hindley se convirtió el pasado domingo en el primer ciclista australiano que gana el Giro de Italia y el segundo, tras Cadel Evans que ganó el Tour 2011, que gana una gran vuelta por etapas.
El romance de este ciclista oceánico de 26 años por las bicicletas surgió en 2011 gracias a la consumación de una de las grandes derrotas de Alberto Contador en el Tour de Francia. Fue en 2011 a manos de su idolatrado compatriota Cadel Evans y desde ese día se convenció que quería ser como su héroe australiano que había hecho morder el polvo a una estrella del nivel internacional del ciclista madrileño.
El día que se quedó prendado fue el que tenía dos colosos de los Alpes como el Télégraphe y el Galibier y que acabab en Alpe D'Huez. Contador sacó toda su furia y atacó de manera inmisericorde al australiano Cadel Evans. El aussie exhibió una gran capacidad agonística en las rampas alpinas y sólo cedió 57 segundos con Pierre Roland (el ganador) y algo más de medio minuto con el español. El Tour quedaba prácticamente en las manos del australiano,que certificó su triunfo en la crono final.
"Recuerdo estar con 14 años todo el día pegado a la tele viendo ese Tour. Me enamoré del ciclismo y me puse el objetivo de ser ciclista profesional y ganar el Tour o una gran vuelta algún día. Cadel aguantó a Contador en la montaña y yo ya no podía quitare de la cabeza esa idea de ser ciclista", recuerda el vigente ganador del Giro de Italia.
Aquellas peleas cautivan a un chavalito flacucho, que poco después de terminar las etapas se montaba en su bici y volaba por las calles de Perth soñando que algún día sería como Evans, campeón del mundo en 2009. Le encantaba cómo su compatriota desafiaba a unos enemigos que eran más hábiles en las cumbres, pero más débiles en el llano. El esfuerzo y la capacidad de superación de Evans inspiraron a Hindley, que este domingo ha coronado una ronda que había dejado encarrilada el sábado en la Marmolada.
Tres años sin ver a su familia
A los 18 años viajó desde su Australia natal hasta Italia para hacer realidad su sueño de ser ciclista profesional. Lleva muchos años alejado de su familia y eso le ha proporcionado una fortaleza mental que le hace ser frío y calculador en carrera y no ponerse nunca nervioso. Sabe esperar su oportunidad como hizo en la penúltima etapa del pasado Giro, cuando descubrió la cara de sufrimiento de Carapaz.
Hindley habla de las grandes diferencias entre un ciclista europeo y australiano: “Cuando eres de Australia y eres un ciclista profesional, creo que tienes que ser bastante duro mentalmente. No me pasa como a los ciclistas europeos y subirme a un vuelo de Ryanair un fin de semana y regresar a casa por 50 euros o algo así. No es posible. Cuando agregas COVID a la mezcla, es realmente difícil. En mi caso llevo casi tres años sin ver a mi familia y mis amigos porque las medidas de Australia hacían muy complicado viajar".
Otro aspecto que le ha hecho más fuerte fue vivir un 2021 muy complicado en cuanto a enfermedades y lesiones: “El año pasado sufrí mucho en la bicicleta y fuera de la bicicleta y fue un año difícil. Creo que salí mejor por ello. Realmente puedo apreciar ver a mi familia nuevamente ahora. Creo que a finales de año iré a casa después de casi tres años y saborearé cada minuto”.
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