El atleta murciano Mohamed Katir ha conseguido explotar como estrella mundial de 1.500 y 5.000 con marcas 'africanas' gracias a una estrategia de emulación del genio noruego de 20 años
El nuevo fenómeno mundial del atletismo español crece tras copiar las series bestiales de Jakob Ingebrigtsen
El atleta murciano Mohamed Katir salió a la pista del estadio de Mónaco en la Diamond League con una obsesión: pegarse como una sombra a Jakob Ingebrigtsen. El joven fenómeno noruego de 20 años es el espejo en el que se mira Katir cada día. Su filosofía espartana, con entrenamientos con series al límite son su ejemplo y cree que seguir esa estrategia le convertirá en una estrella mundial. De momento esa emulación del atleta nórdico le está dando unos resultados impresionantes. En solo un mes ha batido con una marca espectacular de 3:28.76 el histórico récord español de 1.500 que mantuvo Fermín Cacho durante 24 años y el de 5.000 con un registro 'africano' de 12:50.79.
![[Img #50146]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/07_2021/2971_katir-2-min.jpg)
Katir se muestra muy confiado en su potencial y esperaba 'explotar' con marcas de altísimo nivel: "Claro que esperaba esta marca, claro. Me estaba metiendo unos entrenamientos muy buenos, y tenía que salir sí o sí. No me planteo nunca el miedo a no saber competir. Siempre he pensado que si haces bien tu trabajo siempre tiene que salir”.
“Le calca los entrenamientos durísimos de Ingebrigtsen”, revela Miguel Mostaza, el mánager que fue de Cacho y ahora de Katir en El País, “y ya le aconsejé que en la carrera se pegara a él y tratara de desbordarle con su magnífico final largo. No es Katir un atleta de final explosivo, con cambio atómico en los últimos metros, pero sí que tiene una gran capacidad de mantener una altísima velocidad los últimos 600m. Me recuerda un poco a Reyes Estévez”. Ingebrigtsen es su modelo y su ejemplo, y le supera en los 1.500 monegascos por primera vez en su carrera, con lo que venga, en cierta forma, las derrotas que le infligía el plusmarquista europeo en la lucha por hacerse con los tapices rodantes del Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada (Granada), donde ambos llevan vida de monje varios meses al año.
![[Img #50145]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/07_2021/8535_katir-1-min.jpg)
Series bestiales de 500 metros a 1:10
En Sierra Nevada iban alternándose las series de 500 metros de Mohamed Katir y de Jakob Ingenrigtsen a 1:10 con solo 90 segundos de descanso. Esas series a fuego del noruego las replica el español con disciplina y su progresión en todas las distancias ha sido espectacular. La principal diferencia entre las series de Katir y Jakob Ingebrigtsen es que al noruego le miden el lactato tras acabar cada 500 metros y acaba con 10 o 15 pinchazos en cada sesión mientras que el español va a umbral sin utilizar ese método tan detallado de control.
De su confianza, su seguridad en sí mismo, da fe Jorge González Amo, plusmarquista español de 1.500m (3m 40s) entre 1968 y 1977, hasta la irrupción de José Manuel Abascal, y responsable nacional de mediofondo. “Hace unas semanas ya me advirtió Katir de que en Mónaco iba a correr en 3m 30s, y ha corrido más aún, pero eso de que era desconocido hay que matizarlo. Ya hace dos años, cuando era sub-23 de segundo año, ganaba a todos los mejores españoles en los mítines, pero como aún no tenía la nacionalidad española [la obtuvo a los 21, el 31 de diciembre de 2019] no figuraba en nuestros ránkings y la gente no se fijaba en él”.
Katir, explica González Amo, tiene una cualidad innata en las estrellas del atletismo. Corre con facilidad y se mueve con fluidez, no se crispa nunca y cambia de ritmo con naturalidad. Le espera un futuro espectcular. El siguiente desafío es la prueba de 5.000 metros de los Juegos Olímpicos de Tokio.
El atleta murciano Mohamed Katir salió a la pista del estadio de Mónaco en la Diamond League con una obsesión: pegarse como una sombra a Jakob Ingebrigtsen. El joven fenómeno noruego de 20 años es el espejo en el que se mira Katir cada día. Su filosofía espartana, con entrenamientos con series al límite son su ejemplo y cree que seguir esa estrategia le convertirá en una estrella mundial. De momento esa emulación del atleta nórdico le está dando unos resultados impresionantes. En solo un mes ha batido con una marca espectacular de 3:28.76 el histórico récord español de 1.500 que mantuvo Fermín Cacho durante 24 años y el de 5.000 con un registro 'africano' de 12:50.79.
Katir se muestra muy confiado en su potencial y esperaba 'explotar' con marcas de altísimo nivel: "Claro que esperaba esta marca, claro. Me estaba metiendo unos entrenamientos muy buenos, y tenía que salir sí o sí. No me planteo nunca el miedo a no saber competir. Siempre he pensado que si haces bien tu trabajo siempre tiene que salir”.
“Le calca los entrenamientos durísimos de Ingebrigtsen”, revela Miguel Mostaza, el mánager que fue de Cacho y ahora de Katir en El País, “y ya le aconsejé que en la carrera se pegara a él y tratara de desbordarle con su magnífico final largo. No es Katir un atleta de final explosivo, con cambio atómico en los últimos metros, pero sí que tiene una gran capacidad de mantener una altísima velocidad los últimos 600m. Me recuerda un poco a Reyes Estévez”. Ingebrigtsen es su modelo y su ejemplo, y le supera en los 1.500 monegascos por primera vez en su carrera, con lo que venga, en cierta forma, las derrotas que le infligía el plusmarquista europeo en la lucha por hacerse con los tapices rodantes del Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada (Granada), donde ambos llevan vida de monje varios meses al año.
Series bestiales de 500 metros a 1:10
En Sierra Nevada iban alternándose las series de 500 metros de Mohamed Katir y de Jakob Ingenrigtsen a 1:10 con solo 90 segundos de descanso. Esas series a fuego del noruego las replica el español con disciplina y su progresión en todas las distancias ha sido espectacular. La principal diferencia entre las series de Katir y Jakob Ingebrigtsen es que al noruego le miden el lactato tras acabar cada 500 metros y acaba con 10 o 15 pinchazos en cada sesión mientras que el español va a umbral sin utilizar ese método tan detallado de control.
De su confianza, su seguridad en sí mismo, da fe Jorge González Amo, plusmarquista español de 1.500m (3m 40s) entre 1968 y 1977, hasta la irrupción de José Manuel Abascal, y responsable nacional de mediofondo. “Hace unas semanas ya me advirtió Katir de que en Mónaco iba a correr en 3m 30s, y ha corrido más aún, pero eso de que era desconocido hay que matizarlo. Ya hace dos años, cuando era sub-23 de segundo año, ganaba a todos los mejores españoles en los mítines, pero como aún no tenía la nacionalidad española [la obtuvo a los 21, el 31 de diciembre de 2019] no figuraba en nuestros ránkings y la gente no se fijaba en él”.
Katir, explica González Amo, tiene una cualidad innata en las estrellas del atletismo. Corre con facilidad y se mueve con fluidez, no se crispa nunca y cambia de ritmo con naturalidad. Le espera un futuro espectcular. El siguiente desafío es la prueba de 5.000 metros de los Juegos Olímpicos de Tokio.
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