Primoz Roglic se ha llevado el premio al mejor ciclista mundial pero hace 8 años no había visto ni siquiera el Tour en televisión
El mejor ciclista del mundo montó por primera vez en una bici de carretera a los ¡22 años!
Primoz Roglic es una de esos casos excepcionales que depara el deporte de vez en cuando. Si hace 10 años le hubieran dicho que iba a perder un Tour en la penúltima jornada, que sería el ganador de dos Vueltas a España y que en 2020 le iban a conceder el premio al mejor ciclista mundial, habría respondido con una cara de estupefacción y penaría que le hablaban de una locura. Sin embargo, en 2020 ese especialista en saltos de esquí que no había montado jamás en una bicicleta de carretera y no conocía apenas nombres de ciclistas profesionales es la gran referencia mundial del ciclismo.
![[Img #47459]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/12_2020/7414_roglic-1.jpg)
El ahora ciclista esloveno recuerda el año 2012 en el que comenzó a cambiar su vida: "Lamentablemente sufrí varias lesiones lo que me hizo perder un poco la motivación para el salto de esquí. Busqué algo más, compré una bicicleta porque me insisteron unos amigos y comencé a rodar en carretera junto a ellos Recuerdo que fue en 2012. En ese momento vendí mi motocicleta y compré esa primera bicicleta de carretera. Ese fue mi comienzo de mi carrera ciclista. La gente no se lo cree pero nunca había hecho ni un kilómetro en carretera con una bici antes de los 22 años".
Roglic recuerda que no se veía jamás como ciclista en 2012: "Cuando miro atrás, realmente no me conozco a mí mismo Algunos de mis amigos tenían bicicletas de carretera y tuve la vaga sensación de que podría gustarme. Empecé a ver por primera vez en mi vida el Tour de Francia y otras carreras de bicicletas en la televisión y pensé que podía ser un buen atleta de resistencia. Así que decidí intentarlo".
![[Img #47460]](https://diariodeltriatlon.es/upload/images/12_2020/1514_roglic-2.jpg)
"Como esquiador me prohibían ir en bici"
Nada más comprar su primera bicicleta se dio cuenta que le gustaba y estaba dotado para pedalear con fuerza, pero de ahí a convertirse en ciclista profesional parecía un imposible: "Nunca lo pensé, sobre todo teniendo en cuenta que nunca lo había hecho antes. La bicicleta que compré en ese entonces fue la primera, nunca antes había tenido una. Como saltador de esquí no se nos permitía montar mucho en bicicleta. Pero cuando finalmente empecé a andar en bici, era bastante bueno desde el principio. Me gusta el hecho de que es un deporte de resistencia, uno que te lleva a tus límites físicos y mentales.
¿Esquí o ciclismo? ¿Cuál es más complicado?: "Realmente no se pueden comparar los dos, porque son deportes completamente diferentes. Ambos son muy desafiantes a su manera. Los saltos de esquí y el ciclismo requieren no solo talento, sino también mucho trabajo duro si quieres tener éxito. Hay que invertir mucho y hacer algunos sacrificios. Sin embargo, existen claras diferencias en las exigencias físicas y el aspecto del entrenamiento: como saltador de esquí necesitas explosividad, pero también tienes que entrenar muchas otras áreas. Es un poco diferente en el ciclismo: mientras también trabajas en tu condición física, la mayor parte de la preparación se realiza en el sillín. En consecuencia, las sesiones de entrenamiento en bicicleta son mucho más largas, porque puedes y debes pedalear durante varias horas sin descanso. Lo que tengo claro es que me alegro de haber dado este paso. Tengo la suerte de haber tenido la oportunidad en mi vida de hacer dos deportes completamente diferentes al más alto nivel".
Primoz Roglic es una de esos casos excepcionales que depara el deporte de vez en cuando. Si hace 10 años le hubieran dicho que iba a perder un Tour en la penúltima jornada, que sería el ganador de dos Vueltas a España y que en 2020 le iban a conceder el premio al mejor ciclista mundial, habría respondido con una cara de estupefacción y penaría que le hablaban de una locura. Sin embargo, en 2020 ese especialista en saltos de esquí que no había montado jamás en una bicicleta de carretera y no conocía apenas nombres de ciclistas profesionales es la gran referencia mundial del ciclismo.
El ahora ciclista esloveno recuerda el año 2012 en el que comenzó a cambiar su vida: "Lamentablemente sufrí varias lesiones lo que me hizo perder un poco la motivación para el salto de esquí. Busqué algo más, compré una bicicleta porque me insisteron unos amigos y comencé a rodar en carretera junto a ellos Recuerdo que fue en 2012. En ese momento vendí mi motocicleta y compré esa primera bicicleta de carretera. Ese fue mi comienzo de mi carrera ciclista. La gente no se lo cree pero nunca había hecho ni un kilómetro en carretera con una bici antes de los 22 años".
Roglic recuerda que no se veía jamás como ciclista en 2012: "Cuando miro atrás, realmente no me conozco a mí mismo Algunos de mis amigos tenían bicicletas de carretera y tuve la vaga sensación de que podría gustarme. Empecé a ver por primera vez en mi vida el Tour de Francia y otras carreras de bicicletas en la televisión y pensé que podía ser un buen atleta de resistencia. Así que decidí intentarlo".
"Como esquiador me prohibían ir en bici"
Nada más comprar su primera bicicleta se dio cuenta que le gustaba y estaba dotado para pedalear con fuerza, pero de ahí a convertirse en ciclista profesional parecía un imposible: "Nunca lo pensé, sobre todo teniendo en cuenta que nunca lo había hecho antes. La bicicleta que compré en ese entonces fue la primera, nunca antes había tenido una. Como saltador de esquí no se nos permitía montar mucho en bicicleta. Pero cuando finalmente empecé a andar en bici, era bastante bueno desde el principio. Me gusta el hecho de que es un deporte de resistencia, uno que te lleva a tus límites físicos y mentales.
¿Esquí o ciclismo? ¿Cuál es más complicado?: "Realmente no se pueden comparar los dos, porque son deportes completamente diferentes. Ambos son muy desafiantes a su manera. Los saltos de esquí y el ciclismo requieren no solo talento, sino también mucho trabajo duro si quieres tener éxito. Hay que invertir mucho y hacer algunos sacrificios. Sin embargo, existen claras diferencias en las exigencias físicas y el aspecto del entrenamiento: como saltador de esquí necesitas explosividad, pero también tienes que entrenar muchas otras áreas. Es un poco diferente en el ciclismo: mientras también trabajas en tu condición física, la mayor parte de la preparación se realiza en el sillín. En consecuencia, las sesiones de entrenamiento en bicicleta son mucho más largas, porque puedes y debes pedalear durante varias horas sin descanso. Lo que tengo claro es que me alegro de haber dado este paso. Tengo la suerte de haber tenido la oportunidad en mi vida de hacer dos deportes completamente diferentes al más alto nivel".
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