Muere en extrañas circunstancias la única ganadora del Ironman de Hawaii que ha sido descalificada

Nina Kraft murió esta semana con solo 51 años. Llevaba camino de ser una de las grandes leyendas del Ironman de Hawaii pero cayó en desgracia en 2004 cuando fue cazada y se le descalificó de la carrera de Kona.  

Pasará a la historia como la única ganadora de la historia del Ironman que ha sido suspendida por dopaje y se le arrebató el triunfo por tramposa.   Tras detectarse ese positivo dio la cara y reconoció su error, pero se pudo quedar corta, ya que en 2001 y 2003 fue tercera en Hawaii y plata en 2002, pero nunca reconoció que esos resultados estuvieran acompañados de un extra de energía en forma de EPO. 

"Fui honesta"

Nina Kraft fue sincera: "Cuando la cagas, debes ser consciente de que te pueden atrapar. A pesar de todo, fue algo bueno ya que al menos confesé mi delito de dopaje y no fui como muchos tramposos condenados que se declaran inocentes. Fui honesta y me doy crédito por eso". 

La triatleta alemana reconoció hace una década que se dopó por la presión que sentía por triunfar: "Lo hice por las expectativas del público, aficionados y triatletas. Las personas proyectan sus sueños en los atletas y no pueden imaginar la presión que le están ejerciendo. Empecé en el triatlón porque lo disfrutaba, nunca pensé que algún día sería tan buena y llegué un momento que quería ofrecer el rendimiento que se esperaba de mí. Si no podía entrenar durante un día porque tenía que ir a sesiones de autógrafos o rueda de prensa, me sentía culpable porque pensaba: "Si no entrenas, no eres lo suficientemente buena". 

El punto culminante de esa presión llegó en 2004: "Estuve bajo una presión extrema en 2004. Quería ganar el Ironman en Hawaii como fuera. Quería eso más que nada, pero tenía la sensación de que allí, de todos los lugares, no tendría las mismas oportunidades que otros. Estaba casi paranoica. Durante dos años seguidos recibí sanciones de tiempo por drafting mientras iba en cabeza. Nadie entendió eso en ese momento. Estaba muy cabreada, ¡no podía ser una coincidencia!".

"Gané y no disfruté, tenía mala conciencia"

La triatleta alemana reconoce que su ansiedad era muy elevada el año que la pillaron dopándose: "Como triatleta profesional, generalmente no se nos permite decirle a los medios de comunicación lo que realmente nos está sucediendo. Tienes que ser actor, yo no estaba a la altura del papel. Lo supe con mi estómago. En el verano de 2004, antes del Ironman de Alemania en Frankfurt, tuve un dolor de estómago tan fuerte que me hicieron una gastroscopia".   

Tras ganar en 2004 el Ironman de Hawaii su sentimiento fue desconcertante: "Era lo que buscaba toda mi vida pero no lo disfrute como pensaba. Tenía mala conciencia, luego me pillaron y confesé, a partir de ahí comenzó el terror en mi vida. Pensé en lo peor pero por casualidad leí un artículo de periódico sobre Marco Pantani, quien era sospechoso de dopaje y murió de una sobredosis de cocaína en un hotel en 2004. Este artículo me salvó la vida. Dijo que después de que se conoció la sospecha de dopaje, todos lo atacaron y sus seguidores le presionaron. Años después de su muerte por las drogas hacen una peregrinación a la tumba el día de su muerte. Cuando leí eso, me hizo clic y me dije: “Ya no me voy a romper, seguiré viviendo”. Porque el triatlón no es vida, también hay otras cosas.  Esta semana murió en extrañas circunstancias con solo 51 años.