Descubre lo que había en el agua donde competías en los triatlones de la Casa de Campo

Todos los que hemos nadado en el Lago de Casa de Campo en el sector de natación de uno de los triatlones que se han desarrollado en en las dos últimas décadas no hemos visto nada más que al resto de triatletas que estaban cerca de nosotros, ya que el agua turbia no permitía visualizar nada en su interior. Muchos nos hemos preguntado qué habría por allí abajo y la bromá más típica se refería a los peces que podían rondar por debajo de nuestro cuerpo.

Los enigmas que envolvían el agua de este lago se han resulto tras su vaciado completo. Una de las sorpresas más curiosas es el descubrimiento de unos fardos impermeabilizados y un sistema de cuerdas que en un principio hicieron sospechar de que en el fondo del lago podría esconderse droga, aunque finalmente se descartó, según informó la Policía. De momento, no se ha podido confirmar qué sustancia es la que había en los fardos.

Fue el pasado miércoles cuando los operarios que se encargan de la reforma del estanque encontraron varios fardos al bajar el nivel del agua casi por completo en la zona lateral, muy cerca del Centro de Educación e Interpretación Ambiental. Los trabajadores avisaron de inmediato a la Policía Nacional, que se presentó en el lugar para certificar lo que se había descubierto.

Sillas a causa de una pelea

También los técnicos han encontrado, en la misma zona, el armazón de una pistola. Asimismo se han encontrado relojes, cámaras de fotos, teléfonos móviles, juguetes, monedas, papeleras, balones, ruedas de coches, herramientas y bancos enteros arrojados al vaso. Lo que más abunda a simple vista son las sillas de plástico y madera y muchas botellas. "Yo sabía que iba a haber muchas sillas, ya que hace años hubo una pelea entre hinchas ingleses y españoles y se tiraron muchas al agua", explicaba ayer el camarero de un restaurante.

"Lo que se ha encontrado hasta el momento es lo que se ve a simple vista, pero cuando empecemos a remover el cieno acumulado podríamos llevarnos más sobresaltos", señala uno de los trabajadores encargados de la reforma.

En el día de ayer ya casi no quedaba agua en el lago. Sólo se acumula líquido en la zona central, donde se encuentra el géiser.

Por otro lado, los técnicos ya casi han acabado de sacar todos los peces que había en el estanque. Para ello, los operarios iban provistos de un aparato que produce descargas eléctricas que aturden a las carpas. Así se las consigue embolsar en unas redes de pesca que portan otros trabajadores.

Hasta el pasado miércoles, los operarios de un gestor autorizado para esta tarea empleaban una zodiac para la labor. Ayer el nivel del agua bajó tanto que ya podían caminar sin dificultad por el suelo para realizar la tarea, como se puede apreciar en la imagen superior.

Fuente: DDT y El Mundo