Así podrás reducir los efectos del golpe
Aprende a caer de la bici con cuatro consejos básicos
Reza la leyenda que hay dos tipos de ciclistas: los que se han caído y los que se van a caer. Seguro que te sientes identificado y has besado el asfalto en una o más ocasiones. Ya que estás abocado a carer en alguna ocasión, lo mejor es saber caer. Por eso te lanzamos estos consejos que pueden lograr que minimices los efectos de ese viaje hacia el suelo.
![[Img #25075]](upload/img/periodico/img_25075.png)
1. Lleva una posición correcta
Llevando una posición perpendicular al suelo reducimos en gran medida la probabilidad de ir al suelo. Ir siempre con la bici lo más perpendicular al suelo posible en las rectas, y también en las curvas con pavimento mojado o resbaladizo (para ello tendremos que bajar obligatoriamente la velocidad). También cuando subamos bordillos es importante hacerlo de forma perpendicular; muchas “caídas tontas” se producen al subir pequeños obstáculos de manera oblicua al terreno.
2. Endereza la bicicleta
![[Img #25076]](upload/img/periodico/img_25076.png)
Si la bici te derrapa, aún estás a tiempo de corregir la postura y salvar la caída: hay que contrarrestar el giro descontrolado de la bici con el cuerpo. Hay dos fuerzas laterales sobre la llanta: la fuerza natural de bicicleta (hacia delante) y la fuerza de frenado (que hace que la bici se desplace hacia el exterior). Cuando la fuerza de frenado supere el agarre, lo mejor es dejar de frenar e intentar nivelar la fuerza de frenado con la posición del cuerpo: enderezar la bici.
3. Encuentra la salida
Si siguiendo los pasos anteriores no queda otra alternativa que caer con la bici, podemos intentar, siempre que el terreno lo permita (en carretera esto puede no ser una opción) buscar la salida en dirección al derrape. Con eso seguro que enderezaremos la bicicleta y podremos frenar de manera segura.
4. Elige un aterrizaje suave
![[Img #25077]](upload/img/periodico/img_25077.png)
Puede que a estas alturas no hayas controlado la bicicleta, así que prepárate para llegar al suelo. Es importante no poner las manos al caer, ya que el pavimento nos puede abrasar las palmas sino llevamos guantes y lesionar las muñecas. Doblaremos los codos, pegaremos los brazos al tronco y protegeremos la cabeza con la intención de rodar sobre los hombros.
Fuente: bicihome
Reza la leyenda que hay dos tipos de ciclistas: los que se han caído y los que se van a caer. Seguro que te sientes identificado y has besado el asfalto en una o más ocasiones. Ya que estás abocado a carer en alguna ocasión, lo mejor es saber caer. Por eso te lanzamos estos consejos que pueden lograr que minimices los efectos de ese viaje hacia el suelo.
1. Lleva una posición correcta
Llevando una posición perpendicular al suelo reducimos en gran medida la probabilidad de ir al suelo. Ir siempre con la bici lo más perpendicular al suelo posible en las rectas, y también en las curvas con pavimento mojado o resbaladizo (para ello tendremos que bajar obligatoriamente la velocidad). También cuando subamos bordillos es importante hacerlo de forma perpendicular; muchas “caídas tontas” se producen al subir pequeños obstáculos de manera oblicua al terreno.
2. Endereza la bicicleta
Si la bici te derrapa, aún estás a tiempo de corregir la postura y salvar la caída: hay que contrarrestar el giro descontrolado de la bici con el cuerpo. Hay dos fuerzas laterales sobre la llanta: la fuerza natural de bicicleta (hacia delante) y la fuerza de frenado (que hace que la bici se desplace hacia el exterior). Cuando la fuerza de frenado supere el agarre, lo mejor es dejar de frenar e intentar nivelar la fuerza de frenado con la posición del cuerpo: enderezar la bici.
3. Encuentra la salida
Si siguiendo los pasos anteriores no queda otra alternativa que caer con la bici, podemos intentar, siempre que el terreno lo permita (en carretera esto puede no ser una opción) buscar la salida en dirección al derrape. Con eso seguro que enderezaremos la bicicleta y podremos frenar de manera segura.
4. Elige un aterrizaje suave
Puede que a estas alturas no hayas controlado la bicicleta, así que prepárate para llegar al suelo. Es importante no poner las manos al caer, ya que el pavimento nos puede abrasar las palmas sino llevamos guantes y lesionar las muñecas. Doblaremos los codos, pegaremos los brazos al tronco y protegeremos la cabeza con la intención de rodar sobre los hombros.
Fuente: bicihome
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