Cameron Wurf es uno de esos deportistas que destaca en toda disciplina que se propone. Fue remero olímpico, se pasó al ciclismo profesional y ahora destaca en el triatlón de elite. Este australiano multidisciplinar es uno de los tapados del Ironman de Hawaii. Todos apuntan a su fortaleza en el ciclismo. De hecho, es el mejor ciclista actual del triatlón de larga distancia. En 2017 destrozó el récord de los 180 kilómetros en Kona y con 4:12.54, rebajó en 5:29 el récord que mantenía Norman Stadler desde 2006. Sin embargo, el oceánico llega con una carta marcada bajo la manga.
Este australiano es un producto más de la factoría Sky. Sí, esa que ha moldeado estrellas como Chris Froome y Geraint Thomas. Cameron Wurf tiene una relación de amistad desde hace una década com Tim Kerrison, el director de rendimiento del equipo británico de ciclismo. Hace dos años Wurf le pidió ayuda para conseguir convertirse en un triatleta de primer nivel y el gurú del rendimiento preparó un plan detallado y proceloso que debía cumplir con disciplina espartana...y eso ha hecho .
"Tim es uno de los entrenadores de ciclismo más exitosos de la historia y decidió gentilmente aplicar ese conocimiento al deporte del Ironman conmigo como deportista de pruebas. Sí, soy extremadamente afortunado de estar en la posición en la que me encuentro", reconoce Cameron Wurf.
Remero, ciclista y triatleta
El trabajo no ha sido fácil ya que Cameron Wurf se retiró del ciclismo en 2014 y estuvo tres años alejado del deporte profesional. El plan fue moldear de nuevo un cuerpo de deportista de elite, recupear hábitos e ir evolucionando en ritmos. Consiguió clasificarse para Hawaii y batir el récord del sector de ciclismo pero su resultado no era satisfactorio para el australiano. "Pude rodar bastante bien en Kona el año pasado, pero nadé y corrí extremadamente mal. No había tenido tiempo suficiente y más teniendo en cuenta que había estado mucho tiempo fuera del deporte profesional".
Desde enero Tim Kerrison comenzó un duro y programado plan de entrenamiento enfocado a la mejora en la natación y la carrera. El punto de inflexión llegó en el Challenge de Salou, una prueba de media distancia: "Gane un media distancia con una carrera de 1:18 con un promedio de 360 vatios en bicicleta en 90 km. Esa carrera fue la primera indicación para mí de que si puedo continuar en este camino seré capaz de lograr mi objetivo de rodar tan duro como pueda y luego correr a tope sin notar el desgaste de la bici".
Salto de calidad en el maratón
El verdadero salto de calidad llegó el pasado mes de septiembre en el Challenge Almere, un distancia ironman. Acabó segundo, volvió a ser el mejor en el ciclismo pero por fin mostró un nivel de primer espada en el maratón. Registró una carrera de 2:52 y mejoró en seis minutos su marca personal dentro de un maratón de un triatlón. Además, ese resultado llegaba tras una etapa de alto volumen de entrenamiento, por lo que las piernas no estaban tan frescas. "Tim consiguió que mis piernas estuvieran veloces justo a tiempo para el reto de Hawaii. Honestamente no podía creer mi reloj cuando pasé por la mitad del maratón en 1:21 y me asusté mucho por si iba a lesionarme antes de Hawaii si seguía a ese ritmo, así que decidí bajar un poco y trabajé en la segunda mitad con mi cuerpo y sus necesidades de nutrición e hidratación. ", reconoce.
Este sábado se verá si esa progresión le permite luchar por la victoria o Cameron Wurf sólo el da para sser de nuevo el rey del ciclismo de Hawaii.