El ciclismo es un deporte diferente y que su importante carga de épica hacen que se puedan contar increíbles historia. En pocos deportes puedes decir que el último de una competición es uno de los héroes de la carrera y esto es lo que ha pasado en la última edición del Tour de Francia.
Lawson Craddock, 'farolillo rojo' del Tour de Francia, se fracturó el omóplato el primer día de la competición pero con unos grandes dolores logró completar las otras 20 etapas y cruzar la meta en los Campos Elíseos de París, una gesta casi imposible para cualquier humano.
Lawson Craddock tuvo muy mala suerte en esa primera etapa al caerse por culpa de un bidón de agua en un avituallamiento, una caída que le provocó impactantes heridas en la cara pero, sobre todo, esa fractura con la que tuvo que lidiar toda la carrera.
El estadounidense llegó a plantearse la retirada pero no quiso dejar a su equipo (EF Education First-Drapac) con sólo 7 corredores, algo que les habría lastrado durante toda la carrera. “Voy a intentar ser positivo y aguantar el dolor todo lo que pueda”, comento el estadounidense antes de empezar la segunda etapa del Tour de Francia.
Su gesta hizo que se recaudasen casi 200.000 dólares
Lawson Craddock quiso que su gesta sirviese para algo más que para narrar una historia bonita y creó una campaña en ‘GOFundMe’ en la él donaría 100 dólares para poder reconstruir el el velódromo de Houston (Texas), donde él empezó a competir y quedó prácticamente demolido por el paso del huracán Harvey en septiembre de 2017.
El corredor estadounidense sólo tenía la intención de recaudar 21.000 dólares pero se fue sumando más gente y cuando acabó el Tour de Francia llegó a la impresionante cifra de 197.000 dólares. “En los primeros días tuve unos dolores extremos pero cada día que lograba cruzar la meta era un pequeño paso adelante. Fueron tres semanas llenas de dolor y no era el Tour de Francia que quería. No tenía claro que podría llegar a París y no ha sido fácil pero lo que conseguido”, comentó el ciclista estadounidense.