El triatleta gallego reconoce que se equivocó en la estrategia en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y le acabó costando ganar una medalla
"Fue el mayor error de mi carrera"
Javier Gómez Noya acudirá a los Juegos Olímpicos de Tokio en busca de su segunda medalla olímpica, un logro que ya podría tener de no haber cometido un grave error en Pekín 2008, algo reconocido por él mismo en una entrevista concedida a Valenti Sanjuan.
“El mayor error de mi carrera fue en los Juegos de Pekín. Acabé cuarto, llegó un momento que sabía que iba a ser muy difícil ganar, no era capaz de soltar a ningún rival, éramos un grupo de cuatro, iba whitfield que sabía que era rapidísimo, Frodeno sabía que era rápido e iba más de incógnito y ganó al final pero mi error fue no asegurar la medalla a falta de 1,5 km”, afirmó el triatleta gallego.
![[Img #49905]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/06_2021/4554_1-min-207.jpg)
La táctica fue la equivocada y reconoce que pecó de ambición: “Si al final hubiera tirado a muerte con lo que me quedaba ,que no era mucho Simon Whitfield seguramente se habría quedado porque iba siempre haciendo la goma, siempre a 20-30 metros, si hubiera ido a tope no habría podido engancharse pero decidí coger un poco de aire para el sprint final, levantamos los tres de adelante un poco el pie y Whitfield entró en el grupo a falta de 700 metros y tuvo fuerzas para conseguir la medalla de plata”.
Gómez Noya sabe que se equivocó pero a toro pasado es todo más fácil de ver. “A toro pasado es muy fácil y digo si en ese último kilómetro y medio me centro solo en lo mío y tiro a tope habría asegurado un bronce pero no juegas a asegurar un bronce sino piensas en ganar. A toro pasado repito es fácil ver las cosas pero cuando estás ahí metido en la carrera es más complicado”, comenta el medallista en Londres 2012.
![[Img #49906]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/06_2021/8671_2-min-81.jpg)
Gómez Noya apunta a un doble error en la cuarta plaza en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 que le dejó a las puestas del metal: “Me quedé triste por esa carrera, pensé que quizás debía haber asegurado esa medalla, pero llegaba limitado a esa carrera, tenía 25 años, había ganado todas las copas del mundo que había corrido y había ganado el Mundial y tuve el error de estar en forma demasiado pronto el cuerpo se resintió y lo pagué en los juegos con una lesión. Tenía sensación de pena. Igual que en Londres hice un carrerón y acabé segundo porque hubo uno mejor que yo, en Pekín sabía que no había hecho mi mejor carrera ni di mi mejor versión porque me equivoqué en la preparación. Si hubiera hecho mi mejor carrera y acabo cuarto, pues estaría satisfecho, pero un año antes corrí en Pekín en ese circuito en buena forma y gané. Sabía que el error era mío, me había equivocado, era mi culpa por no prepararme como debía".
Javier Gómez Noya acudirá a los Juegos Olímpicos de Tokio en busca de su segunda medalla olímpica, un logro que ya podría tener de no haber cometido un grave error en Pekín 2008, algo reconocido por él mismo en una entrevista concedida a Valenti Sanjuan.
“El mayor error de mi carrera fue en los Juegos de Pekín. Acabé cuarto, llegó un momento que sabía que iba a ser muy difícil ganar, no era capaz de soltar a ningún rival, éramos un grupo de cuatro, iba whitfield que sabía que era rapidísimo, Frodeno sabía que era rápido e iba más de incógnito y ganó al final pero mi error fue no asegurar la medalla a falta de 1,5 km”, afirmó el triatleta gallego.
La táctica fue la equivocada y reconoce que pecó de ambición: “Si al final hubiera tirado a muerte con lo que me quedaba ,que no era mucho Simon Whitfield seguramente se habría quedado porque iba siempre haciendo la goma, siempre a 20-30 metros, si hubiera ido a tope no habría podido engancharse pero decidí coger un poco de aire para el sprint final, levantamos los tres de adelante un poco el pie y Whitfield entró en el grupo a falta de 700 metros y tuvo fuerzas para conseguir la medalla de plata”.
Gómez Noya sabe que se equivocó pero a toro pasado es todo más fácil de ver. “A toro pasado es muy fácil y digo si en ese último kilómetro y medio me centro solo en lo mío y tiro a tope habría asegurado un bronce pero no juegas a asegurar un bronce sino piensas en ganar. A toro pasado repito es fácil ver las cosas pero cuando estás ahí metido en la carrera es más complicado”, comenta el medallista en Londres 2012.
Gómez Noya apunta a un doble error en la cuarta plaza en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 que le dejó a las puestas del metal: “Me quedé triste por esa carrera, pensé que quizás debía haber asegurado esa medalla, pero llegaba limitado a esa carrera, tenía 25 años, había ganado todas las copas del mundo que había corrido y había ganado el Mundial y tuve el error de estar en forma demasiado pronto el cuerpo se resintió y lo pagué en los juegos con una lesión. Tenía sensación de pena. Igual que en Londres hice un carrerón y acabé segundo porque hubo uno mejor que yo, en Pekín sabía que no había hecho mi mejor carrera ni di mi mejor versión porque me equivoqué en la preparación. Si hubiera hecho mi mejor carrera y acabo cuarto, pues estaría satisfecho, pero un año antes corrí en Pekín en ese circuito en buena forma y gané. Sabía que el error era mío, me había equivocado, era mi culpa por no prepararme como debía".
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