La generación dorada española que ha asombrado al mundo toca a su fín y no se vislumbra un relevo esperanzador a corto o medio plazo
¿Qué llega tras el fin de ciclo de la generación dorada del triatlón español?
El milagro español en el triatlón mundial toca a su fin. Los Juegos Olímpicos de Tokio marcan un doloroso fin de ciclo de la etapa dorada de una generación de genios que han asombrado al mundo y han colocado a nuestro país como la gran referencia de nuestro deporte con exhibiciones continuas de la mano de Javier Gómez Noya, el mejor triatleta de la historia en distancia sprint y olímpica, y de Mario Mola, un alumno aventajado del maestro gallego.
![[Img #50357]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/08_2021/6460_triarmada-1-min.jpg)
Javier Gómez Noya abandona la corta distancia definitivamente y se centrará en la media y larga distancia tras iniciar su época dorada con el oro mundial en 2008, mientras Mario Mola parece haber perdido la motivación en el triatlón y quiere centrarse más en el atletismo. Del trío de estrellas que ha liderado el triatlón español en la última década el único que, por edad (30 años) y ambición, sigue aspirando a algún podio en Series Mundiales, pero la irrupción de los nuevos talentos del triatlón como Kristian Blummenfelt, Alex Yee. Hayden Wilde, Marten van Riel, Gustan Iden, Casper Stones o Leo Bergere le complicarán muchísimo hacerse un g¡hueco enre los mejores en los próximos años.
El panorama del triatlón español en el futuro es optimista, ya que se está trabajando bien en las categorías de formación y hay talento que despuntará en los próximos años, pero de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio dentro de tres años se presenta una dura transición en el desierto con más sombras que luces de cara a la próxima cita olímpica.
![[Img #50358]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/08_2021/4259_triarmada-2-min.jpg)
No hay un elevo generacional
Tras la retirada de Javier Gómez Noya y la escasa motivación de Mario Mola, Fernando Alarza se quedará como el puntal de nuestro triatlón pero tras el talaverano no existe una nómina de triatletas que hayan conseguido explotar y madurar un rendimiento notable en Series Mundiales. El único atisbo optimista es Antonio Serrat, pero el triatleta gallego con 26 años solo ha sido capaz de alcanzar un octavo puesto en Series Mundiales y debe dar un salto cualitativo en los próximos tres años que demuestra su innegable talento y potencial.
Tras Fernando Alarza y la esperanza de Antonio Serrat nos encontramos con una enorme vacío, ya que no hay ningún triatleta clasificado entre los 50 primeros del ránking mundial. Genis Grau, el siguiente mejor español clasificado tras Serrat se encuentra en la posición 62ª, pero ya es un triatleta con 27 años y no se avista una gran evolución más allá de buenas actuaciones en Copas de Europa o Copas del mundo. El joven talento que más papeletas tiene de llegar a ser un triatleta de primer nivel es el murciano Sergio Baxter, pero solo tene 18 años y tiene mucho camino por recorrer aún.
En categoría femenina, aún peores expectativas
Los Juegos Olímpicos de París dentro de tres años se presentan como una cita con escasas posibilidades de brillar para nuestro triatlón que tendrá que gestionar los próximos años con triatletas de menor enjundia y potencial y deberá tener paciencia con una buena generación de jóvenes con talento con los que se ha trabajado intensamente pero que necesitarán años para crecer y ser una realidad competitiva a nivel mundial.
El problema del triatlón masculino español es aún más grave en la categoría femenina, ya que desde que se retiró Ainhoa Murúa tras os Juegos de Río 2016 no ha vuelto a encontrar una triatleta con capacidad de luchar por un podio en Series Mundiales. Al igual que en el triatlón masculino, se está trabajando bien en la categorías menores pero no se consigue, de momento, encontrar una triatleta de clase mundial que permita competir con las mejores en las grandes citas.
El milagro español en el triatlón mundial toca a su fin. Los Juegos Olímpicos de Tokio marcan un doloroso fin de ciclo de la etapa dorada de una generación de genios que han asombrado al mundo y han colocado a nuestro país como la gran referencia de nuestro deporte con exhibiciones continuas de la mano de Javier Gómez Noya, el mejor triatleta de la historia en distancia sprint y olímpica, y de Mario Mola, un alumno aventajado del maestro gallego.
Javier Gómez Noya abandona la corta distancia definitivamente y se centrará en la media y larga distancia tras iniciar su época dorada con el oro mundial en 2008, mientras Mario Mola parece haber perdido la motivación en el triatlón y quiere centrarse más en el atletismo. Del trío de estrellas que ha liderado el triatlón español en la última década el único que, por edad (30 años) y ambición, sigue aspirando a algún podio en Series Mundiales, pero la irrupción de los nuevos talentos del triatlón como Kristian Blummenfelt, Alex Yee. Hayden Wilde, Marten van Riel, Gustan Iden, Casper Stones o Leo Bergere le complicarán muchísimo hacerse un g¡hueco enre los mejores en los próximos años.
El panorama del triatlón español en el futuro es optimista, ya que se está trabajando bien en las categorías de formación y hay talento que despuntará en los próximos años, pero de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio dentro de tres años se presenta una dura transición en el desierto con más sombras que luces de cara a la próxima cita olímpica.
No hay un elevo generacional
Tras la retirada de Javier Gómez Noya y la escasa motivación de Mario Mola, Fernando Alarza se quedará como el puntal de nuestro triatlón pero tras el talaverano no existe una nómina de triatletas que hayan conseguido explotar y madurar un rendimiento notable en Series Mundiales. El único atisbo optimista es Antonio Serrat, pero el triatleta gallego con 26 años solo ha sido capaz de alcanzar un octavo puesto en Series Mundiales y debe dar un salto cualitativo en los próximos tres años que demuestra su innegable talento y potencial.
Tras Fernando Alarza y la esperanza de Antonio Serrat nos encontramos con una enorme vacío, ya que no hay ningún triatleta clasificado entre los 50 primeros del ránking mundial. Genis Grau, el siguiente mejor español clasificado tras Serrat se encuentra en la posición 62ª, pero ya es un triatleta con 27 años y no se avista una gran evolución más allá de buenas actuaciones en Copas de Europa o Copas del mundo. El joven talento que más papeletas tiene de llegar a ser un triatleta de primer nivel es el murciano Sergio Baxter, pero solo tene 18 años y tiene mucho camino por recorrer aún.
En categoría femenina, aún peores expectativas
Los Juegos Olímpicos de París dentro de tres años se presentan como una cita con escasas posibilidades de brillar para nuestro triatlón que tendrá que gestionar los próximos años con triatletas de menor enjundia y potencial y deberá tener paciencia con una buena generación de jóvenes con talento con los que se ha trabajado intensamente pero que necesitarán años para crecer y ser una realidad competitiva a nivel mundial.
El problema del triatlón masculino español es aún más grave en la categoría femenina, ya que desde que se retiró Ainhoa Murúa tras os Juegos de Río 2016 no ha vuelto a encontrar una triatleta con capacidad de luchar por un podio en Series Mundiales. Al igual que en el triatlón masculino, se está trabajando bien en la categorías menores pero no se consigue, de momento, encontrar una triatleta de clase mundial que permita competir con las mejores en las grandes citas.
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