Un episodio con tintes de drama con el ciclista español Juanjo Lobato destapó el grave problema de salud que ha sucedido al dopaje en el pelotón profesional
"Los somníferos en el ciclismo profesional son ahora un problema más grave que el dopaje y mucho más extendido "
“No conseguíamos despertarle de la cama pese a que tirábamos de él con la fuerza de 25 caballos". Así describieron los miembros del staff del equipo Jumbo como intentaron despertar al ciclista español Juanjo Lobato al ver que no aparecía al desayuno del equipo durante una concentración.
![[Img #51875]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/01_2022/9981_dormir-2-min.jpg)
El ciclista gaditano era víctima de la nueva plaga que asola al pelotón profesional. Se trata de la creciente dependencia de los somníferos que ha creado una legión de adictos entre los ciclistas. A Lobato esa dependencia le costó su despido del equipo holandés, ya que estaba enganchado a fuertes somníferos y se le acusó de haber sido la persona que le había conseguido farmacos para dormir para otros dos compañeros del Jumbo.
El episodio de Juanjo Lobato sacó a la luz la extendida adicción que hay en el pelotón, y de la que tampoco están al margen otros deportes, hacia un somnífero que se comercializa con el nombre de Stilnox y que solo se vende en las farmacias con receta médica.
El uso extendido de diversos tipos de somníferos está en el pelotón ciclista desde hace décadas. Se utilizan para frenar el estrés de los corredores y asegurar el descanso, sobre todo en las carreras por etapas.
![[Img #51876]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/01_2022/2447_dormir-1-min.jpg)
Se atiborran a cafeína tras los somníferos
El Stilnox y otras marcas genéricas, aunque con el mismo compuesto, como Zolpidem, han ocasionado ya un tráfico de recetas falsificadas que, junto a otros somníferos como Rivotril, ha alertado a los farmacéuticos de Barcelona, según confirman a este diario fuentes del sector. “Varios farmacéuticos tenemos creado un grupo de WhatsApp y nos avisamos con mensajes cuando descubrimos a algunos jóvenes tratando de comprar pastillas de este tipo por las farmacias del barrio”, explica una farmacéutica del Eixample de la capital catalana.
El doctor Massimo Besnati, que trabaja con ciclistas profesionales, explica que el gran problema es que los somníferos se combinan con grandes cantidades de café: "Algunos antes de bajar a desayunar se beben cinco o seis tazas, 180-200 miligramos de cafeína".
De esta forma los ciclistas combaten los efectos del narcótico durante el día, lo que obligaba a aumentar la dosis la noche siguiente. La conclusión de Massimo Besnati resulta sumamente inquietante: "Sería Pinocho si dijera que el dopaje ha sido vencido, pero los somníferos son ahora un problema más grave y mucho más extendido, es un problema que afecta más al ser humano que al deportista. Y se agrava aún más con la costumbre bastante difundida de combinarlo con el alcohol".
“No conseguíamos despertarle de la cama pese a que tirábamos de él con la fuerza de 25 caballos". Así describieron los miembros del staff del equipo Jumbo como intentaron despertar al ciclista español Juanjo Lobato al ver que no aparecía al desayuno del equipo durante una concentración.
El ciclista gaditano era víctima de la nueva plaga que asola al pelotón profesional. Se trata de la creciente dependencia de los somníferos que ha creado una legión de adictos entre los ciclistas. A Lobato esa dependencia le costó su despido del equipo holandés, ya que estaba enganchado a fuertes somníferos y se le acusó de haber sido la persona que le había conseguido farmacos para dormir para otros dos compañeros del Jumbo.
El episodio de Juanjo Lobato sacó a la luz la extendida adicción que hay en el pelotón, y de la que tampoco están al margen otros deportes, hacia un somnífero que se comercializa con el nombre de Stilnox y que solo se vende en las farmacias con receta médica.
El uso extendido de diversos tipos de somníferos está en el pelotón ciclista desde hace décadas. Se utilizan para frenar el estrés de los corredores y asegurar el descanso, sobre todo en las carreras por etapas.
Se atiborran a cafeína tras los somníferos
El Stilnox y otras marcas genéricas, aunque con el mismo compuesto, como Zolpidem, han ocasionado ya un tráfico de recetas falsificadas que, junto a otros somníferos como Rivotril, ha alertado a los farmacéuticos de Barcelona, según confirman a este diario fuentes del sector. “Varios farmacéuticos tenemos creado un grupo de WhatsApp y nos avisamos con mensajes cuando descubrimos a algunos jóvenes tratando de comprar pastillas de este tipo por las farmacias del barrio”, explica una farmacéutica del Eixample de la capital catalana.
El doctor Massimo Besnati, que trabaja con ciclistas profesionales, explica que el gran problema es que los somníferos se combinan con grandes cantidades de café: "Algunos antes de bajar a desayunar se beben cinco o seis tazas, 180-200 miligramos de cafeína".
De esta forma los ciclistas combaten los efectos del narcótico durante el día, lo que obligaba a aumentar la dosis la noche siguiente. La conclusión de Massimo Besnati resulta sumamente inquietante: "Sería Pinocho si dijera que el dopaje ha sido vencido, pero los somníferos son ahora un problema más grave y mucho más extendido, es un problema que afecta más al ser humano que al deportista. Y se agrava aún más con la costumbre bastante difundida de combinarlo con el alcohol".
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